Hace más de 50 años, en el 1951, Leo I (Lyons Electronic Office I), un ordenador británico, se convirtió en la primera computadora del mundo destinada a los negocios. Diseñado por Oliver Standingford y Raymond Thompson de J. Lyons & Company, y modelada estrechamente en Cambridge EDSAC, LEO I puso en funcionamiento su primera aplicación de negocios en 1951. En octubre de 1947, los directores de J. Lyons & Company, una empresa de catering británico famosa por sus salones de té pero con fuertes intereses en nuevas técnicas de gestión de oficinas, decidió tomar un papel activo en la promoción del desarrollo comercial de los ordenadores. En 1951 LEO I estaba en condiciones de servicio y se convirtió en el primer ordenador regular para el trabajo en oficinas. En 1954 Lyons formó LEO Computers Ltd para comercializar LEO I y sus sucesores LEO II y LEO III a otras compañías. Las computadoras LEO II fueron instaladas en algunas oficinas britáticas, incluyendo Ford Motor Company, British Oxygen Company y las oficinas de la factoría del ministerio de pensiones de Newcastle.
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¿Cuánto ADN hace falta, entonces, para formar un ser humano? ¿Cuánta información procesa cada ser vivo? Es más, ¿Cuánto ADN en total habrá en el mundo en el que vivimos? Tanto en capacidad de guardar información como en cantidad, las cifras son sencillamente impresionantes.
Supongamos que la tierra es un gran sistema de computación. Esto precisamente es lo que han hecho unos investigadores del centro de Astrobiología y la Universidad de Edimburgo. Todo con la intención de medir cuánto ADN podría haber sobre la faz de la Tierra. Según sus estimaciones, en masa, el ADN existente en nuestro pequeño planeta es de unas 5 por 10 elevado a diez (5×10^10) toneladas de ADN. Es decir, unos 1000 millones de enormes contenedores de carga. Lo que parece muchísimo para algo que mide tan poco que no podemos ver a simple vista. Pero si esta cifra no te impresiona, tal vez lo haga su implicación. Puesto que el ADN es la unidad fundamental de información y su misión es almacenarla procesarla, esto 1000 millones de contenedores suponen una capacidad de unas 5.3 × 10^31 (±3.6 × 10^31) megabases (Mb, que equivalen a un millón de pares de bases).
La cantidad de información almacenada excede cualquier posibilidad de imaginarla. Pero para que nos hagamos una idea, el ADN de la Tierra es unas 10 elevado a las 22 (10^22) veces más rápido procesando que el superordenador más rápido de la Tierra, el Tianhe-2 chino, que cuenta con unos 33.86 PetaFLOPS. Esto supone, en concreto, un poder de computación de unos 10 elevado a 15 (10^15) yottaNOPS. Para quien no lo sepa, yotta significa a su vez 10 elevado a 24 (10^24). Además, necesitaríamos unos 10 elevados a la 21 (10^21) ordenadores como éste para almacenar toda la información que guarda el ADN en total. Aunque hasta ahora se había investigado muchísimo sobre la cantidad de ADN total existente en organismos, es la primera vez que alguien intenta estimar la capacidad en información relacionada con cuánto ADN existe.
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El funcionamiento del puntero en forma de flecha que se usa con los ratones y en prácticamente todos los sistemas operativos responde a una ecuación formulada en 1954 por el matemático Paul Fitts y denominada desde entonces Ley de Fitts.
La ecuación es un modelo de movimiento humano que prediceel tiempo que tardará una persona en desplazar un objeto de un punto determinado a otro. En un principio, la Ley de Fitts estaba pensada para optimizar cadenas de producción en la que diferentes personas debían realizar tareas mecánicas de mover objetos de un lado a otro para ensamblarlos. Sin embargo, en 1978, un estudio de Card, English y Burr utilizó la Ley de Fitts para analizar la efectividad de diferentes dispositivos de entrada. El ganador de todos ellos no fue otro que el ratón. Ese estudio fue el que hizo a Xerox decidirse a comercializar este invento en la primera computadora con ratón incluido, la Xerox Star 8010. Sin La Ley de Fitts quizá hoy no usaríamos ratones.
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Científicos de la Universidad de Exeter han descubierto un nuevo método para producir grafeno más barato y fácilmente.
El grafeno es un material formado por el elemento químico carbono (elemento del grupo IV de la tabla periódica, como el silicio y el germanio), puro sin ningún añadido, sus átomos están dispuestos formando un patrón regular con estructura hexagonal, es similar al grafito (otro compuesto de carbono), pero con una estructura de láminas de un átomo de espesor. Una de sus características más destacadas es que es muy ligero, por ejemplo una lámina de un metro cuadrado tiene una masa de tan sólo 0,77 miligramos. A su vez es 200 veces más fuerte que el acero y su densidad es semejante a la de la fibra de carbono, y comparado con el acero es cinco veces más ligero.
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