Herbalife ha saltado a la actualidad en los últimos días después de que Sanidad investigara sus productos adelgazantes ya que sospecha que pueden ser tóxicos. Sin embargo, ahora algunas voces de ex clientes y expertos denuncian, además, que la compañía es una secta y que se dedica a captar adeptos, según publica La Vanguardia.
María, una santanderina de 22 años que fue clienta de la empresa durante dos meses, asegura al diario que «todo era muy raro, te comen la cabeza hasta que te involucras y no ves nada más».La joven quería bajar de sus 82 kilos y gastó 120 euros en varios productos, con los que consiguió perder «tres kilos en una semana, pero eso fue todo». Tras esto, llegaron los vídeos de Mark Hughes (el fundador de Herbalife) que debía ver a diario, música especial para los clientes, charlas telefónicas sobre las virtudes de la compañía y reuniones.
«Me decían (los demás clientes) que los productos eran buenos para todo […] que curaban hasta el cáncer y que se los pusiera en el biberón a mi hijo», asegura María.
«El producto es la religión»
Según Miguel Perlado, psicólogo de la entidad Atención e Investigación de Socioadicciones, la santanderina tuvo suerte, porque hay personas que «se llegan a aislar de la familia» y que cada año atienden varios casos de personas que han sido captadas.
«Todo el mundo se sorprende de que una organización no religiosa sea una secta» dice Perlado, pero aquí «el producto es la religión y su fundador, el ya fallecido Mark Hughes, el líder», concluye.
El responsable de Herbalife en España ha negado todas estas acusaciones y asevera que la compañía «es legal», pese a que fuentes del ministerio de Sanidad admitieron que la empresa emplea métodos de «captación y adoctrinamiento pseudosectarios», pero que ellos no pueden hacer nada porque su trabajo se basa sólo en garantizar la seguridad de los productos.
Fuente: 20Minutos.es
Bajo licencia Creative Commons
Cinco personas han sido detenidas en Alicante por su presunta pertenencia a sua secta religiosa. Los detenidos son un hombre y cuatro mujeres, una de ellas francesa y el resto españoles, dijeron fuentes de la investigación.
Según las fuentes, los arrestos han tenido lugar en las localidades alicantinas de Llíber, Jalón y Jávea..
Aparte de su presunta implicación en un delito de asociación ilícita, por su pertenencia a una secta, los detenidos son sospechosos de un delito contra la propiedad intelectual y otros.
Otras fuentes cercanas al caso dijeron a EFE que la operación continúa abierta, por lo que no se descartan nuevas detenciones, mientras la titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Denia (Alicante) ha decretado el secreto de sumario.
Los arrestos, entre ellos presuntamente el de la cabecilla de la secta, se han producido esta mañana en, al menos, un chalet situado a las afueras de Llíber, concretamente a unos 700 metros del pueblo y en las inmediaciones de la carretera que conduce a Benissa.
Al parecer, este grupo de personas actuaba oficialmente impartiendo cursos de «desarrollo espiritual y personal», sobre todo durante los fines de semana y los días festivos.
Fuente: Agencia EFE
El primer caso llegó a la Policía el pasado mes de abril. Un jiennense denunció por estafa a la empresa Revelance. Esta semana, 60 afectados de toda España, 20 de ellos de la provincia, han puesto los hechos en conocimiento de la Audiencia Nacional. Sin embargo, se piensa que puede haber muchas más víctimas. La cifra la aporta uno de los abogados que ha presentado la denuncia colectiva: “Jaén es una de las provincias más afectadas, por lo que nosotros consideramos que es una estafa por esta empresa, que actúa como si fuera una secta comercial”, explica Santiago López Rubio, uno de los letrados del colectivo. “Hemos hablado con la gente que sí ha denunciado y sabemos que la red de comerciales que tenía Revelance en Jaén era muy amplia. Pensamos que los afectados pueden ser más de 300 personas” añade.
Hay que recordar que esta empresa se dedica a la comercialización de productos de limpieza y coméstica a través de un sistema de venta piramidal. La Policía Nacional de Jaén investiga desde hace meses la actividad supuestamente fraudulenta de la firma, que podría haber estafado varios miles de euros a vecinos de la capital y de municipios de toda la provincia.
La denuncia colectiva presentada en la Audiencia Nacional establece como es el “modus operandi” de esta empresa. Las víctimas son “captadas” por agentes de Revelance en “reuniones multitudinarias” celebradas en hoteles y salas de convenciones a lo largo de los últimos meses. A esos encuentros, los afectados fueron invitados por amigos que ya forman parte de la organización comercial. Los responsables de la sociedad les “invitan” a formar parte de un negocio en el que pueden ganar mucho dinero. Se trata de comprar productos de limpieza y de belleza de los que comercializa la firma para, posteriormente, venderlos a terceras personas y conseguir recuperar el dinero invertido.
Dos jiennenses afectados explican en la denuncia presentada ante la Policía Nacional que participaron en una de estas reuniones y que, “en medio de un ambiente de gran presión”, firmaron un contrato en el que les obligaban a invertir unos 7.000 euros en la compra de los productos. Aquí es donde está la primera parte de la trampa: esa gama de limpiadores es prácticamente invendible, porque tiene una calidad muy baja y se comercializa a un precio muy superior a lo que realmente cuesta.
Cuando los afectados contactan con los responsables de la empresa para mostrar su preocupación es cuando surge la segunda parte del engaño: les obligan a llevar a más gente a las reuniones que la sociedad organiza para que hagan nuevas inversiones.
De este modo, la firma les promete a las víctimas una suculenta comisión con la que podrán recuperar parte del dinero que entregaron. “El negocio no consiste en vender, sino en conseguir más inversores”, destaca Rubén Pereira, el letrado de dos de los afectados en Jaén. Además, y según relatan estas víctimas, cuando intentaron romper relaciones con la empresa comenzaron “las presiones y el acoso” por parte de sus “jefes”.
Fuente: Diario de Jaén.