Una de las formas más originales que existen en el mundo para identificarse sin informar la contraseña: usar el Apple iPhone (de momento no hay versión Android) como si fuera una puerta, en la que golpeamos dos veces con los nudillos y el ordenador se abre saltando el paso del password.
En su página, knocktounlock.com explican los detalles junto a dicho vídeo. En él podemos ver como, después de instalada la aplicación, solo tendremos que golpear dos veces el teléfono, aún estando dentro del bolsillo, para que la pantalla de acceso con clave del Mac desaparezca, siendo compatible con los últimos modelos tanto de Mac como de iPhone (usa tecnología de Bluetooth de bajo consumo de energía), con versión para Windows en desarrollo.
Fuente: wwwhat’s new
Las contraseñas son la pesadilla de la vida del siglo 21. Pero Bionym, una empresa con sede en Toronto ha puesto en marcha una tecnología, que promete cambiar eso.
Fundada por los recientemente graduados de la Universidad de Toronto (Canadá) Foteini Agrafioti y Karl Martin, la empresa desarrolla software biométrico. Su último proyecto puede cambiar la forma de asegurar nuestra información digital en el futuro cercano. El secreto es un latido de distancia. Literalmente. «HeartID es actualmente la única solución disponible comercialmente de autenticación biométrica que utiliza la señal cardiaca,» dice Agrafioti. HeartID Bionym software detecta y distingue el latido único de una persona (señal cardiaca) a través de sensores. La tecnología se puede utilizar para asegurar varios dispositivos con una precisión superior al 99%, aproximadamente el mismo que los actuales sistemas de seguridad habilitados con huellas dactilares. Pero mientras que las huellas requieren un golpe intencional, y la facial un software de reconocimiento del iris que requiere una colocación cuidadosa de la cara de una persona por delante de una cámara, un latido del corazón es mucho más infalible y conveniente.
Un modelo de demostración de HeartID en la sede Bionym muestra cómo funciona esta tecnología. Al sujetar un dispositivo parecido a un ratón de ordenador con conexión con sensores incorporados, el PC reconoce a la persona autorizada del ritmo cardíaco único y les permite acceder al sistema sin tener que introducir una contraseña.