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Diversos buscadores
Exalead, multinacional francesa especializada en soluciones de búsqueda y acceso a todo tipo de fuentes de información, ha anunciado el lanzamiento de Tweepz, un motor de búsqueda basado en el núcleo de la tecnología de Exalead y desarrollado por Jochem Prins. Tweepz cuenta actualmente con casi 4 millones de tweeps, usuarios de Twitter indexados en su base de datos. Su principal objetivo es facilitar la búsqueda de información de interés para el usuario, a través de filtros de consulta que permite limitar las búsquedas para incluir o excluir datos.
Las consultas pueden realizarse por el número de seguidores, la geografía, información en la biografía o el nombre. También permite filtrar los resultados por criterios como el idioma y palabras clave. Los resultados se despliegan divididos en rangos de porcentajes y actualizaciones. Además, dispone de RSS para consultas específicas.
En el futuro, Exalead espera incluir el índice de contenido de usuarios de Twitter de sitios recomendados, “URL designado” o enlaces que se incluyen con frecuencia en tweets. Estás mejoras ofrecen un alcance mucho más significativo a los resultados de la exploración.
El buscador ha sido desarrollado por el consultor holandés Jochem Prins, experto de Exalead. Para su creación, se centró en el contenido de los usuarios más recientes tweets, lo que originó Tweepz, un servicio de búsqueda libre y mucho más profunda. Prins, también señala que Exalead podría empezar a utilizar Tweepz en el índice público de otros servicios de microblogging y redes sociales. Además, de llevar la aplicación a un entorno empresarial.
Rocío López Piñero, Responsable de Comunicación y Marketing de Exalead, ha destacado la facilidad y el ahorro de tiempo que ofrecen las tecnologías de la compañía y la posibilidad de utilizar estás aplicaciones, ya sea en el interior de la empresa o en la Web. “Con Tweepz basta con introducir el nombre, palabras claves que aparecen en la biografía de una persona que está buscando para llevar a cabo una búsqueda con las coincidencias que más se asemejen a la consulta”, explicó.
Fuente: Cibersur.com
El servicio de búsquedas distribuido, Wikia Search, impulsado por Wikia, la empresa de Jimmy Wales, no va más. Wales anunció el cierre del proyecto el pasado 31 de marzo. Wales justifica el cierre en la situación económica actual, e insiste que en algún momento volverá a apostar por los buscadores. Asegura, además, que el software libre es capaz de estar ahí. Si la noticia anterior fue que Encarta cerraba ante el empuje de otra forma de buscar y consumir información (esto es, ante la Wikipedia), ahora nos encontramos con un buscador de código abierto que pretendía poner a la persona «por encima de los algoritmos» y «acabar con el «oscurantismo» de los buscadores actuales debe cerrar su desarrollo. Una lástima.
Fuente: Barrapunto
Varios ex ingenieros de Google lanzan el lunes su motor de búsqueda «Cuil», el más reciente de una larga serie de competidores de Google, que se centra en el contenido de una página y presenta los resultados de búsqueda en un formato más parecido a una revista en lugar de un índice vertical de vínculos en internet.
Una ex ingeniera de la empresa, Anna Patterson, produjo años atrás un motor de búsqueda en internet con resultados tan espectaculares que Google Inc., la empresa puntera del ramo, adquirió esa tecnología en 2004 para mejorar su sistema.
Patterson cree que su invento más reciente es todavía más valioso, pero esta vez no está en venta.
En lugar de ello, Patterson piensa que el nuevo motor aventajará a Google, empresa de la que partió en 2006 para desarrollar una forma más amplia y eficiente de navegar por la internet.
Para ello diseñó el motor «Cuil» (que se pronuncia como «cool», en inglés). Respaldada por una inversión de 33 millones de dólares de capital inicial, ese motor de búsqueda tenía programado comenzar el lunes a procesar solicitudes de los usuarios por primera vez.
«Cuil» fue mantenido discretamente mientras Patterson, su esposo Tom Costello y otros dos ex ingenieros de Google _ Russell Power y Louis Monier _ intentaban encontrar la forma de mejorar el método de búsqueda.
Empero, llegó ahora el momento de lanzar las campanas al vuelo.
Para empezar, el motor de búsqueda de Cuil abarca 120.000 millones de páginas de internet.
Patterson cree que es por lo menos tres veces mayor que el índice de Google, aunque no hay forma de comprobarlo. Google dejó de publicar la longitud de su índice hace casi tres años, cuando catalogó 8.200 millones de páginas de internet.
«Cuil» no divulgará la fórmula que desarrolló para abarcar más páginas de internet con muchos menos computadores que Google. Y Google se niega a admitirlo: la vocera Katie Watson afirmó que la empresa sigue creyendo que su índice es el mayor.
En lugar de intentar copiar el método de Google para cuantificar y cualificar sus enlaces con páginas de la internet, Patterson sostiene que la tecnología de Cuil se centra en el contenido de una página.
«Cuil» presenta los resultados de búsqueda en un formato más parecido a una revista en lugar de un índice vertical de vínculos en internet. Los resultados de «Cuil» aparecen con más fotos colocadas horizontalmente en la página e incluyen barras laterales que pueden ser pinchadas para obtener más información sobre tópicos relacionados con la búsqueda original.
Finalmente, Cuil espera atraer tránsito con la promesa de no retener información sobre el historial de búsqueda de sus usuarios o tendencias de búsqueda, como hace Google, para sorpresa de los grupos activistas defensores de la privacidad.
«Cuil» es el más reciente de una larga serie de competidores de Google.
La lista incluye empresas novatas como Teoma (cuya tecnología pasó a ser el caballo de batalla de Ask.com), Vivisimo, Snap, Mahalo y, últimamente, Powerset, adquirida este mes por Microsoft Corp.
Incluso tras invertir centenares de millones de dólares en motores de búsqueda, tanto Microsoft como Yahoo Inc. han perdido terreno ante Google. Hasta fines de mayo, Google copaba el 62% del mercado de búsqueda en la internet en Estados Unidos, seguido por Yahoo con un 21% y Microsoft con 8,5%, según la firma de mercadeo cibernético comScore Inc.
Fuente: The Associated Press
Me encuentro en el ABC un artículo de Javier Cremades, titulado “El reto de Google“, en el que denuncia la actitud del buscador con respecto al contenido de terceros y lo define, en cita textual, como “un claro caso de aprovechamiento del esfuerzo ajeno”. La actitud de Javier Cremades ante Google la conozco desde hace ya mucho tiempo, y la defino como de querer revolver el río para provocar así la ganancia del pescador; en este caso, la del propio Javier Cremades. Hace tiempo que el propio Javier me consultó con respecto a una posible demanda a Google en este sentido, consulta a la que respondí que no tenía ni pies ni cabeza, y que era conceptualmente errónea. Cuando más adelante me preguntó si estaría dispuesto a acudir a un juicio como perito, le respondí que sí, pero que en caso de ir, defendería las tesis de la parte contraria, lo cual seguramente no era lo que él estaba buscando. Y finalmente, cuando hablando con uno de los grupos editoriales con los que tengo contacto habitual, salió en la conversación la posible demanda de la Asociación de Diarios Españoles, AEDE, contra Google News, la respuesta fue inequívoca: “esa demanda no nos interesa, al único que le interesaba era al abogado que pretendía llevarla”. Ahora, tras ver casos como el de Viacom en Estados Unidos o el de Telecinco en España, Javier Cremades vuelve a intentar revolver el río, a ver si con ello consigue aprovecharse de sus artes como pescador.
Teje Javier Cremades su razonamiento con una serie de importantes e interesados agujeros conceptuales: pretende que en todo momento veamos a Google como un proveedor de contenidos, cuando la rigurosa verdad es que Google no lo es, o lo es sólo en casos excepcionales. Lo que hace Google es, como reza su misión corporativa, “organizar información proveniente de todo el mundo y hacerla accesible y útil de forma universal”: Google indexa la información, y permite que, ante la enorme profusión de la misma, los usuarios puedan encontrarla mediante criterios de relevancia. Parece ser que además, hace esto mejor que ningún otro, lo que propicia que hoy hablemos en la red de un A.G. y un D.G., un antes y después de Google. Antes de Google había otros buscadores, pero ya casi ni los recordamos: eran mucho más lentos, tenían páginas más incómodas y recargadas, y sobre todo, devolvían resultados mucho menos relevantes. Google cambió todo esto, y los usuarios acudieron en legión. Si mañana alguien inventa una manera mejor para ser más relevante, o los usuarios simplemente quieren irse a otro sitio porque no se encuentran cómodos en Google, pueden hacerlo. La salida está a solo un clic de distancia.
Omite interesadamente Javier Cremades que el que la información de una página aparezca indexada en las búsquedas de Google es algo completamente voluntario. Un simple comando “DISALLOW” en el fichero ROBOTS.TXT provoca automáticamente que la arañita del buscador deje de indexar tu página, sin que tengas ni siquiera que pedírselo. Si quieres tener una página que no aparezca en Google, es tan sencillo como eso. Si quieres quedarte fuera, si te parece que Google se aprovecha de tu trabajo, dale a la araña con la puerta en las narices. Así de sencillo. En el caso de Google News, la pertenencia al servicio como proveedor de información es asimismo completamente voluntaria. ¿Por qué, entonces, no se dan de baja aquellos que piensan que Google se aprovecha de su trabajo? Porque simplemente, no es así. Google no reproduce más que un pequeño extracto de la información (utilizando el derecho de cita, pero permitiendo al medio, repetimos, excluirse si no desea ser citado), la indexa adecuadamente, y devuelve, en intercambio, en el caso de España, nada menos que entre un 40% y un 60% de las visitas que una página media recibe. Si te quieres salir del sistema, hazlo… perderás entre un 40% y un 60% de tu tráfico, pero allá tú, de suicidas está el mundo lleno. En el fondo, Google es como un autobús: recorre la web, se llena de interesados en tu contenido, se para en tu puerta y los deja salir. ¿Intentarías cobrarle una comisión al conductor del autobús por permitirle detenerse ante tu puerta? No, todo lo contrario, a no ser que estés tan imbuido de soberbia que te creas el centro del mundo. Ah, pero es que durante el viaje, el conductor del autobús añade su publicidad, con criterios de utilidad para el viajero, y así, con ese sistema tan sencillo consistente en generar atención, segmentarla adecuadamente y revenderla a los anunciantes, ha conseguido convertirse en una de las empresas más valoradas del mundo. Ahora, entonces, vienen algunos y pretenden llevarse una parte de lo que Google genera: como ellos no lo supieron ni lo saben hacer, pretenden aprovecharse de lo que Google sí sabe hacer, y pretenden llevarse una comisión a cambio de “dejarse indexar”. ¿Quién decíamos que pretendía aprovecharse del trabajo ajeno? Es curioso, ¿no?: en unos pocos párrafos, ya le hemos dado completamente la vuelta al débil argumento de Javier Cremades en su artículo de ABC. Y es que la hipotética demanda por la que Javier Cremades suspira, como diría Groucho Marx, no tiene nada que ver con ser prostituta o dejar de serlo, sino únicamente con discutir el precio.
Pero llevemos el tema un poco más allá: si no quieres Google, eres libre de prescindir de sus servicios. En ese caso, perderías mucho de tu tráfico y, posiblemente más importante, gran cantidad de tu influencia: desaparecerías de la vista de millones de usuarios de Internet. Tu medio caería en la zona que nadie ve del “quiosco digital”. Que le pregunten a El País como le fue en la temporada en la que torpemente decidió cerrar su web: el peor resultado no fue el hecho de montar un negocio ruinoso, sino el de desaparecer de Google. El periódico perdió gran parte de su valor como referencia en la prensa digital española, algo que aún hoy en día lucha por recuperar. Únicamente en el caso de que todos los periódicos consiguieran ponerse de acuerdo para autoexcluirse voluntariamente de Google, podría éste tener un problema: sus resultados correrían el riesgo de dejar de ser relevantes para el usuario, y éste podría pensar en irse a otro buscador que le entregase resultados “completos”, periódicos incluídos. Sin embargo, la posibilidad de que esto ocurra es remota: ni los mismos periódicos se ponen de acuerdo, ni tienen posiciones homogéneas, y menos aún si introducimos en la ecuación a otros medios como los gratuitos, los portales, o los blogs y nanomedios. En resumen: la protesta de Javier Cremades, como le dije a él mismo en su momento en persona, no tiene ni pies ni cabeza, no se sostiene, y sólo beneficiaría, en caso de producirse, al que siempre cobra, en dinero y en atención, sea cual sea el resultado de la misma: al abogado.
DISCLAIMERS: Pertenezco al Consejo Asesor de Cremades & Calvo Sotelo, un consejo en el que, como el propio Javier me dijo en su momento, no tengo obligación alguna de defender las mismas posiciones que el despacho, y en el que parte de mi valor está representado por la capacidad de aportar opiniones que en muchos casos son diferentes o disonantes con respecto a las sostenidas por otros miembros. La posición como miembro del Consejo Asesor no es remunerada. Con Google, aparte de haber dado clase a varios de sus empleados en diversas partes del mundo, de tener muy buenos amigos entre sus cuadros directivos, y de haber tenido un cierto papel en sugerir la concesión del MBA Honoris Causa por el Instituto de Empresa a sus fundadores, Larry Page y Sergey Brin, en Septiembre de 2003, no me une relación alguna.
Fuente: El Blog de Wnrique Dans
Bajo licencia Creatiive Commons
uscar datos de personas en internet dejó de ser una actividad realizada únicamente por ex novios o amigos de la infancia. Hoy día hasta las empresas se dedican a buscar antecedentes de sus empleados o futuros trabajadores.
Y en medio de esa fiebre, Google no es la única manera de realizarlo.
Gina Trapani, programadora norteamericana y editora del sitio Lifehacker, sitio dedicado al software aplicado a la productividad personal, relató cuáles son las herramientas más populares en la web para dar con toda la información online de cualquier persona.
Teléfonos y direcciones
El buscador de personas ZabaSearch brinda números y direcciones listadas y no listadas públicamente. Esto es posible debido a que los fundadores aseguran que toda la información es pública.
Buceando en lo profundo
Pipl es un motor de búsqueda con más resultados que Google debido a que navega en las profundidades de la web. Brinda una gran cantidad de resultados de las personas que usan su nombre real online, como páginas personales, colaboraciones en la prensa, perfiles en MySpace y listas de Amazon. Incluso, permite refinar la búsqueda por ciudades, estados o países.
Redes sociales
Suele suceder que una misma persona posee una cuenta en Friendster, Linkedin, MySpace, Twitter o Xanga. Por ello, en vez de realizar una búsqueda sitio por sitio, se puede ingresar en Wink.
El motor de búsqueda de trabajos ZoomInfo reúne la información de personas y compañías en un solo lugar para ayudar a los candidatos a encontrar el trabajo indicado. La herramienta de búsqueda de personas también devuelve información sobre las empresas, y sobre todo de las grandes, indica un artículo de InfobaeProfesional.
Facebook merece una mención aparte, ya que dejó de ser exclusiva para estudiantes y es una buena manera de encontrar viejos amigos o conocidos.
«Who is This Person»
Se trata de una extensión de Firefox, el popular navegador web. Si se buscan amigos online con mayor frecuencia, se puede rastrear en una tonelada de motores por el nombre de la persona usando «Who Is This Person? Firefox extensión«.
Para ello, sólo hay que marcar el nombre en cualquier página web y buscarlo en Wink, LinkedIn, Wikipedia, Facebook, Google News, Technorati, Yahoo Person Search, Spock, WikiYou, ZoomInfo, IMDB, MySpace y otros motores de búsqueda desde el menú de Who Is This Person?
Tipear nombres en este motor de búsqueda es una actividad cotidiana en el mundo, aunque cuesta encontrar información detallada. Una de las maneras de refinar la búsqueda es encerrar entre comillas el nombre a buscar y además incluir palabras relevantes a la búsqueda, como la profesión, el lugar donde trabaja o su nickname.
Si la persona que está buscando sólo puede aparecer en un sitio en particular (como por ejemplo una escuela), hay que buscar solamente en ese sitio usando el operador: «site:ucla.edu «Juan Pérez».
Fuente: LaFlecha.net
Desde diversas fuentes se informa de un estudio realizado por el University College de Londres sobre el modo en que los jóvenes nacidos tras la llegada de internet – a los que a veces se ha dado en llamar la generación google – manejan la información. Yendo al grano, el resumen es que no son demasiado buenos en esto.
Aunque son habilidosos a la hora de buscar información de forma rápida, no son demasiado buenos procesándola, concluye el estudio, mencionando su “impaciencia al buscar y navegar, y la tolerancia cero con cualquier retardo que afecta a sus necesidades de información”. Esto preocupa a los investigadores, que creen que las bibliotecas y las instituciones educativas deben reaccionar.
Un asunto importante. Pero yo estoy más interesado en saber en qué, si es que hay algo, destaca la generación Google. Parece justo decir que su entorno tecnológico, sin precedentes históricos, debe haberles llevado a pensar en formas diversas. Así pues, en un mundo en el que las conexiones han experimentado una gran alza ¿cuáles son las habilidades que han aumentado gracias a esto?
Mi primera suposición es para la multitarea, ya que las tecnologías de comunicación e internet fomentan la elasticidad al tener que hacer frente a múltiples actividades.
¿Algún lector puede arrojar más luz sobre en qué campos puede sobresalir esta “generación google” y que los “carrozas” del lugar no puedan hacer igual de bién? ¿Y qué cosas podrán hacer los recién nacidos de hoy en día – tal vez la “generación web 2.0? – que resulten impensables para los nacidos antes de la llegada de la red de redes?
Fuente: Maikelnais blog
Jimmy Wales, el fundador de proyectos tan populares como la Wikipedia, la enciclopedia más visitada de la Red, acaba de presentar Wikia Search, un servicio de código abierto que pretende dotar a las búsquedas en Internet de la transparencia que, según él, no ofrecen otras páginas como Google o Yahoo.
El proyecto Wikia Search reúne las tecnologías básicas que debe incorporar un motor de búsqueda, con su propio algoritmo de código abierto, frente a los de código propietario de los buscadores con los que compite. Su mayor baza es que permite a los usuarios filtrar y votar los resultados, creando un modelo de comunidad similar al de la Wikipedia, y cuyo fin es aportar valor añadido a las búsquedas convencionales. Ahí entra en juego el criterio de transparencia que tanto ha promocionado su creador desde que anunció el proyecto, a finales de 2006: los internautas pueden ver en función de qué criterio han llegado hasta ahí los resultados que se muestran en cada página. Además, este buscador resta importancia a la clasificación masiva de resultados a cambio de priorizar la votación de sus colaboradores.
Basado en cuatro principios organizativos, Wikia Search trata de cambiar el futuro de las búsquedas en Internet mediante conceptos como la transparencia, para que todo el mundo sepa cómo funcionan los algoritmos de búsquedas; el sentimiento de comunidad, que todos los usuarios puedan contribuir a los resultados que se muestran y establezcan relaciones entre sí; la calidad, con el argumento de que el ser humano siempre puede mejorar los resultados que ofrecen las máquinas; y la privacidad, protegiendo los datos de los usuarios y sus preferencias de búsqueda.
Wikia Search se ha presentado en fase de desarrollo (lo que se conoce como versión alfa), por lo que aún tiene muchos aspectos que mejorar. Los resultados que muestra en su estreno no pueden competir en cantidad con los que aparecen en los buscadores de la competencia, aunque tampoco es su objetivo.
Resultados mejorables
Las voces más críticas se han apresurado a expresar que los resultados de las búsquedas son pobres y escasos, mientras sus defensores reiteran que se trata de una versión alfa, lanzada fundamentalmente para que los desarrolladores puedan empezar a colaborar con ella. Al fin y al cabo, Wikia Search es un proyecto que construyen los propios usuarios día a día, y ese tipo de trabajo no puede lanzarse en condiciones óptimas. De hecho, la página que define parte de los principios de este buscador colaborativo ya indica que son «conscientes de que la calidad de los resultados de búsqueda es baja», matizando que los resultados mejorarán en las próximas semanas, cuando los voluntarios empiecen a colaborar con el proyecto.
El sistema ideado por Wales precisa de tiempo para evolucionar ya que, según han destacado los expertos, el servicio inicial no muestra las verdaderas posibilidades del buscador. Los usuarios que decidan colaborar con el proyecto tendrán que empezar a trabajar en él, del mismo modo que la Wikipedia comenzó con unas pocas entradas hasta convertirse en la enciclopedia más visitada de Internet.
Hombre versus máquina
La diferencia principal entre Wikia Search y sistemas de búsquedas como los de Google o Yahoo es que, mientras estos basan sus resultados en los algoritmos matemáticos, el primero agrega el factor humano para el organizar los resultados de su propio algoritmo, creando una especie de red de mejora adicional a lo que ofrecen las máquinas. A través de este componente social, las personas que colaboran con este proyecto pueden establecer relaciones entre sí.
Cada resultado muestra el nombre de la página, una descripción, la dirección web, un acceso a la página disponible sin conexión y una cifra que indica la valoración y la relevancia del resultado. Los usuarios registrados puede contribuir a la mejora de las búsquedas, a la vez que cuenta con una ficha con su perfil en la que se pueden ver sus aficiones, su listado de contactos, álbumes de fotos, y la cantidad de información que quiere mostrar al resto de los usuarios de Wikia Search. A ello hay que añadir que en cada página de resultados ofrece la posibilidad de discutir sobre la misma.
Mientras las propuestas colaborativas y de código abierto proliferan en la Red, a la vez surgen algunas voces que critican estos sistemas calificándolos de subjetivos, olvidando que los algoritmos de búsqueda también pueden programarse con criterios más o menos parciales. Existe cierto recelo sobre qué pasará con los resultados cuando las personas que contribuyan en el proyecto puedan introducir su criterio subjetivo para ordenar los resultados.
No obstante, el hecho de que sean los propios usuarios le ha valido a proyectos con la misma filosofía, como la Wikipedia, más de un disgusto. Su filosofía de «cualquiera puede editar» ha tenido que modificarse en varias ocasiones para evitar el vandalismo y las definiciones interesadas, y esto no ha frenado su éxito. Aún resta saber si este tipo de modificación de principios afectará también a Wikia Search.
Wales ha pretendido revolucionar los sistemas de búsqueda, dando la palabra a actores que tradicionalmente no han tenido la posibilidad de intervenir. Su intención es la de crear un buscador cuya esencia reside en que el ser humano puede aportar un valor que las máquinas no pueden igualar. Lo que no se puede prever es si conseguirá colaboradores suficientes y si el criterio de éstos será bien recibido por los que entran a buscar resultados.
Fuente: Publico.es
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De acuerdo al primer informe mundial de qSearch 2.0 los latinoamericanos fueron los que más búsquedas realizaron en los motores de búsqueda (Google, Yahoo, etc) en agosto del 2007. Para llegar a esta afirmación se tienen en cuenta la cantidad de búsquedas que realizó cada usuario, que en esta parte del continente se situó en 95 búsquedas por usuario. Sin embargo, el informe contiene muchos datos más valiosos. A saber:
– En agosto 2007 se realizaron 61 mil millones de búsquedas en el mundo.
– La región del pacífico de Asia (China, Japón, India) lideró este rubro con 258 millones de buscadores (personas que utilizaron esa herramienta) que realizaron más de 20 mil millones de búsquedas. Europa estuvo segundo con 210 millones de buscadores y 18 mil millones de búsquedas; Estados Unidos 206 millones/16mil millones y Ãfrica 30 millones/2 mil millones.
-Discriminando por sitio, Google tuvo 37 mil millones de búsquedas (31 mil en Google y 5 mil en Youtube), le siguió Yahoo con 8.5 mil millones, el sitio chino Baidu con 3.2 mil millones. Los sitios de Microsoft se ubicaron cuartos, mientras que la corporación coreana que posee Naver.com quedó³ quinto con 2 mil millones de búsquedas.
-El informe señala que los números muestran que sigue siendo una gran oportunidad para el marketing y la publicidad aprovechar los incesantes crecimientos en el número de usuarios de Internet y de la actividad que cada uno de ellos tiene en la red.
Fuente: MZBlog
Google ha bloqueado la campaña de Adsense en Europa de la compañía de lencería norteamericana Pampered Passions, ya que el buscador ha considerado que su contenido era sólo para adultos. La campaña animaba a los hombres a comprar lencería para sus parejas estas Navidades, pero el tono y la piel que se mostraba en los anuncios ha alarmado a Google.
Un representante de Google declaró que: «el anuncio ha sido rechazado por su contenido para adultos. Sólo se aceptarian imágenes para toda la familia. Las imágenes que se han clasificado como no aptas para menores o de contenido para adultos se han rechazado y no se publicarían. Su imagen contiene desnudos y temas para adultos».
Por su parte, Pampered Passions publicó su respuesta al comunicado de Google: «La negativa de Google para publicar anuncios que son totalmente aceptables para el público del Reino Unido en su red se está convirtiendo en algo cada vez más frecuente. Google es una compañía norteamericana y aunque puedan parecer «cool» y «liberales» en los Estados Unidos, sus polÃticas parecen más bien conservadoras para el público europeo. La prohibición de una campañía de anuncios no más rudos que una broma de Navidad y con menos carne que un catálogo de bañadores parece bastante «uncool» para nosotros.
Fuente: OjoBuscador
La red puede suponer un lucrativo negocio no sólo para las empresas, sino también para aquellos delincuentes informáticos que encuentran en Internet una forma fácil y segura de ganar dinero a costa de los demás, según señaló el presidente de Kaspersky Lab, Eugene Kaspersky, durante una conferencia impartida en la feria tecnológica SIMO en Madrid.
Los delitos informáticos pueden tomar diferentes formas más allá del conocido «pirateo informático» de los ‘hackers’: el ‘phishing’ (crear una copia falsa de una página que el engañado suela visitar para hacerse con sus datos) o el ‘spam’ (envío indiscriminado de publicidad) son sólo algunos ejemplos de un problema que afecta tanto a individuos como a empresas.
«Muchos de ellos pueden llegar a ser millonarios», declaró Kaspersky en una entrevista con Reuters. «No informan de sus ingresos, por supuesto, pero me consta que pueden llegar a ganar miles de millones de dólares, y no me extrañaría que algunos ganasen más que la compañía de seguridad».
Kaspersky estimó que en 2007 más de 1,2 millones de ordenadores habrán sufrido los efectos del «malware»: un tipo de programa destinado a causar daños en un ordenador u obtener información de su usuario.
La búsqueda de beneficios, el desarrollo de nuevos negocios y el bajo riesgo de ser atrapado son, según el experto ruso, las principales causas del incremento del crimen electrónico.
«En Rusia, por ejemplo, hay un problema con la ley. Si alguien mata a otra persona en la calle, la policía puede comenzar a investigar partiendo del hecho: el cadáver», indicó Kaspersky.
«Pero en el caso del crimen electrónico, no pueden intervenir si no hay una denuncia. Algunas veces la policía tiene toda la información sobre el criminal: el nombre, la dirección, la edad: todo…Pero no tienen una denuncia.
«A algunas víctimas no les gusta informar, así que no pueden realizar detenciones».
Otras de las claves señaladas fueron la falta de sentimiento de culpabilidad, ya que Internet facilita que la víctima no quede asociada a ningún rostro, y la facilidad técnica para delinquir en la red.
«En Brasil, hace unos tres años, había un grupo de unas treinta personas, y no todos ellos eran ‘hackers'», explicó.
«Un par de ellos desarrollaban virus troyanos y los distribuían, y el resto de gente se encargaba de recabar información de las víctimas, de procesarla, robar el dinero y esconderlo».
«Es como un negocio: hay jefes y hay trabajadores», apostilló.
Para combatir este problema, Kaspersky señaló la necesidad de mejorar la coordinación entre países a través de Interpol, de educar a los usuarios para prevenir posibles ataques y de utilizar productos y tecnologías efectivas.