La futura aprobación de la Ley del aborto ha reabierto el debate entre defensores y detractores del mismo. La Conferencia Episcopal había dejado clara su oposición al respecto. Esta vez, lejos de conformarse con defender su prohibición, ha propuesto alternativas más atrevidas. La más sonada ha sido recomendar que cada vez que un matrimonio que no está preparado para tener hijos sienta “la cálida llama del Señor Dios” entre las piernas, opte por practicar el sexo anal.
El portavoz elegido para difundir el mensaje ha sido el párroco Reig Pla. En una multitudinaria rueda de prensa, el obispo de Alcalá ha asegurado que«el aborto es una lacra que pone de manifiesto la pérdida de valores de la sociedad. Con esta recomendación, la Iglesia se moderniza y envía un mensaje muy claro a los abortistas: vamos a daros por el culo.»
Reig Pla se remitió a La Biblia para justificar la medida. Concretamente, al pasaje del Éxodo que la ha inspirado. El “ojo por ojo”. En la misma línea, aseguró que «el cuerpo humano es el Templo del Señor. El ano su puerta trasera. Un buen feligrés siempre prefiere entrar por la puerta principal, pero la cuestión es entrar, aunque sea a base de mantequilla».
El representante de la Conferencia Episcopal ha afrontado todas las preguntas sin rehuir los asuntos más polémicos. Entre ellos salió a colación la polémica respecto a los embarazos no deseados: «¿Embarazos no deseados? A cualquier párroco se le hace muy difícil entender que alguien pueda no desear a un niño.»
Con estas palabras el debate sobre el aborto da un giro espectacular, un vuelco y se pone a cuatro patas. Esta es la primera vez que la Iglesia aprueba la práctica del sexo anal. Al menos, con mayores de edad. La medida es innovadora, pero se limita a los matrimonios heterosexuales. El gran tabú siguen siendo las parejas homosexuales. «Son repugnantes –asegura el obispo – ¿Sabía usted que aprueban el sexo anal?»
Fuente: ElJueves
F: HazteOir.org via photopin cc
Ante la lectura de la carta de monseñor Demetrio Fernández González, desde la Asamblea de Mujeres de Córdoba YERBABUENA, manifestan:
Córdoba es desde hace unos días la única ciudad del mundo que cuenta con un Tribunal de Inquisición para su exclusivo uso y disfrute. O sea, eso mismo que acabas de leer, incrédulo lector. Y aquí nadie parece haberse enterado. A esta ciudad le pasan las posibilidades de promoción, de rellenar la Marca Córdoba con contenidos impactantes. Ningún medio de comunicación local, ni religioso ni laico, se ha olido siquiera la importancia de tan espeluznante acontecimiento que aparece en Facebook. O sea, una ciudad tan necesitada de promoción turística como ésta, se convierte en una ciudad única en una cosa tan inquietante como esa. Y mira que el obispo Don Demetrio, un auténtico supershowman, uno de los más histriónicos personajes públicos que han prosperado en esta ciudad, por encima incluso del gran Sandokán, se deja las tiras de pellejo en la titánica labor de promocionarnos. Desde su denuncia de que la Unesco quería convertir a la humanidad al mester de mariconería, hasta su defensa de los valores de la Sección Femenina, pasando por su rebautizo de los monumentos cordobeses, ha hecho grande el famoso dicho: que hablen de nosotros, bien o mal pero que hablen. Ni Patios, Ni Noche Blanca, Ni Rally Sierra Morena, ni Cabalcor ni ná ¡Así es como se venden los flamenquines!
La Inquisición rediviva se está constituyendo en la ciudad por obra y gracia del mayor benefactor del turismo local con el que nunca hubiéramos soñado contar: Monseñor Demetrio Fernández. Porque la Congregación para la Doctrina de la Fe, cuyo único brazo local, después de 178 de abolida en España, se ha reinstaurado en Córdoba, no es nada más que el nuevo nombre con que Pablo VI rebautizó a la antigua Inquisición, que en Roma nunca llegó a abolirse. Se da la feliz circunstancia de que el Santo Padre Benedicto Decimosexo fue su Director, o sea Gran Inquisidor, durante años y de que nuestro actual pastor, el heredero actual de la Sede de Osio, Monseñor Demetrio, fue miembro destacado de la comisión episcopal de su sección española, desde la que, siguiendo los pasos de quien fuera Martillo de Arrianos en el siglo IV lo ha sido en pleno siglo XXI [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE]. Así que nuestro Gran Inquisidor español ha decidido regalarse y regalarnos un Tribunal para su uso -y nuestro- disfrute exclusivo. Nada menos que 31 inquisidores serán los encargados de velar por la pureza de la doctrina en nuestra ciudad. Todos ellos aparecen retratados en la página del facebook de la Diócesis de Córdoba jurando el cargo. Quién no conoce a la mayoría de ellos y quién puede dejar de afirmar que no podían haberse elegido mejores candidatos y mejores miembros, porque entre ellos hay de todo de todo. Lo que se dice de to-do de to-do. Perfectamente preparados para descubrir todas y cada una de las desviaciones de la fe que en la ciudad pudieran cometerse.
Fuente: La Colleja
Imagínense que yo me dedicara a incitar a mis compatriotas a no obedecer las leyes emanadas del parlamento democrático. Si lo hiciera mandando una carta pública a todos los ciudadanos, es posible que el fiscal pudiera procesarme por algún tipo de delito. Imaginemos que, para esa exhortación, yo me basara en las presuntas declaraciones de un dios. Un dios que sólo puede hablar por mi boca.
Evidentemente, si no me procesaran, deberían encerrarme en un psiquiátrico. Pero no está previsto que hagan eso con el arzobispo de la secta católica de Tarragona. El sujeto, un tal Jaume Pujol Balcells, en una hoja parroquial, anima a la desobediencia civil (*) porque “hay que obedecer antes a Dios que a los hombres”. Y, naturalmente, las decisiones de dios únicamente están bien interpretadas si lo hace ese tipo.
De verdad, a los creyentes católicos que todavía mantengan un mínimo de capacidad para pensar por sí mismos, ¿no se consideran insultados con esta misiva? ¿Es de personas “pensantes” tener que tragarse la interpretación de los deseos de dios exclusivamente por esta gentuza que nunca ha sido beligerante contra la pederastia de su secta mientras nos bombardean con llamadas a la subversión constitucional?
¿A qué esperáis, amigos creyentes, para deshaceros de las cargas psicológicas que supone tener que creer en un dios que sólo puede ser interpretado por sujetos de esa calaña? No me vale el manido argumento de que, aunque sus componentes sean imperfectos, la Iglesia es perfecta. Esa perversión irracional sólo vale para convencer a los disminuidos psíquicos. Pero, a los católicos de buena voluntad, ¿a qué esperáis para emigrar hacia la Libertad de conciencia?
(*) En otros tiempos llamaban también a la desobediencia militar. Dan asco.
Fuente: Misterios al descubierto
_______________________
Enlaces relacionados:
– Religiones. Una visón crítica