Utilizar sin precauciones el teléfono móvil puede provocar problemas menores como el “text neck” y otros más serios como el “grooming” o la “sextorsión”.
La ‘sextorsión’ es una forma de chantaje sexual en la cual los cibercriminales cuentan con contenido privado de los usuarios (normalmente fotos o vídeos) y les amenazan con hacerlo público en internet, a menos que las víctimas paguen con algún favor, en ocasiones de índole sexual. O lo que es lo mismo, el extorsionador exige más fotos y vídeos, o que la víctima realice un pago, bajo la amenaza de publicar y difundir dichos contenidos si no lo hace.
Los ciberdelincuentes pueden conseguir el material con el que extorsionar a sus víctimas de tres maneras distintas, según explican especialistas en antivirus:
– Que el delincuente instale un spyware en el ordenador o teléfono de la víctima de modo que pueda controlar la cámara.
– Que la víctima, a través de técnicas de phishing, descargue un malware que le robe el contenido del ordenador.
– Que el delincuente robe físicamente el teléfono o el ordenador haciéndose con los datos.
El robo de fotografías y vídeos comprometidos está a la orden del día. Así se ha puesto de manifiesto tras el robo de imágenes comprometedoras de diversos personajes famosos.