“Me han pedido ayuda. Yo creo en la visión remota. ¿Me puedes ayudar? ¿Puedes, por favor, tratar de ver donde crees que cayó el avión ? ¿Cómo y por qué? ¿Cuáles son tus sentimientos? ¿Qué te dice la intución? Gracias”. Éste fue el mensaje que colgó Uri Geller el martes a las 2.38 horas en Twitter. Una muestra más de su infinita desvergüenza.
Casi treinta años después de haber saltado a la fama engañando a periodistas ingenuos con trucos de ilusionismo que hace pasar por poderes paranormales, Geller no sabe cómo seguir llamando la atención. En diciembre pasado, deslumbró con los mismos trucos de siempre a un crédulo Pablo Motos en su programa de Antena 3 y anunció que iba a parar el reloj de la Puerta del Sol en el ensayo general de las campanadas de Nochevieja del 30 de diciembre. No lo hizo; pero consiguió su objetivo, que se hablara de él.
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La conferencia que impartió el 14 de mayo en Bilbao James Randi, “el mago que desenmascaró a Uri Geller,” recuerda el artículo que apareció en la prestigiosa revista Nature en 1974 sobre los supuestos poderes psíquicos de Uri Geller. Tras dicho artículo la fama de Geller llegó al extremo de aparecer en el programa de TVE “Directísimo” en 1975, uno de los momentos más famosos de dicho programa de Iñigo. Seguidamente se muestra el vídeo de youtube (el momento más “doblador de cucharas” de toda la televisión española).
En Menéame, onnabancho extrae un par de párrafos del libro ”Flim Flam!,” de Randi, en el que se dedica un capítulo entero a Targ, Puthoff y Geller. Párrafos de Randi traducidos:
“Cuando el artículo científico titulado ”Information Transmission Under Conditions of Sensory Shielding” apareció en octubre de 1974 en la revista británica Nature, ya había dado muchas vueltas. Desde 1972, Russell Targ y Harold Puthoff, sus autores, lo habían enviado a varias publicaciones de EE.UU. como parte de los resultados de su proyecto de investigación en el Instituto de Investigación de Stanford (Stanford Research Institute o SRI). Todas lo habían rechazado. Su aceptación por Nature fue algo realmente curioso, especialmente porque el artículo fue retenido por el editor sin que apareciera en la revista durante 8 meses, un tiempo sin precedentes en esta revista, mientras se realizaba un proceso de pulido del artículo, que fue calificado por el editor como un conjunto de retazos diversos pegados sin ton ni son (traducción libre del inglés “a ragbag of a paper”).
Nature es una de las revistas científicas más prestigiosas del mundo. Por ello que se aceptara para publicación este artículo tan inusual causó inicialmente una gran sorpresa, máxime cuando todo el mundo sabe que los estándares de calidad de Nature son muy altos. Lo que mucha gente no sabe es que el artículo fue aceptado tras un largo proceso de revisión y poda en el que las partes más descabelladas fueron siendo eliminadas a petición de los editores de la revista. El editor de Nature publicó un extenso editorial que abría dicho número de Nature en el que explicaba que el artículo de Targ y Puthoff se publicaba para que los científicos de otros campos pudieran ver en qué se estaba convirtiendo el campo de la parapsicología. El editorial calificaba los resultados y conclusiones del artículo como “débiles,” “desconcertantemente vagos,” “limitados,” “defectuosos” e incluso “ingenuos.” Aún así, Nature aceptó el artículo iniciando una larga cascada de publicidad en los medios. Incluso el New York Times cayó en la trampa, considerando dicho trabajo científico como respetable. Si el Times hubiese sabido lo que sabemos ahora, habría cubierto la noticia de la publicación del trabajo de Targ y Puthoff en sus páginas de espectáculos y entretenimiento.”
Artículo completo en: Francis (th)E mule Science’s News