Limpiar la casa, cocinar, cuidar del jardín, hacer la colada, planchar, ir a por agua, o cuidar de ancianos son también tareas de niños. Más de 15,5 millones de niños -la mayoría niñas- realizan trabajos domésticos con o sin remuneración en todo el mundo, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). De ellos, 10,5 millones aproximadamente se encuentran en situación de trabajo infantil, bien porque no han cumplido la edad legal para trabajar o porque trabajan en condiciones peligrosas o similares a la esclavitud. El informe constata que el número de niñas en el trabajo doméstico «supera ampliamente» al de los niños.
La pobreza es el factor fundamental que desencadena que muchos niños y niñas queden expuestos al trabajo doméstico. La mayoría de los niños trabajadores proceden de hogares pobres que, sobre todo en sociedades donde apenas existe protección social, se ven obligadas a enviar a sus hijos a trabajar para ayudar a que sus familias subsistan.
Pero hay otros factores que también desencadenan el trabajo infantil, como la discriminación por razón de género, de etnia, la exclusión social, la falta de oportunidades educativas, la violencia doméstica, los matrimonios forzosos, los desplazamientos o la pérdida de familiares cercanos como consecuencia de conflictos armados o enfermedades. El informe pone como ejemplo el impacto del SIDA en algunas comunidades: en el África Subsahariana, muchos menores de muy corta edad cuyos padres mueren a causa de esta enfermedad tienen que empezar a trabajar en el servicio doméstico de otros hogares para mantener a sus hermanos.
En muchas ocasiones, las niñas trabajadoras domésticas viven en casa de su empleador, lo que empeora su situación de aislamiento y discriminación porque las hace más dependientes de su empleador. «A menudo resulta difícil brindar protección a los niños trabajadores domésticos. No sólo trabajan ocultos tras las puertas cerradas de los hogares de sus empleadores, sino porque la sociedad tampoco tiene conciencia del trabajo que realizan», señala el informe.
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