Medicina
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Watson es sobre Big Data. Se trata de la absorción de grandes cantidades de información sobre temas específicos como – medicina, leyes, viajes, comercio minorista, metalurgia, petróleo y el gas, etc. lo que sea – permitiendo al usuario consultar los datos para buscar patrones que ayuden en el diagnóstico, ayuda a encontrar argumentos legales, tomar una decisión sobre dónde perforar para obtener petroleo, casi cualquier cosa.
Tomemos un ejemplo. Watson inicialmente está siendo probado como una ayuda a los médicos para hacer más rápidos y precisos los diagnósticos.¿Por qué la medicina?
1) Los investigadores médicos pueden leer como máximo unos pocos cientos de artículos médicos al año. Watson ha ingerido todos los 23 millones de artículos médicos en la Biblioteca Nacional de Medicina (MEDLINE).
2) Los errores médicos son ahora la tercera causa principal de muerte en los EE.UU., según IBM.
Watson está diseñado para interactuar con el historial médico del paciente, así como con los datos que el médico obtiene tras la anamnesis y exploración. Así que ante un paciente que llega con un diagnóstico difícil, el médico podría consultar Watson, que compararía los síntomas contra un vasto cuerpo de conocimiento médico para producir una serie de posibles diagnósticos.Esto es particularmente valioso cuando se trata de enfermedades raras en las que es probable que el médico tenga poco conocimiento de la enfermedad o sus síntomas.
Fragmento traducido de Three years after ‘Jeopardy,’ IBM gets serious about Watson por Bob Pisani de CNBC
Dispositivos electrónicos que se disuelven completamente en agua, dejando tras de sí sólo productos finales inocuos, han sido desarrollados por vez primera por investigadores de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign (EE.UU). Los primeros resultados muestran un conjunto completo de los componentes básicos de los circuitos integrados, junto con diversos sensores y actuadores con relevancia para la medicina clínica, incluyendo la mayoría de los más recientes monitores intracraneales en pacientes con lesión cerebral traumática. Es el comienzo de una nueva era de dispositivos que se puede extender desde la electrónica de consumo «verde» a las terapias ‘electroceuticas’, sistemas biomédicos de sensores para hacer su trabajo y que luego desaparezcan.
El grupo de investigación de John A. Rogers en el Departamento de Ciencia de los Materiales e Ingeniería Frederick Seitz está liderando el desarrollo de tales conceptos, junto con todos los materiales necesarios, los diseños de dispositivos y tecnologías de fabricación para aplicaciones más allá del alcances de los semiconductores en las tecnologías disponibles actualmente.
«Nuestros desarrollos más recientes, combinados en dispositivos que abordan los desafíos reales en la medicina clínica y avanzada, y las estrategias de fabricación de alto volumen, sugieren un futuro prometedor para esta nueva clase de tecnología», dijo Rogers. Que presentará su tesis y demás resultados en AVS 61st International Symposium & Exhibition del nueve al 14 noviembre 2014 en Baltimore, Maryland.
Las aplicaciones prácticas podrían incluir: dispositivos bioabsorbibles para reducir infecciones en cirugía. Otros ejemplos son los sistemas implantables temporales, como los monitores eléctricos del cerebro para ayudar a la rehabilitación de lesiones traumáticas o simuladores eléctricos para acelerar el crecimiento de los huesos. Adicionalmente los dispositivos pueden usarse para la administración programada de fármacos.
Después que han cumplido su función, desaparecen a través reabsorción en el cuerpo, eliminando así los dispositivos innecesarios, sin la necesidad de operaciones quirúrgicas adicionales. En cuanto a la electrónica de consumo, la tecnología es muy prometedora para la reducción de la huella ambiental en la próxima generación de dispositivos «verdes».
Fuente: Universidad de Illinois
Imprimir una masa de tejido orgánico vivo es algo que ya se ha logrado, pero de ahí a tener un órgano complejo y que funcione como un hígado hay mucho. Uno de los principales problemas de la impresión de órganos para transplantes era crear un sistema de venas, arterias y capilares funcional. Un grupo de investigadores acaba de conseguirlo.
Todos los órganos tienen una compleja red vascular que permite a las células recibir oxígeno y nutrientes, así como librarse de los desechos. Un grupo de científicos de las universidades de Harvard, Stanford, Sidney, y el MIT ha dado con una técnica que permite imprimir en 3D esta red, para después recubrirla con las células necesarias en cada caso.
En junio de este año, otro grupo de investigadores lograron imprimir en 3D venas y arterias funcionales. Lo que se ha descubierto ahora es una técnica similar para poder recrear un sistema vascular tan complejo como el de un órgano humano.
El procedimiento consiste en una red de fibras recubiertas de células endoteliales y una base de proteínas que se endurece con la luz. Cuando esta cobertura de proteínas adquiere la suficiente consistencia, las fibras se extraen, dejando una red de venas y arterias plenamente funcional. El siguiente paso es recubrir esa red con células madre del paciente que se desarrollen en el órgano deseado. La nueva técnica nos acerca a un futuro en el que los médicos puedan imprimir en 3D órganos nuevos totalmente compatibles con los del paciente que los necesite.
Fuente: GIZMODO
Si trabajas cerca de un programador sin duda te habrás preguntado, como yo, qué es exactamente lo que sucede dentro de su cabeza. Se trata de criaturas muy particulares – que no se me enfaden – capaces de concentrarse en la tarea de crear código como si acamparan en el corazón de Matrix. Pues bien, lo que ves sobre estas líneas es la imagen de resonancia magnética del cerebro de un programador – el primer estudio de este tipo que se realiza – y las áreas iluminadas son las zonas que se activan mientras lee código.
¿Qué sentido tiene hacer un estudio de este tipo? Como bien cuentan en Fast Company, resulta que en EEUU hay una pequeña pero interesante polémica acerca de qué formación deben recibir los futuros programadores. Mientras que en la mayoría de los Estados las ciencias informáticas se incluyen en la parte de ciencias y matemáticas, en Texas – y parece que pronto en Kentucky y Nuevo México – han hecho que la programación de código sea equivalente a una lengua extranjera. Y aquí viene la cuestión que nos interesa: ¿es la programación de código una habilidad más relacionada con las matemáticas o con el lenguaje?
Para averiguarlo, un equipo de investigadores internacional, dirigido por Janet Siegmund, de la Universidad de Passau, ha elaborado un primer estudio en el que sometieron a 17 estudiantes de informática (todos con conocimientos de programación y solo dos de ellos chicas) a una prueba con resonancia magnética funcional. En el experimento, tumbaron a los sujetos en el escáner y monitorizaron su actividad cerebral mientras leían unas líneas de código. Estas líneas de código indicaban una tarea de impresión del ordenador y los participantes debían predecir, en un tiempo determinado, qué texto imprimiría la máquina.
El resultado, por sorprendente que parezca a muchos, fue que las áreas cerebrales que se activaron tienen en principio más relación con el lenguaje que con el mero cálculo matemático. «No hay una prueba clara de que aprender lenguaje de programación sea como aprender una lengua extranjera», asegura Christian Kästner, coautor del estudio, «pero nuestros resultados muestran que hay similitudes claras en la activación cerebral que indican que la hipótesis es plausible».
Autor: Antonio Martínez Ron
Ampliar en: NEUROLAB
La idea de DARPA es hacer llegar el proyecto Hand Proprioception and Touch Interfaces (HAPTIX) al público en general, ya que las actuales prótesis se sienten como una mezcla de metal y plástico, pero DARPA pretende añadir sensores implantables vinculados de forma inalámbrica a módulos externos con el objetivo de proporcional un alto grado de realimentación sensiroal. Es decir, que realmente lleguemos a sentir lo que tocamos con dichas prótesis.
Según explica Doug Weber, director del programa DARPA, la clave del nuevo proyecto HAPTIX está en los nervios periféricos del muñón de la extremidad:
“Los nervios periféricos son ricos en información y de fácil acceso para la interfaz con el sistema nervioso humano. La investigación realizada bajo el programa DARPA y en otros lugares demostró que estos nervios mantienen fibras motoras y sensoriales que antes inervaban al miembro amputado, y que estas fibras siguen siendo funcionales durante décadas tras la pérdida del miembro. HAPTIX tratará de aprovechar estas vías de comunicación biológica para que los usuarios puedan controlar y detectar la prótesis a través de las mismas vías de señalización neuronales utilizadas para las manos y los brazos intactos”
Fuente: omicrono
Licencia CC
La aparición de tintas orgánicas y materiales termoplásticos biológicos ha permitido la impresión de diferentes partes del cuerpo humano mediante el uso de impresoras 3D.
Recientemente asistimos a la noticia de que médicos holandeses habían reemplazado casi la totalidad del cráneo de una paciente por una versión del mismo impreso en un material plástico biológico.
Otras partes del cuerpo humano como los ojos podrían ser pronto impresas mediante la tecnología 3D. Por ejemplo, se podría producir una copia de cada ojo con la única diferencia de una pequeña variación en el color del iris.
En otro sentido los escáneres faciales en 3D, también podrían ser empleados para la producción de prótesis faciales, utilizando polvo de almidón y silicona para producir réplicas de piezas faciales muy similares a una nariz o una oreja. Los beneficios serían increíbles al no tener que realizar moldes de la cara del paciente. En su lugar simplemente se escanearía la cara, resultando muchísimo más fácil.
Incluso una oreja podría ser reproducida mediante la impresión de un molde en 3D, utilizando geles y tintas con células vivas. Los productos de impresión son inyectados en células de bóvidos o en colágeno de rata. Posteriormente se incuban hasta que estén listos para posteriormente trasplantarlos a humanos.
¿Piel sintética?, la tinta sintética usada compuesta por enzimas y colágeno, una vez impresa se puede acomodar a las células de la piel en un injerto. La idea emplear estos cultivos celulares en zonas remotas devastadas por la guerra.
Autor: Carlos Alcalde
Fuente: XATAKA ciencia
La primera paciente diagnosticada con WhatsAppitis tiene 34 años y estaba embarazada de 27 semanas cuando comenzó a sentir un fuerte dolor en su muñeca. Acababa de terminar una guardia en el hospital donde trabajaba, coincidiendo con la festividad del 24 de diciembre. Al regresar a casa, comprobó los centenares de mensajes de buenos deseos de sus amigos y familiares en las fiestas navideñas.La paciente sufrió una fuerte tendinitis tras usar el WhatsApp durante seis horas seguidas
En lugar de descansar y contestar las felicitaciones más tarde, esta mujer decidió responder uno a uno a todos los mensajes de WhatsApp. Se pasó seis horas contestando todas las felicitaciones, y un rato después, comenzó a sentir un fuerte dolor en su dedo pulgar, como cuenta la prestigiosa revista The Lancet.
Los médicos que la atendieron no daban crédito. Los exámenes y estudios que hicieron demostraban que la paciente sufría un fuerte dolor en su muñeca y dedos. La tendinitis que sufría se había producido tras sujetar su teléfono de 130 g durante algo más de seis horas, para así contestar a los centenares de mensajes de WhatsApp que tenía en su bandeja de entrada.
El tratamiento de esta WhatsAppitis recomienda el uso de medicamentos antiinflamatorios y la abstinencia total en el uso del teléfono móvil. Este último consejo no fue seguido por la paciente, que volvió a sufrir complicaciones tras enviar nuevos mensajes a través del WhatsApp el 31 de diciembre.
Fuente: ALT1040
Licencia CC
Un equipo de investigadores dirigido por Mayland Chang y Shahriar Mobashery, de la Universidad de Notre Dame, han descubierto una nueva clase de antibióticos para combatir bacterias tales como la meticilina – resistente Staphylococcus aureus (MRSA) y otras bacterias resistentes a los fármacos, que amenazan la salud pública. La investigación se publica en la Revista Journal of the American Chemical Society en un artículo titulado «Discovery of a New Class of Non-beta-lactam Inhibitors of Penicillin-Binding Proteins with Gram-Positive Antibacterial Activity«.
La nueva clase, denominada oxadiazoles, fue descubierto por rastreo y detección mediante ordenador y se ha mostrado prometedora en el tratamiento de MRSA en modelos de ratones con infección. Los investigadores que proyectaron 1,2 millones de compuestos, encontraron que el oxadiazol inhibe una proteína de unión a penicilina , PBP2a, y la biosíntesis de la pared celular que permite a la bacteria resistir otras medicinas. Los oxadiazoles también son eficaces cuando se toman por vía oral. Esta es una característica importante ya que sólo hay un antibiótico comercializado para MRSA que se pueden tomar por vía oral.
MRSA se ha convertido en un problema mundial de salud pública desde la década de 1960 debido a su resistencia a los antibióticos. Sólo en Estados Unidos, 278000 personas son hospitalizadas y 19000 mueren cada año por infecciones causadas por MRSA. Sólo tres fármacos actualmente son tratamientos efectivos, y la resistencia a cada uno de esos medicamentos ya existe.
Los investigadores han estado buscando una solución para MRSA durante años. «El profesor Mobashery ha estado trabajando en los mecanismos de resistencia durante mucho tiempo», dijo Chang. » A nuestro entender, en función de cuáles son los mecanismos, podemos diseñar estrategias para el desarrollo de compuestos contra MRSA».
«Mayland Chang y el descubrimiento de Shahriar Mobashery de una clase de compuestos frente a las bacterias resistentes a los medicamentos como el MRSA podrían salvar miles de vidas en todo el mundo. Estamos muy agradecidos por su liderazgo y persistencia en la lucha contra la resistencia a los medicamentos «, dijo Greg Crawford , decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Notre Dame.
Información proporcionada por la Universidad de Notre Dame.