En Cooking Ideas han compilado una lista de 10 ritos salvajes (en este sitio aparecen los vídeos correspondientes) de diferentes tribus esparcidas alrededor del mundo.
Tribu: Indígenas de la isla de Pentecostés.
Lugar: Isla de Pentecostés, Islas Vanuatu.
Pocos conocen que el puenting ya existía hace cientos de años para los habitantes de esta isla del Pacífico sur. Cada año, forman una torre de entre 20 y 30 metros de altura con ramas y lianas del entorno, desde la que se precipitan como símbolo de fe y para garantizar la buena cosecha de ese año. Ni que decir tiene que más de uno (y de dos) se abren la cabeza en el proceso, pero la mayoría sólo sufren un intenso dolor de tobillos durante varios días.
Tribu: Mentawais.
Lugar: Islas Mentawai, Sumatra.
Echando mano a una piedra y un cuchillo, el chamán de la tribu mella en vivo los dientes de las chicas jóvenes del pueblo, dejándoles una forma puntiaguda muy parecida a la boca de un tiburón, para hacerlas más atractivas y satisfacer a los espíritus. Por suerte, en la actualidad son ellas quien deciden si se quieren someter a esta particular sesión de belleza. Antes era obligatorio.
Tribu: Indígenas a lo largo del río Sepik.
Lugar: Papúa Nueva Guinea.
Uno de los ritos más duros para marcar el paso a la edad adulta. Los varones son cortados por espalda, pecho y nalgas siguiendo unos patrones definidos para que las escaras resultantes imiten la piel de un cocodrilo. El proceso es largo, doloroso y sangriento. A menudo, los jóvenes sometidos a él necesitan ayuda incluso para ir al baño y comer.
Tribu: Indios Mandan.
Lugar: Dakota del norte.
Esta extinta tribu sabía poner a prueba la resistencia física de sus guerreros. El ritual ‘Okipa’ comenzaba con el aspirante sin comer, beber o dormir durante cuatro días seguidos. Después cortaban la piel de su espalda hombros, clavaban sus extremidades en picas de madera y lo suspendían con pesos atados a las piernas delante de los hombres del pueblo hasta que el joven guerrero perdía el conocimiento. En ese momento lo volvían a bajar y esperaban a que se recobrase; de ser así, había mostrado su fuerza y el beneplácito de los espíritus. Para terminar, el moribundo debía cortarse los dedos meñiques y recorrer el centro de la aldea un número establecido de veces.
Tribu: Xhosa.
Lugar: Suráfrica .
Los abakwetha, o aspirantes a convertirse en hombre, son afeitados y agasajados con una fiesta en su honor. Después les conducen a una choza aislada en las montañas, que ha sido previamente construida por su familia. Es ese momento cuando el chamán procede a circuncidar al muchacho, cortando el prepucio con una navaja ritual. No podrá comer, beber o abandonar la choza hasta que la herida haya cicatrizado. De hecho, el riesgo de infección es alto, sin contar la posibilidad de padecer enfermedades de transmisión sexual, ya que la hoja que corta el pene se utiliza para todos los chicos de la misma aldea.
Tribu: Fulani.
Lugar: Benin.
Las tribus nómadas de los Fulani también celebran el paso a la edad adulta de sus varones. Días antes del ritual, los jóvenes adolescentes buscan y preparan una rama para convertirla en un perfecto látigo. Después, los clanes de la región se reúnen para enfrentar a los aspirantes con sus improvisadas armas, que deberán azotarse tres veces por turnos sin mostrar el más mínimo atisbo de dolor. Cuando ambos terminan, los espectadores deciden quien ha sido el más bravo de la contienda, y por ende el ganador.
Tribu: Sabiny.
Lugar: Uganda.
La ablación femenina es el ritual común para que las mujeres de la tribu demuestren su fortaleza. Para los sabiny, si una mujer demuestra la entereza necesaria para aguantar lapérdida parcial o total del clítoris, entonces será capaz de aguantar las futuras pruebas que le imponga la vida. También se le supone que servirá para mantenerla fiel a su marido y alejarla de la promiscuidad. Por desgracia, el riesgo de infección y el porcentaje de muertes tras el proceso es bastante alto.
Tribu: Matausa.
Lugar: Papúa Nueva Guinea.
Para que un niño pueda convertirse en hombre y guerrero, primero debe pasar el ritual de sangre y liberarse de cualquier influencia femenina. Para ello, primero se induce al vómito en repetidas ocasiones introduciéndose unas finas cañas en la garganta. Después, otras similares entrarán por sus fosas nasales. Por último, recibirá numerosas puñaladas en la lengua. Cuando el rito termina, el aspirante ha perdido una buena cantidad de sangre y ganado el derecho a ser considerado un hombre.
Tribu: Sateré-Mawé.
Lugar: Brasil.
Los futuros hombres de esta tribu tienen la triste fama de someterse a uno de los rituales más dolorosos conocidos por el hombre. Y eso teniendo en cuenta todos los anteriores de los que hemos hablado.
La responsable: la hormiga bala, el insecto con la mordedura más dolorosa del planeta, que de hecho recibe su nombre porque su veneno asemeja la sensación de recibir un disparo. También conocida como “la hormiga 24 horas”, por la duración de sus efectos, el ataque de un solo ejemplar provoca arritmia cardiaca, náuseas, sudores fríos y entumecimiento de la zona afecta.
Los sateré-mawé introducen las manos en sendos guantes llenos de estas hormigas mientras bailan durante diez minutos. En ese tiempo no deben hacer muestras de dolor si quieren ser considerados dignos. En los siguientes meses, el aspirante deberá repetir el ritual 20 veces más para que la tribu le acepte como un hombre.
Tribu: Indígenas australianos.
Lugar: Australia.
Al llegar a la adolescencia, el joven es circuncidado por el chamán sin deber mostrar signo alguno de dolor. Pasada una semana, el mismo médico-chamán atraviesa la base del malherido miembro de lado a lado usando una astilla. En el futuro tanto la orina como el semen saldrán por ese agujero, por lo que el ‘nuevo hombre’ no podrá embarazar a ninguna mujer a menos que así lo desee (taponando la herida).