Mañana, día cinco de febrero, exactamente a las 10:23 horas, miles de personas de todo el mundo realizarán lo que ya se conoce como el primer «suicidio homeopático mundial«. Un acto multitudinario en el que se ingerirán paquetes y paquetes de medicinas homeopáticas para demostrar una cosa: la homeopatía ni cura, ni nada de nada…
Por Javier Peláez.
Para quien no tenga muy claro qué es la homeopatía, a continuación le ofrezco un breve pero esclarecedor resumen de su historia, métodos y principios… Y sobre todo, una explicación clara y concisa de por qué no funciona.
La homeopatía surgió a finales del siglo XVIII, más concretamente en 1794, de la mano de un médico alemán llamado Christian Friedrich Samuel Hahnemann, quien creía que usando cantidades diminutas (inifinitesimales) de sustancias activas, podría curar enfermedades con síntomas similares, basándose en la disolución repetida en agua de estas sustancias.
Para ello, se afirma también que el agua tiene memoria y puede recordar las propiedades beneficiosas de estas sustancias, eliminando sus inconvenientes una vez diluidas en ella.
Como vemos, toda esta terapia se fundamenta en dos principios básicos: menos sustancia significa más beneficios, y el agua recuerda las propiedades beneficiosas. Dos principios bastante absurdos, pero que vamos a ver con más claridad poniendo un ejemplo de estos dos preceptos homeopáticos:
Imagina que coges una botella de jarabe para la tos y extraes solamente 100 mililitros de su contenido. A continuación arrojas esos 100 ml en una piscina olímpica llena de agua. Después remueves bien disolviendo el alcohol en la piscina. Ahora extraemos 100 mililitros de la mezcla de esa piscina y los volvemos a arrojar a otra piscina olímpica para, de nuevo, volver a extraer otros 100 ml y volver nuevamente a arrojarlos en otra piscina olímpica… Y así, varios cientos de veces con varios cientos de piscinas…
Bien, pues después de repetir estas disoluciones, los defensores de la homeopatía creen que el resultado sería mucho más efectivo y ventajoso que la sustancia original… Sin embargo yo creo que tan sólo nos quedaría agua.
En resumen, la homeopatía no es más que agua mezclada y endulzada al final con un poco de azúcar. Agua y azúcar, no hay más… Pero entonces, ¿por qué hay gente que utiliza esta terapia?
Bueno, en mi opinión su creciente uso se debe a varios factores, como el desconocimiento real de en qué consiste la homeopatía, su confusión con otros remedios naturales, el miedo de algunos pacientes a las grandes corporaciones farmacéuticas, y la gran propaganda que las multinacionales homeopáticas están gastando en promocionar sus remedios diluidos, entre muchas otras razones.
La gran ventaja que los laboratorios homeopáticos anuncian a bombo y platillo sobre sus terapias es que no tienen efectos secundarios. Esto es cierto, y ha llevado a mucha gente a utilizar la homeopatía sin darse cuenta de que esta supuesta ventaja es también el gran inconveniente: no tienen efectos secundarios porque tampoco tienen efectos primarios. ¡¡Claro!! En realidad, la homeopatía no tiene ningún efecto, ni bueno ni malo, ¡es agua!
Por supuesto que encontraréis gente que se ha curado (o cree haberse curado) de alguna dolencia gracias a la homeopatía, al igual que encontraréis gente que se ha curado de algo utilizando brujería con gatos negros, pero estos casos nunca sobrepasan los efectos que podrían surgir de cualquier otra terapia (por ridícula que os parezca) gracias al efecto placebo.
También alguien podrá pensar que, puesto que la homeopatía no hace nada y es solamente agua diluida, tampoco hace ningún daño a nadie. Esto es falso puesto que, aunque para dolencias leves no representa ningún peligro, para enfermedades más graves, aferrarse a un remedio que no hace nada puede resultar incluso mortal: pacientes que, confiando en la homeopatía, no han acudido a tiempo a un médico de verdad y que lo han terminado pagando muy caro.
Y hablando de pagar, lo más gracioso de estas píldoras de agua diluida es su precio. Evidentemente, detrás de todas estas terapias alternativas hay montado un gran negocio de multinacionales que facturan millones y millones de euros al año en beneficios, porque, la homeopatía no es barata…
Por ello y para demostrar a todo el mundo que la homeopatía no funciona, ni cura, ni nada de nada, el próximo día 5 de febrero, miles de personas cogerán un paquete de estas pildoritas de agua con azúcar y se lo tomaran de golpe para después, irse a tomar unas cervecitas como si nada hubiera pasado…
Si quieres más información sobre la homeopatía visita esta web informativa o échale un vistazo a estesimpático comic en el que se explica muy claramente.
Fuente: YAHOO!.es Noticias
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Enlaces relacionados:
– Monográfico Homeopatía – ARP-SAPC
– Homeopatía y número de Avogadro. Fraudes médicos
– Un estudio cuestiona la eficacia de la homeopatía
– El agua milagrosa de la homeopatía
– En algunas facultades de medicina se enseñan mentiras. Fraude de la homeopatía
– El oscillococcinum – Monográfico Homeopatía – ARP-SAPC
– Apuntes Introducción a la Informática. GAP. UMU. La ciencia y el método científico
La mortalidad por suicidio en España ha desplazado a segunda posición a los accidentes de tráfico, según un informe oficial del Instituto Nacional de Estadística correspondiente a 2008. Hemos pasado, por lo tanto, del «CCC» (corazón, cáncer, carretera) al «CCS» (con «S» de suicidio). Un total de 3.421 personas pusieron fin a su vida.
La tendencia es, año a año, lentamente ascendente: en 2006 hubo 3.246 suicidios y en 2007 hubo 3.263.
El problema es grave. El suicidio se da también en la infancia-adolescencia: en España, consultando las estadísticas del INE, 40 adolescentes (entre 15 y 19 años) y cuatro niños (menores de 15 años) se suicidaron (un total de 44 muertes en 2008). En 2007 fueron 31 y 12, respectivamente (43 en 2007). Cifras sin duda alarmantes.
A nivel mundial, un reciente artículo de Lancet ponía de manifiesto la magnitud global del problema. En el grupo de edad comprendido entre los 10 y 24 años, el suicidio es la segunda causa de mortalidad, sólo por detrás de los accidentes de tráfico.
Es difícil dar una explicación a esta sorprendente situación. En España, la Agencia de Evaluación de Tecnología Sanitaria de Galicia, Avalia-t, está desarrollando una guía de práctica clínica de prevención y tratamiento de la conducta suicida. Guía que se antoja necesaria, dado el sorprendente y preocupante incremento de los fallecimientos por esta causa.
Fuente: Pediatría Basada en Pruebas
Bajo licencia Creative Commons
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Enlaces relacionados :
– La web de Maco048. Noticias: suicidio
– Cleopatra ¿mito, homicidio, asesinato?, Marisol Collazos Soto
La ingesta de dosis letales de remedios homeopáticos por parte de centenares de británicos hoy a las 11.23 horas ha probado una vez más que la homeopatía no funciona. La demostración, organizada por la Sociedad de Escépticos de Merseyside (MSS), pretendía alertar a la opinión pública de la inutilidad de esa pseudomedicina. «Creemos que no deberían vender pastillas de azúcar a gente enferma. La homeopatía nunca funciona mejor que el placebo. Los remedios se diluyen tanto que nunca queda nada [de principio activo] en ellos», ha declarado a la prensa Michael Marshall, de la MSS.
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El fallido suicidio masivo, convocado en Reino Unido frente a locales la cadena de farmacias Boots, pretendía, además, presionar a esa firma para que deje de vender productos homeopáticos. Hace dos meses Paul Bennett, máximo responsable de Boots, admitió que la compañía los comercializa porque son populares, no porque sean efectivos para el tratamiento de alguna patología. «No tengo ninguna prueba de que estos productos funcionen. Se trata de la libre elección del consumidor, y un gran número de nuestros clientes creen que son eficaces», declaró ante el Comité de Ciencia y Tecnología de la Cámara de los Comunes.
Noticia completa en: Magonia
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Enlaces relacionados:
– Homeopatia y numero de Avogadro. Fraudes medicos.
– Un estudio cuestiona la eficacia de la homeopatía
– El agua milagrosa de la homeopatía
– Una mirada histórica a la medicina mágica, científica y homeopática
Ya hemos expuesto las variaciones geográficas en la distribución del suicidio por el mundo.
En un artículo del Times de 1821, se muestra una estadística y un reportaje sobre cómo estaba el suicidio en el mundo en aquella época. Aunque no es precisamente riguroso, da algunos datos sobre las diferencias a nivel europeo:
Los extranjeros se sorprenden al describir Inglaterra como la nación más triste del mundo, y noviembre como el mes en el que los ingleses no tienen otra cosa mejor que hacer que ahorcarse y ahogarse.
La verdad es que, en términos generales, los ingleses son mucho menos aficionados al suicidio que otras naciones; Y que el tan temido mes de noviembre,
dista mucho de ser el mes en el que se producen más suicidios, pues es es sólo el séptimo mes con más muertes de todo el año.
La gráfica muestra que los meses de verano son aquellos en los que se producían más muertes, con un mes de enero relativamente pacífico. Son datos que chocan mucho con los actuales, y demuestran que no todo es cuestión del clima, sino que la forma de vivir y la sociedad tienen mucho que ver. La Navidad es un tiempo macabro en el presente, pero en el pasado sería uno de los más positivos.
Las causas de suicidio mostradas en el artículo también son interesantes, aunque también poco creíbles:
Me ha costado traducir “humilliated self-love” con “baja autoestima”.
Como causa de suicidio la misantropía, es poco serio.
En el artículo también comparan por regiones, entrando en topicazos tremendos. Según cuenta el doctor Schlegel:
Los ingleses se suicidan por reveses económicos, algo lógico en un país industrial, en el que se puede pasar de la prosperidad a la miseria con facilidad. Los franceses, por amores. Basta con que la amada no responda, para que un francés vaya a casa a pegarse un tiro.
En un alarde de rigor, el doctor Forbes Winslow, dice que por cada suicidio que se produce en Inglaterra, se dan cinco en Francia.
Los rusos y alemanes se matan por su intemperancia (sobre todo me imagino que por el exceso de bebida). Los españoles, por sus prejuicios e intolerancia hacia las opiniones que disienten con la suya.
Finalmente, se señalan Dublin y Nápoles como las dos ciudades con índices de suicidio más bajos del mundo. Ni qué decir tiene que el mundo es Europa y que aunque todo esto tiene poco rigor, es al menos curioso y sintomático de la época que entonces se vivía.
Fuente: Pons Asinorum
Según el profesor Thomas Joiner, de la Facultad de Psicología, de la Universidad Estatal de Florida (EE.UU.), «Existe la idea de que el suicidio es un modo de morir diferente de los otros, pero hay razones claras de por qué las personas mueren por el suicidio. Al igual que con las enfermedades cardíacas, si entendemos la causa, podemos adoptar medidas de prevención».
Esta nueva teoría de Joiner, considera que quienes se suicidan, no sólo quieren morir, sino que también han aprendido a superar el instinto de autoconservación.
El deseo de la muerte, según Joiner, está compuesto de dos estados psicológicos: una percepción de ser una carga para los demás y un sentimiento de no pertenecer a nada. Por sí mismos, ninguno de estos dos estados es suficiente para despertar el deseo de la propia muerte, pero juntos producen un deseo que puede ser mortal cuando se combinan con la habilidad adquirida de producirse una autoagresión.
Según Joiner hay dos maneras en las que se puede inhibir o disminuir este instinto, una de ellas es progresiva y paulatina, acercándose cada vez más al objetivo (lo que quedaría probado empíricamente por el hecho de que uno de los factores de riesgo del suicidio es el número creciente de tentativas suicidas); la segunda es acostumbrándose a situaciones dolorosas o que provoquen miedo. Joiner propone que ello ocurre con las pacientes con anorexia – que se quitan la vida con frecuencia, según cita aquí – y pasa a probarlo con este otro estudio en el Journal of Affective Disorders, accesible aquí .
Fuente: Kraepelin´s Grandchildren – Nietos de Kraepelin
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La serotonina y el suicidio
Apuntes Derecho Penal II. Capitulo 3, auxilio e induccion al suicidio
¿Es verdad que los peores asesinos en serie son médicos?
«El sucidio en las prisiones debe entenderse como una protesta y un desafío contra un poder abrumante. Para quien lo lleva a cabo, representa la última expresión de libertad para huir de una realidad opuesta». En estos términos habló ayer el italiano Francesco Ceraudo, director sanitario de la cárcel de Pisa durante el VII Congreso de Sanidad Penitenciaria. Según un informe elaborado en Italia, en la última década la tasa anual de suicidios en prisión ha aumentado hasta 15 veces más respecto a la población general. Expertos murcianos en psicopatologías relacionadas con el suicidio aseguran que la relación es semejante en el sistema penitenciario español.
Para el especialista en Psquiatría José Hernández, médico del servicio del hospital universitario Virgen de la Arrixaca (Murcia), existe un misterioso motor vital cuyo fallo está en la base de la conducta suicida.
Fuente: [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE]