La emisora La Mega, de RCN (Colombia), tiene un programa nocturno que básicamente consiste en que las personas llaman a la emisora para averiguar si su pareja está siendo infiel y, con un charlatán en cabina, un estafador que se dice parapsicólogo, en el programa les avisan si efectivamente les están poniendo los cachos o no, después de ser abusados verbalmente por uno de los anfitriones del programa.
El responsable de este anticientífico circo feudal es Héctor Contreras:
Este bogotano ha diseñado las dos últimos programas de éxito de la radio nocturna a escala nacional, tanto en Los 40 Principales con “Insomnia”, como ahora en La Mega con su programa “Los Caza Infieles”.
Este último proyecto lleva cuatro años en la radio, y está posicionado como el número uno en la preferencia de los colombianos noctámbulos por su contenido que combina el humor descarnado con las historias y de vida y la parapsicología.
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El DAS responsabiliza a John Jairo Sabalza Cabezas, conocido también como ‘el Brujo’, un radiotécnico que se ganaba la vida de pueblo en pueblo.
Velas encendidas alrededor de una silla y el testimonio de una joven que se había sometido a un ritual para la buena suerte, son las principales pistas de las autoridades para esclarecer los crímenes de tres mujeres en Cartagena.
Todo indica que aprovechando su supuesta habilidad, Sabalza suministró bebedizos a las mujeres que acudieron a él y luego aparecieron muertas.
Consuelo Alpist Álvarez, de 38 años, y su sobrina Telma María Fuentes Alpist, de 26, resultaron ser las primeras interesadas en sus rezos. Sin embargo, la mañana del 18 de octubre murieron.
Los cadáveres de tía y sobrina aparecieron en el segundo piso de una casa del barrio Chiquinquirá de Cartagena.
Ese día, las autoridades solo lograron establecer, gracias a testigos, que «Consuelo y Telma visitaban al parasicólogo de ‘colita’ (cabello largo recogido)».
Un mes después, el 23 de noviembre, las autoridades encontraron el mismo ritual en otro homicidio y la señora Carmen Judith González, del barrio La Providencia fue la víctima. En la escena del crimen hallaron velas y una silla.
La hija de Judith contó al DAS que el síquico les dio un bebedizo para un ritual y ambas se quedaron dormidas. Cuando ella despertó su mamá estaba muerta.
La descripción física en ambos casos, así como varias pesquisas, condujeron a los detectives del DAS hasta una vivienda del barrio Paraíso (Turbaco). Allí capturaron a Jairo Sabalza, quien se hacía llamar John Jairo Henao.
Fuente: http://www.eltiempo.com