Hay muchos más datos recogidos y resumidos en el gráfico completo en The Internet: Then and Now.
El que Grace Hopper (1906 – 1992) sea una de las mujeres clave en la historia de la informática viene, además de por ser una de las primeras programadoras, y además programadora del Mark I (el primer ordenador electromecánico), de que desarrolló el primer compilador.
Aunque por lo que quizás más se la conoce es por popularizar el término “bug” (bicho) para referirse a un error informático.
Tales fueron sus aportaciones a la informática, a las que se unieron también las de su carrera militar, que hasta la marina de EE.UU. puso su nombre a uno de sus destructores, el USS Hopper (DDG-70). También el superordenador Cray XE6 se apoda “Hopper” en su honor.
Cuando el Mark II, de 1944, sufrió un fallo, se detecto que el problema venía de que una polilla había atascado uno de los relés.
Cuando se reportó la incidencia, se pegó el insecto en el informe en papel, refiriéndose al bug (bicho) como la causa del problema.
Posteriormente, Hopper haría popular la expresión “debugging”.
Fuente: Javier Garzás.
Tal vez uno de los primeros ingenios mas sorprendentes que se han descubierto, entendida su maquinaria y revelada su función, haya sido el “mecanismo de Anticitera”. Hablamos del primer instrumento portátil conocido, siglo I a.n.e. aprox., vinculado a la realización de cálculos y predicciones astronómicas y que puede considerarse como la recopilación de todo el conocimiento conseguido en los anteriores milenios, mediante la observación, por las primeras civilizaciones afectas al Mediterráneo Oriental y Mesopotamia. Así, una de sus dos esferas plasma el “ciclo metónico”, que se estudiaba ya en la Babilonia mesopotámica y que remonta sus premisas conocidas a la confección del calendario neo-sumerio de Shulgi a finales del II milenio a.c. en el periodo de Ur III, permitiendo la confección de calendarios vinculados a la Luna y el Sol. La segunda esfera de la máquina de Anticitera refleja el denominado “ciclo de Saros”; un ciclo de Saros cuya instrucción desde la época kassito-babilónica, 1571-1156 a.n.e., facultaba a los sacerdotes templarios, o “tupšar”, el poder predecir eclipses.
Son muchas las preguntas que pueden surgir, tales como la importancia de la maquina de Anticitera como precedente de una “revolución científica” olvidada y que algunos asocian con la destrucción de bibliotecas, caso de Alejandría, llegando, de nuevo.., limitada a Europa a través de fuentes musulmanas y persas; o tal vez: ¿Porque esa necesidad de “controlar el tiempo”, cuando buena parte de la humanidad vivía todavía en el Neolitico..? Existen dos razones básicas que podrían contestar a ésta última pregunta: Una, la primigenia exigencia de las civilizaciones urbanas sumero-acadias de tener un calendario agrario, y una segunda mucho mas importante: Una necesidad religiosa, en el Oriente Próximo desde el II milenio a.n.e. y que se extenderá con posterioridad al mundo grecorromano, de poder datar los acontecimientos divinos relacionados con los astros, debido a la creencia de su extrema repercusión en los devenires socio-políticos del ser humano.
Artículo completo en: LA MENTIRA ESTÁ AHÍ FUERA
Hoy 17 de mayo, se celebra el Día Mundial de Internet. En el año 2005, la Asociación de Usuarios de Internet (AUI) y la Internet Society, decidieron conceder un día al año para celebrar las nuevas posibilidades que brinda la red internet a los usuarios de todo el mundo.
Posteriormente, el 27 de marzo del año 2006, La Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la II Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información, aprobaron designar al 17 de mayo como el Día Mundial de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información.
La ONU declaró en esa oportunidad: “Es necesario contribuir a que se conozca mejor internet para que se convierta en un recurso mundial verdaderamente accesible al público. El 17 de mayo, Día Mundial de la Sociedad de la Información, se celebrará anualmente y servirá para dar a conocer mejor la importancia que tiene este recurso mundial, en especial, las posibilidades que pueden ofrecer las TIC a las sociedades y economías, y las diferentes formas de reducir la brecha digital.”
Para tener mayor información sobre el Día Mundial de Internet, se puede acceder a suweb oficial. En esa web, se puede encontrar información variada sobre éste día, documentos y material gráfico. Por el Día Mundial de Internet, se está utilizando en Twitter el hashtag #diadeinternet, y éste tema ya está entre los trending topic en varios países.
Fuente: Planeta Ip!
«Here is Today« es una web interactiva que nos muestra dónde estamos hoy (Here is today) en comparación con diversos eventos como la aparición de la vida o la historia de la Tierra y del Universo. La aplicación es sencillísima pero muy entretenida e ilustrativa. Os recomiendo entrar y ver toda la secuencia.
Dos décadas antes de que la radio se convirtiera en el medio de comunicación de moda, proliferaban los teléfonos y ciertas iniciativas para terminar con el papel y dar paso a la voz. Sin duda, la idea de ese tipo que mejor funcionó fue el Telefon Hírmondó, todo un periódico telefónico creado por el inventor húngaro Tivadar Puskás que, además, había diseñado ya en 1877 la primera centralita telefónica mientras trabajaba con Edison.
En 1893 comenzó el camino de este periódico telefónico que se extendió por toda la ciudad de Budapest. El modelo de negocio era sencillo y funcionó muy bien durante muchos años. El cliente se comprometía a suscribirse al periódico telefónico durante al menos un año y, a cambio, se le instalaba en su casa un receptor telefónico conauriculares, a través de los que podía enterarse a diario de las noticias, escuchar conciertos y disfrutar de contenido muy variado como si se tratara de una radio… solo que ésta se encontraba en mantillas.
El equipo productor del periódico telefónico se parecía mucho a lo que años más tarde serían los estudios de radio. Contaba con redactores, locutores con envidiables voces y músicos, así como lo último en tecnología telefónica de la época. A principios del siglo XX el periódico telefónico llegó a tener más de seis millares de suscriptores. La red telefónica del periódico se extendía por toda la ciudad como si de un primitivo remedo de Internet se tratara, por medio de un eficaz sistema de transmisión que terminó sus días en tiempo de la Segunda Guerra Mundial, época en la que la radio ya había triunfado pero, sin embargo, el periódico telefónico seguía manteniendo un gran número de suscriptores.
Ampliar en: Tecnología Obsoleta
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«En la historia del e-book hay un eslabón perdido: el libro mecánico patentado en 1949 por una maestra española», afirma a SINC Daniel González de la Rivera. Es el nieto de doña Angelita, una maestra de orígenes leoneses que pasó su vida en Ferrol y que ha merecido su propio espacio en la entrada de Wikipedia sobre la historia del libro electrónico. La Enciclopedia Mecánica ideada por Ángela Ruiz Robles en 1949, con la patente número 190698, podría considerarse un precursor del actual e-reader.
Doña Angelita, como era conocida en su tierra, fue una maestra e inventora nacida en 1895 en Villamanín, que estudió magisterio en León y comenzó dando clases en La Pola de Gordón, aunque pasó la mayor parte de su vida en la localidad gallega de Ferrol. Durante los 80 años que vivió, Ángela inventó, escribió libros, fundó su propia academia, ayudó a los que pasaban por dificultades y cuidó de sus hijas.
Su idea más brillante se materializó en 1949, cuando patentó un libro de texto para los estudiantes que funcionaba con un sistema mecánico de aire a presión, al que se podían añadir diferentes carretes correspondientes a las distintas materias, y al que dio el nombre de Enciclopedia Mecánica.
La Enciclopedia Mecánica
Tal y como se puede leer en la descripción de la patente, el aparato «lleva unas bobinas donde se colocan los libros que se desee leer en cualquier idioma. Por un movimiento de las mismas van pasando todos los temas, haciendo las paradas que se quiera». El despliegue de las bobinas se hacía de forma mecánica, con un sistema que desplegaba los carretes.
La Enciclopedia Mecánica tenía también un hueco en el que iría una calculadora, que no se incluía en el prototipo por la misma razón que la luz y el sonido: todavía no existían máquinas de cálculo tan pequeñas.
Al igual que los lectores electrónicos actuales, el invento de Ángela permitía ‘hacer zum’ mediante una lámina transparente e irrompible que se colocaba sobre las asignaturas, y que podía «llevar la propiedad de aumentos», según la patente.
El texto explica que todas las piezas eran «intercambiables» y que podía colocarse «en perpendicular, facilitando la comodidad del lector, y evitando […] esfuerzos intelectuales y físicos».
Artículo completo en: ileón.com