Un apartado en la web del Ministerio de Interior contiene nueve recomendaciones para prevenir la violación. Obviamente (aunque no debería parecernos obvio), todas van dirigidas a las mujeres, naturalizándolas como víctimas potenciales. Las propuestas se basan en decirnos qué no debemos hacer (autoestop, pasear por calles solitarias, usar el ascensor cuando van desconocidos ¿hombres?…) y con qué precauciones debemos vivir. Implica vivir con un grado de paranoia considerable: propone cosas como mantener encendidas varias luces de la casa para fingir que no vivimos solas.
Mediante el feminismo aprendí que a esto se le llama terror sexual, que enseñarnos a las mujeres a vivir con miedo a que nos violen (y sin cuestionar ese miedo ni aprender a defendernos) es una forma de mantenernos domesticadas.
En el nº2 de la revista Cuadernos de eldiario.es, se habla sobre el asunto en forma de reportaje:
Efectivamente, el consejo número 9 del Ministerio del Interior dice así: «Ante un intento de violación, trate de huir y pedir socorro. Si no puede escapar, procure entablar conversación con el presunto violador con objeto de disuadirle y ganar tiempo en espera de una circunstancia que pueda favorecer la llegada de auxilio o permitir su huida. Todo ello, mientras observa los rasgos físicos de su agresor, en la medida de lo posible».
¿Procure entablar conversación? Esa sugerencia nos ha dejado estupefactas a más de una, como una lectora de Pikara, Ana Cuervo Pollán, que nos ha mandado un encendido artículo en el que critica el decálogo por paternalista y por meter miedo a las mujeres, y se dirige al señor ministro:
Ampliar en: eldiario.es
Una joven de 14 años fue violada por orden de un consejo local porque su hermano había tratado de abusar de otra mujer en el estado de Jharkhand, en el este de la India. Los hechos ocurrieron el pasado domingo cuando un hombre trató de violar a una mujer en el pueblo de Gulgulia Dhora, lo que la familia de ésta denunció al día siguiente ante el consejo local, dijo el comisario Virender Kumar.
El consejo –«panchayat» (un sistema de justicia paralela)- sentenció que la hermana del agresor fuese violada por el marido de la mujer agredida, de acuerdo con la fuente. La Policía ha detenido al hermano de la joven violada, al esposo de la mujer agredida y al alcalde del pueblo. Muchos pueblos de la India mantienen un sistema de consejos rurales que imparten justicia a espaldas de la Policía y los Tribunales, y que reivindican una legitimidad paralela.
Pero sus decisiones se basan en tradiciones que ante la justicia india son inaceptables, como los «crímenes de honor», la prohibición de matrimonios entre personas del mismo pueblo o condenas de exilio. En enero una mujer fue violada por diez miembros de un consejo tribal como castigo por mantener una relación con un hombre de otra localidad en un pueblo del este de la India.
Fuente: Público.es
Un tercio de las europeas, 62 millones de mujeres, han sufrido en algún momento de su vida violencia física o sexual, según una encuesta de la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA), la mayor hasta la fecha sobre este asunto, realizada a partir de entrevistas personales a 42000 mujeres de entre 18 y 74 años de la que se desprende que el cinco por ciento de las ciudadanas ha sido víctima de una violación.
Fuente: Madridpress.com
Posiblemente este sea uno de los momentos más duros que te toque vivir, dolor, asco, indefensión… es imposible saber qué se te está pasando por la cabeza en este momento, pero debes tratar de mantenerte todo lo fría que puedas y seguir unos pasos para tomar el control de la situación.
Una vez pasado este mal trago, es el momento de denunciar.
Aunque se trata de un acto voluntario y nadie te puede obligar a hacerlo o a declarar en contra de tu atacante, debes pensar que lo que te ha sucedido a ti puede sucederle a otra persona, a una amiga, o a ti misma de nuevo.
A nivel mundial el 60% de las violaciones no son denunciadas, miles de indeseables se han salido con la suya y no han recibido el castigo que se merecen, además de seguir libres para continuar cometiendo este tipo de delitos.
Los servicios médicos y la fuerzas de seguridad disponen de los medios para protegerte a partir de la denuncia, así como para ayudarte en la recuperación.
No estás sola, no elijas estarlo, no importa si tu violador es famoso, popular o alguien importante, con las pruebas que has preservado recibirá el castigo que merece.
Ampliar en: escéptica
Al menos, así lo piensa la Hermandad Musulmana:
Adel Afifi, miembro de la junta prominente del partido salafista Al-Asala, culpó a las mujeres por el fenómeno de acoso sexual. «Una mujer que se une a las protestas entre habitantes de la calle y matones deben protegerse antes de pedirle al Ministerio del Interior que les ofrezca su protección», dijo Afifi, quien agregó que los agentes de policía son incapaces de protegerse a sí mismos.
Salah Abdel Salam, miembro del partido salafista Al-Nour también creía que las mujeres eran responsables de acoso sexual. «La mujer lleva el delito cuando decide protestar en lugares llenos de matones», dijo Abdel Salam. Añadió que, sin embargo, el fenómeno debe ser tratado.
«Las mujeres a veces se ocasionan la violación a sí mismas al ponerse en una posición que les hace objeto de violación», dijo Afifi.
Fuente: DE AVANZADA
Christina Fitzpatrick comparte una horrorosa historia sobre un sacerdote que le dijo lo que debía hacer en caso de que alguna vez fuera perseguida por un violador:
Una mañana de primavera, nuestro maestro decidió dirigirse a las chicas de la clase. Él quería que supiéramos que si alguna vez éramos perseguidas por un violador, podíamos matarnos para preservar nuestra virginidad, y Dios no nos castigaría. El boleto al infierno esencialmente no se aplicaría.
Claro, ¡porque suicidarse pasa a ser una ofensa menos grave que ser violada!
Pero las cosas terminaron bien. Ellas empezaron a hablar de otras posibilidades, como resistirse y matar al violador. Esto no le gustó al profesor:
Durante la cacofonía, nuestro profesor nos explicó que podíamos matar en este caso, pero no a otra persona, ni siquiera en defensa propia. «Es un pecado matar a otra persona», dijo con gravedad – probablemente la única cosa auténticamente católica que había dicho en todo el año – y la multitud entera de nosotros, 20 niños de trece años de edad, lanzó un grito y pisoteado, riendo, enumerando más y más armas, hasta que finalmente él salió de la habitación.
Por el contrario, a mí me parece que todo hace parte de la machista moral católica.
Fuente: DE AVANZADA
Asaltando sexualmente a las mujeres:
En los disturbios civiles en Egipto, al menos 25 mujeres han sido asaltadas sexualmente durante los enfrentamientos en la Plaza Tahrir, según los activistas locales de derechos de las mujeres.
En un ataque típico, una multitud de hombres rápidamente rodea mujeres aisladas, cercándolas a tientas y tratan de quitarles la ropa. Algunas mujeres han sido desnudadas y una fue violada con un arma blanca, dijeron los activistas.
Así se celebra una revolución sazonada al compás de una superstición medieval, arcaica y machista.
Sigan creyendo que las religiones no hacen daño.
Fuente: DE AVANZADA
Según la ONU mujeres, a nivel mundial hasta seis de cada diez mujeres sufren violencia física y / o sexual en su vida, mientras que violación conyugal es un delito enjuiciable en al menos 104 Estados, y 90 países cuentan con leyes sobre el acoso sexual.
En 102 países no existen disposiciones legales específicas contra la violencia doméstica y la violación en el matrimonio no es un delito enjuiciable en al menos 53 países.
De acuerdo con informes de la Organización Mundial de la Salud, el 70 por ciento de las mujeres asesinadas en el mundo lo son a manos de sus parejas o ex parejas y esta es la principal causa de muerte y discapacidad entre las mujeres entre 16 y 44 años de edad.
A nivel de América Latina, el estudio denominado “Violencia contra la mujer en América Latina y el Caribe”, elaborado por la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud reveló que entre 17 y 53 por ciento de las entrevistadas reportaron haber sufrido abuso físico o sexual.
Sin embargo, a pesar de ello, entre 28 y 64 por ciento de las afectadas no buscó ayuda ni habló con nadie.
Fuente: CARACOL RADIO
La Alianza Gay y Lésbica contra la Difamación (GLAAD), un colectivo LGTB que trabaja en Estados Unidos para erradicar la homofobia y la transfobia existente, ha condenado enérgicamente las polémicas declaraciones realizadas por un locutor radiofónico del Estado de Ohio.
Dominic Dieter, locutor de una emisora perteneciente a la compañía norteamericana WMMS, pidió a un padre que llamó a la cadena para hablar sobre su hija lesbiana, que el mismo debe conseguir que «uno de sus amigos viole a su hija», defendiendo que de esa forma se volverá heterosexual.
La Alianza Gay y Lésbica contra la Difamación ha pedido a la WMMS que despida de forma inmediata a Dieter, considerando que las declaraciones realizadas por el mismo fueron «terribles y peligrosas».
La violación de una monja budista en Nepal y su expulsión de la secta a la que pertenecía dispararon un debate sobre las arraigadas tradiciones y tendencias religiosas que fomentan la discriminación y la violencia, especialmente contra las mujeres, en este estado del sudeste asiático.
El debate sobre la expulsión se inició después de que la monja de 21 años fue atacada el 24 de junio, mientras viajaba por el oriente del país. El mal tiempo hizo cambiar el plan del viaje y el conductor del autobús persuadió a la joven, fácilmente reconocible como monja por su cabeza rapada y su toga roja, de pasar la noche en el vehículo. Entonces la violaron cinco hombres, entre ellos el conductor y sus dos ayudantes, quienes también le robaron el dinero y las otras pertenencias que llevaba consigo.
Es una pesadilla, dijo el tío de la monja: «La llevamos a un hospital privado pero los médicos dijeron que certificarían que se trataba de un accidente porque una violación implicaría intervención policial. ¿Cómo podemos presentar una demanda legal contra los culpables si los médicos no nos apoyan?, planteó.
Cuando los familiares de la monja la llevaron a Katmandú para que continuara su tratamiento, el hospital estatal al que se dirigieron primero se negó a admitirla. Sin embargo, para entonces habían empezado a aparecer en la prensa informes sobre el ataque, e intervinieron la Comisión Nacional de Mujeres de Nepal y organizaciones indígenas, lo que obligó a los médicos a tratarla.
Pero a la víctima le esperaban más sufrimientos. Un comunicado conjunto de quince organizaciones -budistas- condenaron el ataque pero dijeron que la mujer había perdido su virginidad y, con ella, su estatus religioso. El rechazo encendió un debate generalizado, donde se escucharon críticas de organizaciones budistas de todo el mundo.
La monja pertenece a la comunidad tibeto-birmana., uno de los grupos más desafavorecidos de Nepal, que no tiene acceso a educación ni a recursos económicos. También son las peores víctimas del tráfico de personas.
Fuente: Ateo en teoría
La pobreza hizo que se perpetuara la práctica religiosa conocida como tradición jhuma: Mientras el mayor cuida a la familia, se envía al hijo o la hija del medio a convertirse en monje-a.
La kumari -la famosa diosa viviente de Nepal- es la tradición de elegir a una niña en su prepubertad, a veces incluso de tres años de edad, como deidad guardiana de la ciudad, e instalarla en su propio palacio, lejos de su familia. No va a la escuela y no se le permite salir. Su reinado termina cuando se acerca a la pubertad y es reemplazada por otra niña pequeña.
Todas estas costumbres violan los derechos de niñ@s y están claramente prohibidas por la Ley de Infancia de 1992!.
«La ley dice que un niño o niña no debe ser separado de sus padres, que se le debe permitir ir a la escuela y jugar y que no se le debe dedicar a dios. Dice específicamente que las personas menores de 16 años no pueden ser obligadas a convertirse en monjas o monjes. Pero la implementación es débil.
Amalia es una niña indígena maya de una comunidad rural del sur de Quintana Roo, en el Caribe mexicano. Tiene 11 años y en agosto se convirtió en la madre más joven del país, al dar a luz a una bebé de 51 centímetros y algo menos de tres kilogramos. Amalia fue violada, presuntamente por su padrastro, cuando tenía 10 años, y no tuvo opción de interrumpir su embarazo pues, cuando su caso se conoció, ya habían pasado los plazos legales para abortar.
Se pusieron así en evidencia las fallas del Estado para atender la violencia contra las niñas, un fenómeno soterrado por las otras muchas violencias en las que está atrapado México, como los asesinatos del narcotráfico y las violaciones de derechos humanos atribuidas a la fuerza pública.
Amalia “cumple con la acumulación de exclusiones sociales: es mujer, niña, indígena y pobre”, asegura a TerraViva el director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México, Juan Martín Pérez, una organización que aglutina a más de 50 asociaciones pro infancia. “Tuvieron que pasar más de 20 años para que yo reconociera lo que pasó. Es algo que nunca perdonas, aprendes a vivir con eso y ya”,afirma una profesional de Ciudad de México, de 35 años, que fue abusada sexualmente por su tío a la edad que ahora tiene Amalia.
En este país de 108 millones de habitantes viven 18,4 millones de varones y 17,9 millones de mujeres menores de 18 años. El trato violento a la infancia se presenta en uno de cada tres hogares, pese a que en todo el país hay instituciones encargadas de su bienestar. El dato fue corroborado por un estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), según el cual México es el segundo país con mayor maltrato de niños y niñas, detrás de Portugal, entre 27 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. La mortalidad de este fenómeno es de 30 fallecimientos por cada millón de menores.
“Gran parte de esta violencia (…) física, sexual, psicológica, (de) discriminación y abandono, permanece oculta y, en ocasiones, es aprobada socialmente”, señala Unicef. Y si este crimen es poco registrado, menor es la información sobre las diferencias de maltrato por cuestión de género. “Hay una invisibilidad estadística que impide dimensionar el problema”, dice Pérez.
Algunos estudios recientes arrojan datos aislados de un rompecabezas inconcluso. La última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición reporta seis embarazos por cada 1.000 niñas de 12 a 15 años, y 101 por cada 1.000 adolescentes de 16 y 17 años. En Quintana Roo, el secretario de Salud estadual, Juan Carlos Azueta, reconoció que en 2009 hubo 5.500 registros de adolescentes embarazadas y 16 por ciento fueron producto de violaciones, un porcentaje que parece responder al patrón nacional.
“Quiero a mi hija, pero nunca he sabido tratarla, me desespera y soy injusta con ella muchas veces”, admite Gloria, una madre de tres niñas, la mayor fruto de una violación que sufrió cuando tenía 15 años, cometida por un hombre casado.”Hay algo en ella que me recuerda cómo nació, y nadie me enseño a ser mamá o a lidiar con esto dentro”, dice esta madre maltratadora de Atizapán, en la periferia metropolitana.
El sistema de información no gubernamental “La infancia cuenta” – 2009, dedicado a las niñas, señala que “hay grupos específicos de mujeres marginadas del sistema educativo”: las adolescentes madres, las niñas y adolescentes con alguna discapacidad y las indígenas.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 180.500 madres adolescentes entre 12 y 18 años no concluyeron la educación básica. Las niñas tienen mayores porcentajes de asistencia escolar desde los cinco años, pero esta primacía decae a partir de los 16, en parte por los embarazos precoces.
“A los 15 años me fui con el papá de mis hijos para huir de mi casa, pero me fue peor”, cuenta a Citatli, hoy de 45 y abuela, en un barrio popular del este metropolitano. A los 17 ya tenía dos hijos “y el menor nació prematuro por una golpiza”. “Siempre he vivido en la violencia. De mi mamá, de mis hermanos, de mi primer marido, ahora de mis hijos”, compartió. Su única esperanza es que “mis cinco nietos no sean iguales”.
En México, los actos violentos contra niñas, adolescentes y mujeres se fundamentan en una construcción social que supone que los varones son superiores, coinciden las fuentes entrevistadas por TerraViva. ”Tenemos avances restringidos, una ley federal (contra la violencia de género) y leyes locales en todos los estados, pero no vemos cambios fundamentales, prevalece una cultura en la que lo masculino está por encima de lo femenino“, afirmó Axela Romero, directora de Salud Integral para la Mujer.
Giovanni, una niña de nueve años que vive en el violento vecindario capitalino de Penitenciaria, sabe de ello. Tiene nombre de varón porque su madre estaba por dar a luz al primogénito y lo perdió por “un susto” cuando el padre se metió en una riña. Y ella heredó el nombre pensado para el hijo perdido. “Odio la violencia y más que los señores tomen” licor, asegura la niña.
Los feminicidios pusieron en las primeras planas mundiales a la norteña y fronteriza Ciudad Juárez: más de 800 mujeres torturadas y asesinadas en los últimos 16 años, según datos oficiales incompletos. Mientras, en algunos estados las leyes sancionan con más dureza a las mujeres que abortan que a sus violadores.
De acuerdo con encuestas oficiales, más de 60 por ciento de los adolescentes varones piensan que es responsabilidad de la mujer cuidarse de no quedar embarazada, y al menos una quinta parte del alumnado ha presenciado en su centro educativo cómo, en algún rincón, uno o más niños molestaban a una niña tocándola sin su consentimiento.
Pero esa, como otras agresiones, queda precisamente arrinconada.
Fuente: periodismohumano
____________________
Enlaces relacionados:
– La web de Maco048. Noticias criminología: Violación
El caudal de noticias que documenta la opresión, la discriminación y la explotación de la mujer en países de mayoría islámica es indetenible. Hace algunas semanas, Sakineh Mohammadie Ashtiani, una mujer de cuarenta y dos años, fue condenada por adulterio por un tribunal iraní. La sentencia era de muerte por lapidación, usando piedras lo suficientemente grandes para ocasionar un dolor intenso, pero no tan grandes como para causar la muerte instantánea. El sufrimiento hay que disfrutarlo, parece especificar esa burocracia sádica y detallista. Quizás movido por el escándalo internacional que se armó, el tribunal eventualmente ha decidido ahorcarla. El abogado defensor de la señora Ashtiani huyó del país, y ella ahí está, esperando su ejecución en un calabozo. A la mujer occidental que se le ocurra apelar por clemencia, se le tilda de prostituta, como pasó con Carla Bruni, la esposa del presidente francés.
El caso Ashtiani es apenas uno de los miles que conforman el torrente noticioso. Dos más: El año pasado, una saudí soltera de 23 años fue condenada a un año de prisión y 100 latigazos, también por adúltera (el sexo fuera del matrimonio se tipifica como adulterio, esté la mujer casada o no). Su crimen fue haber sido violada por un desconocido que le ofreció un aventón. Recordemos que en Arabia Saudita a las mujeres se les tiene prohibido conducir automóviles, así que, como se dice en Venezuela, o corren o se encaraman. En 2008 en Somalia, una niña de 13 años, que cual caperucita roja caminaba por el campo para visitar a su abuela, fue asaltada y violada por tres desconocidos. Desesperada y sangrante, ella corrió a una aldea, donde los líderes tribales, en lugar de ofrecerle ayuda, la acusaron de adulterio, y comenzaron un proceso que culminó con su lapidación en un estadio de Mogadishu ante la presencia de numerosos espectadores. En cada uno de estos casos la ley islámica (Sharia) obliga a los clérigos a procesar y penar estos casos de esta forma tan brutal.
El adulterio es apenas una de las funciones ejercidas por las sociedades musulmanas para oprimir a la mujer. Existe la mutilación genital, por ejemplo. En Egipto hace apenas tres décadas su incidencia era de 97.5% entre las familias de bajo nivel educativo y 66.2% en las restantes. También está permitida la poligamia masculina, el divorcio inmediato y sin obligaciones para el hombre y el abuso físico. A la mujer se le constriñe desde el momento en que alcanza la pubertad. Su vida está marcada por códigos estrictos de conducta, que van desde el vestido hasta el contacto social. La opresión patriarcal en el Islam está muy documentada, y busca a suprimir lo femenino de la esfera pública. A la mujer en el Islam entonces hay que extirparle su propia identidad y reducirla a un objeto para beneficio del hombre. La amenaza que significa la posibilidad de la mujer como individuo subjetivo la convierte entonces en una criminal en potencia.
Artículo completo en: LA PERSPECTIVA DE SOGOL
______________________________________
Enlaces de interés:
– La vida corta y la muerte cruel de Atefeh Rajabi
Rana Mannan Sajid, periodista pakistaní del diario Daily Khabrain, estuvo en Barcelona la semana pasada, invitado por Casa Asia, para hablar de la historia de Mukhtar Mai, que en 2002 fue violada por cuatro hombres en cumplimiento de una sentencia dictada por un tribunal local.
Seguidamente se muestran fragmentos de la entrevista concedida a Público.es
¿Cómo conoció la historia de Mukhtar Mai?
Mukhtar fue violada por cuatro personas y nadie tuvo ni la fuerza ni la valentía para ir a denunciar el hecho. Además, la policía tampoco movió ningún hilo. Al cabo de una semana, el imán de la mezquita me lo comentó y me dijo que había sido una barbarie. También me contó que habían arrestado al hermano y que la familia había tenido que vender lo único que tenía una vaca lechera para pagar el soborno y poder sacarle bajo fianza. Entonces hablé con el editor de mi periódico y me dijo que me desplazara al lugar. Cuando mandé la noticia salió en primera plana. Los medios internacionales también lo publicaron.
Ella sigue viviendo en el mismo pueblo, Meerwala, donde la violaron. ¿Qué piensa la gente ahora de Mai y de sus actividades en la asociación?
Sí, ella vive donde ocurrió esa barbarie. Hay gente que está en contra porque piensan que lo que ha hecho ella, explicarlo a los medios de comunicación, no es bueno, porque si le han hecho un mal no tendría que explicarlo. No lo ven con buenos ojos. Pero hay otra gente que sí cree que lo que hace Mai les beneficia reciben asistencia médica, jurídica y, además, piensan que no se ha quedado en casa, que ha tenido valentía y está beneficiando al pueblo.
Usted recibió amenazas después de que publicarala historia de Mai. ¿Cómo está este tema ahora?
Lo he pagado caro. En siete ocasiones he sido denunciado falsamente: por tener armas, por explotación laboral, por amenazar o por extorsionar a alguien. Además, mi primo, mi hermano y yo hemos sido víctimas de agresiones y ellos dos, en una ocasión, tuvieron que ser hospitalizados. De hecho, no sé qué pasará cuando llegue el juicio, temo ser encarcelado otra vez porque si yo no hubiera tenido el apoyo del círculo de abogados de la provincia [el Punjab], por la manera como la Policía recogió los testimonios y redactó las denuncias, todavía estaría encarcelado. Estas cosas pasan cuando no hay democracia.
Entrevista completa en Público.es
Bajo licencia Creative Commons
__________________________
Enlaces relacionados:
– Cómo evitar una violación
– Perfil del violador en Bogotá (Colombia)
– Apuntes Derecho Penal II. (Licenciatura en Criminología)
¿Resulta que no era leyenda urbana? Muchos lectores recordarán aquel consejo antiguo: cuidado con las salidas nocturnas a ver si os van a echar algo en la copa… Era como cosa de las abuelas, pero de vez en cuando saltaba a la actualidad y por algún tiempo se extendía como indetallada realidad. A eso, la literatura científica le llama sumisión química y en algunos países se lo están tomando en serio como un fenómeno asociado cada vez más a abusos sexuales entre gente muy joven.
Un estudio en Canadá registró 1594 casos de asaltos sexuales entre 1993 y 2002, y 246, el 15,4% de ellos utilizaron las drogas para conseguir la sumisión de la víctima. A los abusos sexuales sería como el crimen perfecto: la muchacha (en el 95,5% de los casos en este estudio eran mujeres las agredidas) no detecta la droga, apenas recuerda nada de lo ocurrido, no puede identificar a su víctima, sus fuerzas para resistirse están muy mermadas y, ante una muñeca indolente, no habrá desgarros físicos considerables.
En un contexto de alcohol, drogas y amigos, la vergüenza y el aturdimiento rara vez se traducen en una denuncia, por tanto, la víctima calla lo que sabe y no recuerda lo importante: el agresor queda impune.
En algunos países, como en Francia o Estados Unidos han diseñado protocolos hospitalarios para detectar cuándo se ha cometido una agresión sexual usando drogas que adormecen. Si se sospecha que se está ante un caso de ésos, el centro sanitario efectúa los análisis pertinentes a la víctima, en lugar de mirarla de reojo y recomendar que la próxima vez no elija amantes mientras está borracha como una cuba.
Las drogas empleadas no son desconocidas para el gran público: éxtasis, GHB, una droga de síntesis consumida en algunos ambientes de marcha nocturna juvenil, las benzodiacepinas (los sedantes de las sociedades desarrolladas), como el Stilnox o el Zolpidem, cannabinoides, barbitúricos e incluso antihistamínicos. Pero bastaría el alcohol etílico. La dosis es lo importante.
Inodoras, insípidas, nadie diría que el café sabe raro y mucho menos que el tercer cubata es ligeramente distinto del primero. En la era Internet hacerse con estas sustancias es relativamente fácil. Esta práctica de adormecer a la víctima hasta robarle la voluntad y la consciencia no se ejerce sólo para abusar sexualmente de ella. Los fines delictivos pueden ser varios.
En España, la policía asocia estos casos a la prostitución. Recuerdan alguna denuncia hace años de clientes que, superando el sonrojo de confesar su visita al burdel, denunciaron un estado de inconsciencia del que despertaron desnudos y sin billetera.
Un estudio reciente en Estados Unidos contabilizó 1.179 casos de abusos en 26 meses y en «un alto número de ellos se registraba alcohol, cannabinoides, benzodiacepinas, anfetaminas y GHB, por ese orden», cuenta Manuel López-Rivadulla, catedrático de Toxicología en la Universidad de Santiago de Compostela.
En estos casos de Estados Unidos también un alto porcentaje de las víctimas se había drogado voluntariamente y el agresor, un conocido, aprovechó esa situación de debilidad.
¿Violación o un nebuloso inicio al sexo? ¿O ambos? A veces se trata de un rito de inicio al sexo muy cómodo para los adolescentes que no se atreven a hacerlo por las claras. «En todas las épocas, y en muchas tribus, se han asociado las drogas al inicio del sexo», dice el catedrático de Toxicología. Los estudios indican que ahora esta sustancia se está detectando en gente muy joven, menores de 20 años.
El Servicio de Toxicología Forense de la Universidad de Santiago lleva una línea de investigación sobre la sumisión química, tan desconocida aún en España. Trabajan estrechamente con algunos ginecólogos del hospital Juan Canalejo de A Coruña a través del centro de orientación familiar de esta ciudad gallega. «Pretendemos ampliarlo a todo el hospital para que se impliquen de forma institucional; que se dé a conocer esta práctica, también a la sociedad en su conjunto, es fundamental», dice Chus Anca, la psicóloga del centro de planificación.
Porque lo que no se conoce, no se denuncia y parece inexistente. Tan inexistente como permanece en la cabeza de María su agresor: un desconocido sin rostro que la sometió el pasado septiembre a la experiencia más desagradable de su vida en unas horas en las que estuvo dormida aunque despierta. Esta chica gallega de 21 años que oculta su nombre real, recuerda perfectamente con quién estaba y qué hacía antes y después de sufrir un abismo en su memoria. Su amnesia empezó un sábado de madrugada a la puerta de un disco-pub y la neblina en su cabeza se fue despejando tres horas después con la voz de un adolescente que pedía a su padre que dejara marchar a la chica que estaba desnuda en la habitación.
No recuerda mareos, ni pérdida de visión, nada, hay un corte perfecto. Ella esperaba a las amigas en la calle a eso de las tres de la madrugada y fue consciente de que un hombre estaba sobre ella alrededor de las seis y media de la mañana, en una casa en medio del monte. La policía identificó en unas pocas horas al agresor.
«Yo me resistía, pero no tenía fuerzas, y le pedía que me dejara marchar. Oí a su hijo decirle que me soltara y cuando me dejaron me vestí y salí a la calle, anduve un poco, pero el crío me dijo que me iba a perder y que su padre me llevaría a la ciudad», relata. Así fue. Las amigas, localizadas por el móvil, esperaban aquella mañana de domingo que el desconocido depositara a la chica en la civilización. Ellas pudieron verle y describir su aspecto a la policía. Pero María no le recuerda. Sabe que subió al coche de sus amigas y que contestaba a sus preguntas de una forma mecánica, repetida, como una autómata. ¿Ha intentado
hacerte algo? «Lo ha intentado y lo ha conseguido», respondió ella antes de echarse a llorar.
Cuando llegó a casa cometió el primer error, se duchó antes de meterse en la cama. «Pero nunca es tarde, la frustración y la impotencia que se sienten no deben impedir que se denuncie, hay que hacerlo, aunque tengas miedo de que no te crean». A ella no le hicieron mucho caso en las urgencias del hospital que visitó, no le gustó el trato de la ginecóloga: «Me dijo que vaya borrachera que pillé, que me acosté con un tipo y que ahora estaba arrepentida. Pero yo había bebido menos que otras veces, cuatro cervezas y un cubata que pedí y no tomé. No me hicieron una revisión física».
La reivindicación de los expertos es que en España se establezca un protocolo sanitario de actuación similar al que tienen en Francia, de tal forma que cuando una mujer llega con un cuadro parecido al de María se efectúen análisis de orina, de sangre y también de cabello, con los procedimientos adecuados. En el pelo se pueden detectar ciertas sustancias hasta tres meses después. Aunque algunas de estas drogas tienen una presencia en la sangre y en la orina muy fugaz. Por el contrario, las víctimas suelen tomarse un tiempo hasta que deciden denunciar.
El desconocido que abusó de María ha reconocido que mantuvo relaciones con ella, «pero dice que fueron
consentidas en todo momento». María reconstruye el relato gracias a las pesquisas policiales y a la instrucción judicial: «Él declaró que yo me subí al coche, que me acosté primero con un amigo suyo que nos acompañaba y que luego lo hizo él. El amigo lo niega, dice que él también estaba borracho y que no sabe nada de eso». Un cruce de declaraciones pendiente de resolverse en tribunales.
No hay muchos más casos en España para estudiar el fenómeno, ni siquiera éste pudo ser analizado a tiempo. Ya era tarde cuando la muchacha llegó a la consulta de Chus Anca. La psicóloga del centro de planificación observó que aquella amnesia que describía no era la propia de los traumas y se
puso a investigar.
Cuando el asunto llega a los tribunales no es fácil tener pruebas de algo así, pero no es imposible que el agresor resulte condenado. Incluso aunque la propia víctima haya tomado la droga voluntariamente. «Desde los romanos se define la actio libera in causa, es decir, que la víctima inicia libremente la cadena de acontecimientos que luego desemboca en algo que no se asumía al principio», explica el magistrado del Tribunal Supremo José Antonio Martín Pallín. «La toma de la droga ha podido ser compartida, e incluso complacida, y será una situación jurídicamente delicada, pero no es imposible una condena», añade. Puede, por tanto, haber condena, o resultar, como el crimen, la violación perfecta. Quizá en la época de las abuelas bastaba el alcohol y en la era de Internet las cosas estén tomando un cariz más descarnado y peligroso.
Fuente: [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE]
Enlaces relacionados:
Victimología (Licenciatura Criminologia, Universidad de Murcia)
Artículos Victimología (Licenciatura Criminologia, Universidad de Murcia)
Un grupo de violadores en prisión fue entrevistado para saber lo que buscan en una víctima potencial. He aquí algunos hechos interesantes:
1) La primera cosa que ellos observan en una víctima potencial es el peinado.
Es mas probable que ellos ataquen una mujer con un peinado tipo cola de caballo, trenzado o cualquier otro peinado que sea posible tironear mas fácilmente.
Es probable también que ataquen mujeres con cabellos largos. Las mujeres con cabellos cortos no son blancos comunes.
2) La segunda cosa que ellos observan es la ropa.
Observan a las mujeres que usan ropa fácil de arrancar rápidamente.
También buscan mujeres hablando por celular o haciendo otras cosas mientras caminan: esto les indica que están desatentas y desarmadas y pueden ser fácilmente atacadas.
3) Hora del día:
Las horas del día en que ellos más atacan y violan mujeres es al comienzo de la mañana, entre las 5:00h y las 8:30 horas, y después de las 22:30 hs
4) Método:
Estos hombres procuran atacar de forma y en lugares que puedan cargar a la mujer rápidamente para otro punto, donde no tengan que preocuparse de ser atrapados.
Si usted esboza cualquier reacción de lucha, ellos acostumbran desistir en aproximadamente dos minutos: creen que no vale la pena, que es una pérdida de tiempo.
5) Paraguas:
Manifestaron que no atacan mujeres que cargan paraguas u objetos que puedan ser usados como arma a una cierta distancia.
(Las llaves no los intimidan, porque para ser usadas como arma, la víctima tiene que dejarlos llegar muy cerca).
6) La pregunta salvadora:
Si alguien estuviera siguiéndola en una calle, andén o garage, o si estuviera con alguien sospechoso en un ascensor o en una escalera, mírelo directamente a la cara y pregúntele alguna cosa, tipo «¿Que hora tiene?»
Si fuera un violador, tendrá miedo de ser posteriormente identificado y perderá el interés en tenerla como víctima.
La idea es convencerlo de que no vale la pena elegirla.
7) El grito salvador:
Si alguien se presenta imprevistamente y la aferra, grite!
La mayoría de los violadores dijo que soltaría a una mujer que gritase o que no tuviese miedo de pelear con él.
Nuevamente: los violadores buscan BLANCOS FÁCILES.
Si usted grita, podrá mantenerlo a distancia y es probable que él huya.
8) Esté siempre atenta a lo que pasa detrás suyo.
En el caso que perciba algún comportamiento extraño, no lo ignore. Siga sus instintos.
Es preferible descubrir que se equivocó y quedar medio desubicada en el momento, pero tengan la certeza de que quedaría mucho peor si el sujeto realmente atacase.
9) Grite FUEGO!
En cualquier situación de peligro, en el caso que tenga que gritar, grite siempre «FUEGO! FUEGO!»
Acudirán muchas más personas (curiosos).
En el caso que su grito sea ”Socorro!» la mayoría de las personas se abstiene, por miedo.
10) Haga un favor:
Envíe este material a las mujeres que conozca y también a los hombres, que a su vez pueden reenviarlo a sus amigas, esposas, hijas, novias, en fin…
Son cosas simples, pero pueden evitar traumas y, hasta, salvar una vida.
Un campesino de 43 años fue arrestado tras intentar violar a una mujer de 75 para acabar con un persistente dolor de cabeza, remedio recomendado por un curandero, informó el diario «China Daily».
El campesino, de la localidad de Taishan (provincia meridional de Cantón), padecía desde hacía una semana dolor de cabeza, pero en lugar de acudir al médico, cuyos precios son prohibitivos para los residentes rurales, decidió visitar a un chamán.
Este le dijo que la única manera de curar el dolor de cabeza era manteniendo relaciones sexuales con una anciana.
Cuando regresaba a su domicilio, el campesino avistó a la septuagenaria, que estaba trabajando sola la tierra, y se abalanzó sobre ella. En ese momento un vecino pasó por el lugar y el presunto violador frustrado huyó.
La anciana denunció la agresión a la policía, que se aprestó a detener al campesino.
Fuente: 20minutos.es
Bajo licencia Creative Commons