Casos como el de la increíble expectativa mundial que atrajo el famoso fin del mundo previsto por los Mayas, o el sin fin de sitios web dedicados a la venta del secreto para hacernos ricos sin mucho esfuerzo, dietas mágicas o la cura de la diabetes, no son más que el síntoma de un problema más profundo en nuestra sociedad que no es nuevo ya que el famoso astrónomo norteamericano Carl Sagan ya lo había identificado y nos dejó una frase que resume nuestro tiempo y a la vez nos advierte de las terribles consecuencias de seguir por el camino que vamos, he aquí la frase que encontré en un post del blog de tecnología ArsTechnica:
No, esto no es una exageración y hay elementos preocupantes en nuestros días que nos pueden llevar a pensar que esta descomposición social está mucho más cerca de lo que pensamos. Reflexionemos unos minutos sobre el hecho de que la mayor parte de los servicios y bienes de los que depende nuestra existencia se fundamentan en la premisa de la «eficiencia» para maximizar las ganancias, es por ello que lo que antes eran consideradas innovaciones como el Just-in-time son ahora políticas comunes en la mayoría de las empresas pero que dependen de un alto grado de automatización llevada a cabo por computadoras. Cubriendo estos todo el abanico de posibilidades desde los alimentos en los estantes del supermercado hasta el monitoreo y soporte vital de pacientes en cuidados intensivos. El gran problema es que la gran mayoría sabe como «usar» la tecnología, pero no tiene ni la más remota idea de como funciona y lo peor de todo es que si por alguna razón esta tecnología dejara de funcionar, estos «profesionales modernos» no podrían llevar a cabo su trabajo sin las máquinas que ahora son parte de su ejercicio profesional, lo peor de todo es que tenemos todo una nueva generación de seres humanos que no saben como vivir en un mundo sin ordenadores.
No en vano, gobiernos de varios países desarrollados se han dado cuenta del problema y están intentando capacitar a las nuevas generaciones en el arcano arte de la programación, por si acaso si haces diseño web con HTML5/CSS3 y JavaScript, lamento informarte que eso no es el tipo de programación de la ques estamos hablando. El tipo de programación de la que estamos hablando es la que se necesita para producir las herramientas con las que funciona el mundo moderno, por ejemplo el desarrollo de drivers de dispositivos, programación de microcontroladores que comanden robots industriales (el más común del futuro serán las impresoras 3D), programación de despachos y monitoreo de stocks mínimos de almacenes, etc.. Es decir, no la parte artística de la programación sino la que es una extensión de las matemáticas, lamentablemente el tipo de programación que se enseña cada vez menos.
Sin ese tipo de conocimiento tan asociado a las ciencias , nuestra sociedad (la sociedad postglobal en la que vivimos) está condenada a desaparecer como las grandes civilizaciones del pasado. Con las terribles consecuencias que esto implique en un planeta camino a los 10000 millones de habitantes en el 2050.
Fuente: Tecnología y negocios
La llamada «singularidad tecnológica«, es decir, la expectativa de que en algún misterioso momento de las próximas décadas las máquinas se convertirán en ultrainteligentes y conscientes, es una pseudociencia o un «culto para gente rica y ociosa rodeada de tecnología en Silicon Valley, que realmente no desean morir (se puede pensar en ello como el «dia del juicio» para listillos)«.
La singularidad es una hipótesis de ciencia-ficción que no está respaldada por pruebas científicas. Hay tantas pruebas de que la inteligencia artificial pueda llegar a ser consciente como de la existencia de chemtrails. Los filósofos de la mente, vendedores de inmortalidad y «Think tanks» que dedican recursos a este tema, sencillamente no van a salvar al mundo de una amenaza que no existe.
En general, cualquier hipótesis cuya confirmación se fía a varias décadas de distancia, puede calificarse de entrada como «vendeburras», aunque ya el conocimiento actual resulta poco congruente con los partidarios de la singularidad.
Como ha argumentado Paul Churchland convincentemente, los cerebros biológicos no son máquinas de Von Neumann, las ideas no son simplemente «software» y la conciencia animal no se puede «descargar» en un soporte cartesiano independiente.
La singularidad no es sólo una pseudociencia, la idea misma de un grupo de californianos aficionados a la tecnología y la filosofía trabajando por alcanzar la inmortalidad en un mundo donde millones mueren realmente de hambre, como apunta también Pigliucci, resulta un pasatiempo bastante ofensivo.
Fuente: La revolución naturalista
Fuente: Diario de un ateo
La ciencia es sospechosa para la mayoría de los postulantes republicanos a la Casa Blanca, que descreen del cambio climático y muestran una fe religiosa inquebrantable, fieles a un discurso con el que se identifica únicamente el electorado más conservador.
Sólo uno de los precandidatos republicanos, el moderado Jon Huntsman, asegura que cree que las actividades humanas son responsables del cambio climático y condena la hostilidad de su partido hacia la ciencia.
«Creo en la teoría de la evolución y confío en los científicos a propósito del calentamiento global», ha escrito en Twitter.
También atacó a sus rivales cuando declaró que desde el momento «en que el Partido Republicano se convirtió en anticiencia, estamos ante un gran problema». Pero Huntsman no logra superar el 2% de las intenciones de voto en los sondeos.
Michael Bloomberg, alcalde de Nueva York, un republicano que se ha hecho independiente, lamentó a principios de noviembre esa falta de confianza en la ciencia de los potenciales adversarios de Barack Obama en noviembre de 2012.
«Tenemos candidatos presidenciales que no creen en la ciencia», dijo durante un foro económico. «¿Pueden imaginarse una empresa, cualquiera sea su tamaño, cuyo presidente diga que no cree en la ciencia? No concluiría la jornada en su puesto», agregó Bloomberg.
La influencia de los ultraconservadores, una buena parte de los cuales piensa que Dios creó el mundo en siete días, no deja demasiado margen a los precandidatos republicanos.
«El Partido Republicano tiene una sólida base religiosa y el movimiento evangélico es uno de sus componentes más importantes», apunta Andrew Kohut, director del Pew Research Center, un instituto de investigación independiente.
En el estado de Iowa (centro), donde el «caucus» del martes constituye el puntapié inicial de las primarias que tendrán lugar en todos los estados de la Unión en los próximos meses, únicamente el 12% de los electores republicanos cree en el cambio climático y apenas el 35% en la teoría de la evolución, según un sondeo del public Policy Polling.
Mitt Romney, favorito en Iowa, no dudó en dar marcha atrás en sus convicciones científicas. Durante un debate en 2007, este mormón había defendido la teoría de la evolución de Darwin y sostenido que el calentamiento global era causado por actividades humanas. Pero desde entonces evita hablar de ciencia y ha modificado su posición. Ahora afirma que «no se sabe qué es lo que provoca el cambio climático».
El expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, católico convertido, cabeza a cabeza en los sondeos nacionales con Romney, se mantiene mudo sobre el tema, que por lo demás no suele ser tratado en los debates entre los precandidatos republicanos o en los mítines electorales.
Sin embargo, en 2008 participó en una campaña de denuncia de los peligros del cambio climático con Nancy Pelosi, entonces presidenta demócrata de la cámara baja y bestia negra de los conservadores.
Otro precandidato, el gobernador de Texas, Rick Perry, acusa abiertamente a «numerosos meteorólogos» de «manipular los datos para seguir percibiendo subvenciones para investigar» y defiende la enseñaza del neo-creacionismo en las escuelas públicas junto a la teoría de la evolución.
Para la ultraconservadora Michele Bachmann, quien en Iowa se juega su sobrevivencia en la carrera republicana, «todas las cuestiones climáticas deberían zanjarse sobre auténticas bases científicas, no con invenciones».
Ron Paul había dicho en 2009 que el calentamiento global era «la mayor broma en muchos años», una opinión que comparte el devoto ex senador Rick Santorum, también en carrera en las primarias republicanas.
El exgobernador de Massachusetts Mitt Romney, uno de los favoritos en los sondeos para ganar la candidatura presidencial en las primarias del Partido Republicano, habla en un acto de campaña en Des Moines, Iowa, el 30 de diciembre de 2011.
Fuente: YAHOO! Noticias
Lo que no conseguía la razón lo está logrando la acción en internet. Buscando el prestigio que no logran por la vía del método científico,las más variopintas modalidades de pseudociencia se han ido infiltrando en los campus universitarios. A veces por ignorancia, otras por intereses económicos, las universidades ofrecen conferencias, cursos de posgrado y hasta asignaturas a cual más extravagante. Pero la red ha dado voz a los escépticos y algunos rectores empiezan a escucharla.
«Otras veces no me quejé, porque no era consciente del poder que tiene la red», cuenta Alberto Fernández, exalumno de la Universitat de Girona que dio la voz de alarma sobre el curso de posgrado que iba a formar a los estudiantes en Salud y Armonía del Hábitat. «Cuando miré el temario, era una amalgama de tonterías», añade.
Mil personas firmaron en 24 horas contra un curso de armonía del hábitat
Entre esas «tonterías» aparecen la conciencia global holística, la radiestesia (la supuesta capacidad para percibir radiaciones) o el análisis geomántico del espacio (que serviría para detectar la energía en movimiento o energía agua que recorre cada casa). «Me quejé e inicie una recogida de firmas en Actuable [una plataforma online]. Pretendía conseguir mil firmas en un mes, pero las logré en tan sólo 24 horas», añade Fernández. También consiguió que el curso fuera anulado.
Otra de las victorias contra la pseudociencia ha tenido lugar en Granada. La facultad de Psicología de la universidad había programado un curso llamado Constelaciones familiares, basado en las ideas del psicólogo Bert Hellinger sobre la existencia de un alma colectiva. El bloguero César Calderón lanzó una acción en Actuable, seguida después de protestas de colectivos escépticos y algunos profesores.El decano anuló los ocho créditos con los que se reconocía la asistencia y declaró en la prensa local granadina que no tenían «conocimiento del contenido del curso».
Ampliar en: Público
ADVERTENCIA: ESTOS SUPUESTOS DESCUBRIMIENTOS EN JAPÓN, SON PSEUDOCIENCIA, SON UN FRAUDE
En otra cosa puede que no, pero en el terreno de descubrimientos frikis y divertidos a los japoneses no les gana nadie. La última moda que empieza a causar furor en el país del sol naciente son los tonos del móvil ‘terapéuticos‘, es decir, que gracias a las supuestas propiedades de sus ondas pueden curar desde diversas enfermedades, desde un dolor de cabeza hasta la alergia.
Puede parecer una broma, pero recordemos que hace poco en España una aplicación que supuestamente podía desnudar virtualmente a las demás personas usando la cámara del móvil como si de un escáner de aeropuerto se tratase, batía también récords de descargas. Gran parte de la credibilidad que se han ganado estas peculiares melodías se deben a la reputación de Matsumi Suzuki, director del Instituto Japonés para los Tonos de Móvil (sí, se ve que tienen una institución que se dedica a eso) que ya se hizo popular en su día con un pitido que podían oír sólo las personas jóvenes y que supuestamente podía ser usado para ahuyentar a las masas en las manifestaciones.
Entre otras aplicaciones, el señor Suzuki también es responsable de una app para el iPhone que traduce los ladridos de tu perro. Todas las melodías se caracterizan por tener algo que ver con lo que pretenden arreglar dentro del organismo. Así, la que cura la resaca consta de una serie de sonidos suaves que sintonizan perfectamente con los ritmos biológicos del organismo, o la que rejuvenece la piel aprovecha el poder de algo llamado las ondas alfa.
Según la compañía que comercializa los tonos, estos se están volviendo increíblemente populares y han empezado descargarse masivamente, con sonidos que solucionan casi cualquier problema que tengamos en la vida diaria, y no sólo médicos, también rejuvenecen la piel o quitan la pereza, por ejemplo. Curioso como muchas veces, por ingenuidad o por desconocimiento, la pseudociencia pueda llegar a levantar más pasiones que la ciencia misma, sin ir más lejos, la que se esconde detrás de un simple teléfono móvil. No estoy diciendo que ningún sonido pueda tener algún tipo de poder terapéutico, sobre todo a nivel psicológico y emocional, pero eso de curar las alergias al polen gracias a un tono para el móvil creo que se va más allá de toda lógica. Veremos lo que tardan en llegar a otros países.
Fuente: ALT1040
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Enlaces relacionados:
– Moulder. Efectos de la telefonia movil celular
– Derechos del usuario de telecomunicaciones
– Apuntes Introduccion a la Informática. GAP. Capítulo 9 Redes y comunicaciones
– Apuntes Introduccion a la Informática. GAP. Capitulo 3 La Información