Colombia tiene su propio mito ridículo: se trata de no sentarse en la silla del bus cuando queda libre, por miedo a que se pueda transmitir algún tipo de enfermedad (!) y espera a que el lugar se enfríe.
Es la superstición autóctona y es igual de absurda que las globales:
El médico de la Universidad de Caldas, Felipe González, dice al respecto que no ha sabido de ningún tipo de dolencia derivada de sentarse en puestos tibios. “Las hemorroides se dan por presión intrabdominal y los granos en las nalgas por irritaciones en la piel debido a diferentes causas, como el roce con la ropa o pequeñas bajas de defensas en la sangre”.
Y es una lástima que después de haber desmitificado tan bien esta ridiculez, los periodistas le hayan dado cabida a una explicación ‘metafísica’. Pero quedémonos con lo cuerdo.
Fuente: DE AVANZADA
El portal de comercio electrónico eBay va a dejar de vender conjuros, maldiciones, bendiciones, oraciones, sesiones de reiki y sanación, lecturas de tarot, pociones mágicas y objetos malditos. A partir del 1 septiembre, prohibirá la comercialización de cualquiera de esos productos no porque considere que se trata de timos descarados, sino porque las transacciones de esos bienes “suelen dar lugar a problemas entre el comprador y el vendedor que son difíciles de resolver”. Póngase en la piel de los responsables de la compañía a la hora de solucionar una reclamación de alguien que ha adquirido una maldición para usarla contra un vecino y, sin embargo, éste no sufre ninguna desgracia: ¿y si el vendedor dice que el comprador la ha utilizado mal?
“Es importante señalar que los artículos que tienen un valor tangible en sí mismo y también pueden usarse en rituales y prácticas metafísicas (es decir, la joyería, los cristales, el incienso, las velas y los libros) se permiten en la mayoría de los casos”,ha indicado por correo electrónico Johnna Hoff, portavoz de la compañía, a Los Angeles Times. Es decir, eBay seguirá haciendo negocio de la credulidad de muchos, vendiendo amuletos y artículos mágicos siempre que sirvan también para otras cosas y así pueda cubrirse las espaldas de cara a reclamaciones. El que hace la ley hace la trampa.
Fuente: Magonia