GPS es muy útil para encontrar una ruta, pero también podría ser capaz de resolver cuestiones fundamentales de la física. Un análisis de las órbitas de los satélites GPS insinúa que la Tierra es más pesado que el pensamiento, tal vez debido a un halo de materia oscura.
La materia oscura se cree que representan alrededor del 80 por ciento de la materia del universo, pero poco más se sabe de élla, incluyendo su distribución en el sistema solar. Se insinúa que este material podría rodear la Tierra, los datos provienen de las observaciones de las sondas espaciales, varias de las cuales cambiaron sus velocidades de forma inesperada mientras volaban junto a la Tierra . En 2009 , Steve Adler , del Instituto de Estudios Avanzados en Princeton , Nueva Jersey, mostró cómo la materia oscura unida por la gravedad de la Tierra podría explicar estas anomalías.
Ben Harris de la Universidad de Texas en Arlington se preguntó si la materia oscura también podría afectar a los satélites. «Lo bueno de los satélites GPS es que sabemos sus órbitas muy, muy bien «, dice . De nueve meses de datos de los satélites GLONASS , GPS y Galileo , calculó la masa de la Tierra como » sentido» por cada uno.
En una reunión de la Unión Geofísica Americana en San Francisco en diciembre, informó de una cifra promedio que hubo entre 0,005 y 0,008 por ciento mayor que el valor de la masa de la Tierra establecida por la Unión Astronómica Internacional . Un disco de materia oscura alrededor del ecuador, de 191 kilometros de espesor y 70000 km de diámetro puede explicar esto, afirmó.
Harris todavía tiene que dar cuenta de las perturbaciones a las órbitas de los satélites debido a la relatividad y la atracción gravitatoria del sol y la luna. Es más, los datos preliminares de la sonda Juno de la NASA, también presentados en la reunión de AGU , sugiere que su velocidad fue la esperada, ya que voló cerca de la Tierra, poniendo en duda las anomalías anteriores.
Pero si la explicación de Harris es correcta, los satélites podrían revelar las propiedades de la materia oscura, como si sus partículas interactúan entre sí.
Este artículo apareció impreso bajo el título «GPS satellites hint at Earthly dark matter»
Fuente: NewScientist
Reticare, es la marca de una lámina que, a cambio de un nada módico precio, supuestamente protege a los usuarios de dispositivos con pantallas iluminadas por LED (móviles táctiles, tabletas, etc.) de lo que la propia empresa vendedora califica como “luz tóxica“, unas malvadísimas radiaciones que por lo visto nos van a dejar a todos ciegos. Una afirmación que resulta tremendamente chocante, la verdad. Pero tranquilos: según nos explica también la empresa, el producto está avalado por los trabajos de investigación de un grupo de científicos de la Universidad Complutense de Madrid.
En fin, un aval científico tan impresionante como… bueno, digamos que poco consistente. Lo cuenta muy bien el prestigioso blog Ocularis en esta entrada, de la que reproduzco un par de párrafos:
Voy a intentar resumir tanto artículo con un párrafo. Los ojos trabajan con luz, necesitan la luz para ejercer su función. Es un órgano que está expuesto a la radiación solar en todos los animales, incluidos nosotros. La evolución ha ido adaptando y modificando el órgano para que no se deteriore, como es fácil de suponer. No se ha demostrado que una exposición normal a la luz solar sea perjudicial, y no se ha demostrado que ninguna protección o barrera prevenga de enfermedades oculares. No se ha demostrado que se produzca un deterioro de la retina debido a la luz visible más energética (luz azul), y no se ha demostrado que filtrando esta luz azul prevengamos de daños en la retina. Por otra parte, la luz solar es más intensa y energética que la luz artificial que se originan en pantallas LED. Si con la dosis más alta los filtros no son útiles, con la dosis más baja, la plausibilidad es incluso menor.
Profundizar en más explicaciones sería repetir lo mismo de lo que ya hablé en la serie de las lentes intraoculares amarillas. Pero también hay información en otras webs. Quien quiera leer más sobre el tema recomiendo dos artículos del blog La mentira está ahí fuera, una lectura muy recomendable. En el primero se contraponen las afirmaciones de los vendedores del Reticare con la evidencia científica. En el segundo hacen un análisis del estudio en el que se basa la comercialización del Reticare. El estudio, efectivamente, ofrece serias dudas metodológicas, dudas éticas sobre conflicto de intereses, y por su propio diseño no sirve para dar validez a ningún filtro. De hecho, no se puede hacer ninguna afirmación clínica ni práctica a partir de él.
Vamos, que la hipótesis de partida (lo de la peligrosidad de la “luz tóxica” de los dispositivos) es más que dudosa, y los estudios científicos ni parecen nada sólidos ni realmente tienen nada que ver con el dichoso filtro.
Por su parte, la empresa Reticare ha aportado nuevas evidencias científ… ah, no: ha intentado que Ocularis retire la entrada. Ya saben: a falta de argumentos científicos, exhiben su musculatura legal. Con lo feo que está eso de mandar una carta de un bufete de abogados en vez de un puñado de referencias a estudios serios o, no sé, una felicitación navideña…
En cualquier caso, les remito a las entradas de Ocularis o La mentira está ahí fuera (o a lo que cuenta hoy en Naukas el bueno de Arturo Quirantes) en cuanto a los fundamentos científicos (o más bien la falta de fundamentos científicos) de Reticare. Por mi parte la cuestión que me planteo es la de la participación de la Universidad Complutense. ¿Saben los responsables universitarios que se está empleando su aval de una forma tan… bueno, tan poco consistente? Si no lo saben, ¿es que no verifican, aunque sea mínimamente, quién y para qué emplea ese sello de calidad? Y, si lo saben, ¿no les importa ver su prestigio académico e investigador comprometido de esa manera?
El caso de Reticare y la Complutense no es único, pero sí sintomático. Y quizá va siendo ya hora de que alguien empiece a elaborar un diagnóstico y proponer una cura.
Fuente: La lista de la vergüenza
Autor: Fernando Frías
Una buena noticia llega por parte de la British Library, y es que ésta anunció que un millón de imágenes habían sido publicadas en su cuenta de Flickr Commons para que cualquiera de nosotros pueda utilizarlas y publicarlas en cualquier contexto.
Las imágenes se componen de una colección de obras del siglo 17, 18 y 19 que han sido escaneadas y digitalizadas por Microsoft, y que posteriormente han sido cedidas a la British Library que fue quien decidió hacerlas de dominio público. Entre la colección podremos encontrar una gran variedad de temas, como mapas, diagramas geológicos, ilustraciones artísticas, tiras cómicas, cartas decorativas, paisajes, obras pintadas en muros y muchísimas categorías más que podremos encontrar si exploramos en detalle la galería.
También hay un pequeño objetivo en el hecho de haber publicado todas estas imágenes, y es que los bibliotecarios no tienen claros demasiados detalles de las imágenes incluidas en la colección (sí conocen de qué libros han sido extraídas, pero no qué significa cada una de ellas). Por ello, pretenden que sea el público quien pueda brindar también algunas respuestas, y por ello se estrenará pronto también una colección de herramientas que los participantes podrán utilizar para recolectar información y aumentar el conocimiento de todo lo relacionado con cada obra de la Flickr Commons collection.
Los estudiantes pronto podrán ser capaces de alcanzar y tocar algunos de los conceptos teóricos que se imparten en clases de física gracias a una novedosa idea concebida por un grupo de investigadores del Imperial College de Londres. En el nuevo estudio publicado el nueve de diciembre, en la revista EPL, los investigadores han demostrado con éxito que la complejidad de la física teórica se puede transformar en un objeto físico utilizando una impresora 3D.
En sólo ocho horas, y un costo de alrededor de 15 euros, fueron capaces de utilizar una impresora 3D disponible en el mercado para crear su propio objeto de 8 cm3 basado en un modelo matemático que describe cómo se pueden iniciar los incendios forestales y la forma en que finalmente se extienden a través del tiempo .
Los investigadores han llamado al enfoque «Sculplexity«, que también podría ser utilizado para producir obras de arte basadas en la ciencia, o transformar la manera en que las ideas y conceptos se presentan y discuten en la comunidad científica .
Coautor del estudio, el Dr. Tim Evans, un físico teórico del Imperial, dijo: «El trabajo fue inspirado por una visita al Museo Albert Museum en Londres, donde me encontré con el primer objeto que se imprimió en 3D que el museo había adquirido.
«El objeto era una mesa inspirada en las estructuras arbóreas que se encuentran en la naturaleza, que es un ejemplo de un proceso de ramificación que se encuentra comúnmente en los sistemas complejos de la física teórica. Esto me llevó a pensar, ¿qué otros procesos familiares para la física podrían ser convertidos en un objeto impreso en 3D? »
Coautor del estudio, el Dr. Tim Evans, un físico teórico del Imperial, dijo: «El trabajo fue inspirado por una visita al Museo de Victoria y Alberto en Londres, donde me encontré con el primer objeto que se imprimió en 3D del museo había adquirido.
«El objeto era una mesa inspirada en las estructuras arbóreas que se encuentran en la naturaleza, que es un ejemplo de un proceso de ramificación que se encuentra comúnmente en los sistemas complejos de la física teórica. Esto me llevó a pensar, ¿qué otros procesos familiares para la física podría ser convertido en un objeto impreso en 3D? »
Los sistemas complejos están compuestos de muchas partes que interactúan en diversas escalas de tiempo y longitud y que muestran un comportamiento coherente y ciertos patrones a gran escala. Un organismo vivo es el mejor ejemplo de un sistema complejo, en el que las partes individuales – en este caso los procesos moleculares en la célula – interactúan entre sí y contribuyen a procesos mucho más grandes en una escala macroscópica.
Las interacciones en juego en muchos sistemas complejos pueden ser mapeadas en una rejilla de dos dimensiones que se divide en cuadrados idénticos, o «células». Cada una de las células puede existir en un cierto estado y evolucionar con el tiempo, que se rige por un determinado conjunto de reglas.
En su estudio, los investigadores utilizaron un incendio forestal como un ejemplo, en el que cada celda representa un árbol que podría bien estar vivo, muerto o ardiendo. El estado exacto en el que cada celda está ocupada en el tiempo depende de un conjunto de reglas, que tienen en cuenta la proximidad de la celda a otras celdas que pueden ser que arde o si fue alcanzado por un rayo.
«La idea básica es simple», continuó el Dr. Evans. «Una impresora 3D construye un objeto en capas, la altura del objeto puede ser considerado como tiempo Suponga que tiene un modelo matemático que define una imagen plana, de dos dimensiones que evoluciona en el tiempo, que normalmente será un cuadrícula con algunos lugares llenos y algunos vacíos.
«El modelo matemático se define en cada punto en el tiempo lo que debe imprimir la impresora en una altura. El siguiente paso en el modelo definirá entonces qué imprimir en la parte superior de la primera capa, y así sucesivamente. El resultado es un objeto 3D que muestra cómo el modelo matemático ha evolucionado con el tiempo «.
El modelo resultante que los investigadores crearon no estuvo exento de problemas técnicos, sin embargo, el Dr. Evans cree que la experiencia les ha permitido identificar los obstáculos, formular soluciones e inspirar a la comunidad de físicos a «ser creativos».
Fuente: Institute of Physics
Una compañía pionera, Organovo, promete que el próximo año veremos el primer hígado artificial. La impresión 3D es una gran apuesta, en la que el sector privado y algunos grupos de investigación públicos han centrado sus esfuerzos. En este segundo caso, hace unos días unos científicos de la Universidad de Cambridge, lograron imprimir células ganglionares de la retina y células de la glía.Las células madre y la impresión 3D prometen revolucionar la medicina
Su éxito permitía que pudiéramos soñar con que algún día la impresión 3D pudiera ser usada en la regeneración de estructuras visuales dañadas por alguna enfermedad o accidente. Aunque no podemos decir todavía que las impresoras 3D servirían para curar la ceguera, lo cierto es que sus aplicaciones en medicina regenerativa son cada día más evidentes.
Dentro del sector privado, hay una compañía que destaca especialmente por el uso de la impresión 3D en biomedicina. Se trata de Organovo, una empresa fundada en 2003 a partir de los resultados de investigación del Dr. Thomas Boland en la Clemson University de Estados Unidos. Sus pioneros trabajos contaron con el apoyo de otras entidades académicas, como la University of Missouri o los propios Institutos Nacionales de Salud (NIH).
El pasado mes de octubre la compañía estadounidense anunció que había conseguido imprimir tejidos hepáticos, que habían presentado una actividad normal durante 40 días. Estos cultivos tridimensionales también respondían de manera fisiológica a determinados fármacos.
Por desgracia, contar con un cultivo hepático tridimensional no es lo mismo que construir un hígado artificial mediante impresión 3D. Para lograr realmente un órgano funcional, necesitamos también acoplar de alguna manera estructuras similares a vasos (arterias y venas), que pudieran mimetizar el riego sanguíneo que recibe un hígado de forma normal en nuestro organismo.
Organovo ha anunciado que ya es capaz de construir un auténtico sistema vascular mediante impresión 3D, noticia que facilitaría la llegada de un hígado artificial el próximo año. Una noticia excelente para la investigación biomédica, que ve en esta puntera tecnología una posible solución para los problemas de abastecimiento de órganos de trasplantes o incluso para la reparación de tejidos dañados tras una enfermedad o accidente.
Fuente: ALT1040
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La empresa valenciana imasD ha presentado el proyecto Click ARM, el primer ‘tablet’ modular del mercado que se comenzará a fabricar en España a mediados de 2014. El proyecto permitirá que los usuarios construyan sus ‘tablets’ a medida según sus necesidades, al estilo de Motorola con su Project Ara para ‘smartphones’.
imasD ha definido su proyecto como llevar el mundo del PC clónico al mercado ARM. Las tabletas Click ARM tendrán soporte de ‘drivers’ abierto y estarán fabricadas con aluminio y plástico. Podrán integrar componentes estándar y los usuarios podrán elegir la parte trasera capacitiva que permitirá interactuar con componentes de la pantalla -zoom o mover los contenidos, por ejemplo.
Los procesadores disponibles son el Exynos quad-core y octa-core o bien Allwinner. Además, se pueden configurar conectores USB, cámaras, capacidad y conexiones inalámbricas al gusto del consumidor. Así, el modelo básico saldría por 264 euros y un modelo de alta gama costaría 882 euros.
En cuanto al ‘software’, los dispositivos que se ofrecen son con base Linux como Android -la última versión que esté disponible y con acceso a Google Play-, Ubuntu Touch y Tizen.
Fuente: GADGETAMANIA
Una compañía israelí acaba de lanzar «Grippity» en Kickstarter: la primera tablet transparente. Apuesta por una nueva manera de interactuar con el teclado, tecleando con los dedos en la parte trasera del dispositivo.
Esto plantea que reeduquemos nuestra manera de interactuar con una tablet, ya que no se repite la misma experiencia que en un teclado convencional (reposando nuestras manos sobre él).Se utilizan los 10 dedos a la vez pero en planos diferentes: los pulgares por delante y los ocho dedos restantes por detrás (algo que habría que probar para conocer su ergonomía).
Esta idea viene de manos de una compañía israelí, la cual necesita 199.000 dólares para poder hacer realidad este producto. Si os interesa, se puede conseguir a partir de 159 dólares (unos 115 euros). Os presentamos una lista con algunas de sus características importantes:
– Pantalla de 7 pulgadas semitransparente (800 x 480)
– Procesador ARM Cortex A8 512K RAM
– Puerto infrarrojos, Wi-Fi y Bluetooth
– 4GB internos, ampliables vía SD
– Android (no se especifica la versión)
Fuente: ALT1040
Licencia CC
Resultados de una investigación realizada por Fairfield University en Connecticut arrojaron que tomar demasiadas fotos puede atrofiar tu memoria y tus recuerdos.
Los resultados del estudio fueron publicados en Psychological Science, y explican que tomaron a personas en un recorrido por un museo de arte para después poner a prueba su memoria con detalles sobre periodo, técnica y otros datos de las obras expuestas.
La dirección del estudio corrió a cargo de Linda Henkel, quien describió este fenómeno como un “impedimento causado por toma de fotos”.
De manera breve la investigadora explica “Si los participantes toman una foto de cada objeto en su conjunto, recordarán menos objetos y menos detalles sobre los mismos, en lugar de solo observar las obras y no fotografiarlas.”
Sin embargo si hacían una foto de un detalle en específico, este era mejor recordado.
Henkel añadió “Las personas a menudo sacan sus cámaras casi sin pensar para capturar un momento, hasta el punto en que se están perdiendo de lo que está pasando justo enfrente de ellos. Cuando la gente confía en la tecnología para recordar por ellos – contando que la cámara puede grabar un evento y así no asistir plenamente así mismos- puede tener un impacto negativo en lo bien que recuerdan sus experiencias.”
Fuente: conéctica
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