Spinoza decía que no existe orden en el universo, sino que es nuestra mente la que lo ordena. El llevar esta necesidad primate de encontrar pautas más allá de lo razonable es lo que se denomina apofenia. Una de sus manifestaciones es la numerología, que ha aparecido en muchas civilizaciones a lo largo de la historia, no porque encierre algo de verdad, sino porque los humanos seguimos siendo humanos. Hablábamos en un artículo anterior de que inteligencia no implica racionalidad, y la tentación apofénica es demasiado bella*, sobre todo para los matemáticos de formación y corazón como Arnold Sommerfeld, como para no caer fácilmente en sus redes. Es la tentación en la que cayó Kepler. Y nada podía ser más tentador que la existencia de relaciones de números enteros en la cuántica y en la interpretación de las líneas espectrales…
A finales de 1919 Arnold Sommerfeld publicaba Atombau und Spaectrallinienque rápidamente se convertiría en la “biblia” de los científicos y estudiantes que trabajaban en las teorías atómica y cuántica.
En las primeras semanas de 1920 Sommerfeld empezó a recibir cartas elogiosas con el libro. Tanto teóricos como experimentalistas parecían encantados con el texto y su utilidad. David Hilbert le contaba que había leído el “magistral” libro “con una alegría creciente día a día” o Pieter Zeeman afirmaba que se leía como “una novela apasionante”. Aunque también recibió alguna crítica menor, como la de Max Born (que señalaba cierto ombliguismo muniqués en detrimento de las aportaciones de Gotinga o Copenhague), las críticas abrumadoramente fueron positivas. Con ellas, sin embargo, llegaron algunas solicitudes; algunas que cabía esperar (conferencias, artículos técnicos, participaciones en cursos y seminarios, visitas), pero otras completamente inesperadas y sorprendentes para el autor. Veamos cuáles y por qué.
Como para tantos otros teóricos, la estética era esencial para el trabajo de Sommerfeld en la teoría cuántica de las líneas espectrales. El mismo hombre que hablaría de una aproximación anti-filosófica a la cuántica, una aproximación de “detalles prácticos”, en la misma época no pudo evitar el lirismo de hablar de la armonía de los “misterios numéricos” que el estudio de las líneas espectrales permitían vislumbrar. En este sentido el prefacio delAtombau haría sonrojar a cualquier científico, digamos, serio:
Lo que hoy oímos del lenguaje de los espectros es una verdadera “música de las esferas” en el átomo, acordes de relaciones integrales, un orden y una armonía que se hace cada vez más perfecta a pesar de la múltiple variedad. La teoría de las líneas espectrales llevará el nombre de Bohr siempre. Pero también otro nombre se asociará siempre con ella, el de Planck. Todas las leyes integrales de las líneas espectrales surgen originalmente de la teoría cuántica. Es el órganon misterioso con el que la naturaleza toca su música de los espectros, y con cuyo ritmo regula la estructura de los átomos y núcleos.
Sommerfeld reaccionó con una furia evidente cuando el Süddeutsche Monatshefte le contactó, probablemente tras leer cosas como la anterior o artículos como “Un misterio numérico en la teoría del efecto Zeeman” publicado por Sommerfeld en Die Naturwisenschaften en 1920, solicitándole un artículo sobre astrología (no, no me he confundido con astronomía). Escribió precisamente en el Süddeutsche Monatshefte:
¿No nos choca como un anacronismo monstruoso que en el siglo XX un periódico respetado se vea impelido a solicitar un artículo sobre astrología?¿Qué amplios círculos del público educado y medio-educado estén más atraídos por la astrología que por la astronomía?¿Que en Múnich haya probablemente más gente viviendo de la astrología que activos en astronomía?
Sommerfeld aseguró tras aquello que “se enfrentaría decididamente contra la creciente marea de irracionalismo que amenaza con barrer los restos de una cultura europea que razone”. Quizás no demasiado curiosamente, casi cien años después estábamos donde estábamos. ¿Será porque seguimos siendo humanos?
*Si bien Spinoza diría, y nosotros coincidimos con su apreciación, que no existe la belleza objetivamente: algo es “bello” porque me gusta y no al revés.
Fuente: Cuaderno de Cultura Científica
Imagen: Alessandro Volta via photopin cc
Las siglas inglesas de Completely Automated Public Turing Test to Tell Computer and Human Apart (Test Público Completamente Automatizado para Diferenciar a los Seres Humanos de las Computadoras) quizá os suenen más si las resumimos en el término más familiar Captcha.
Pero ¿qué utilidad tienen realmente estas palabras que aparecen en muchos sitios de Internet y quedebemos reproducir con nuestro teclado, en ocasiones forzando al máximo nuestra capacidad de lectura? (en mi caso, muchas veces me equivoco, lo cual me debe emparentar más con una computadora que con un humano).
Los Captcha llegaron para controlar el caos de spam generado en la década de 1990 en el ámbito de Internet. Los spambots inundaban los buzones de entrada del correo electrónico, y jalonaban los foros online. Pero todo esto cambió en el año 2000 gracias a un joven de 22 años.
Luis von Ahn, recien licenciado en la universidad, tuvo una idea para acabar con el spam: obligar a los que se inscribieran a probar que eran seres humanos y no un maldito bot. Así que buscó algo que resulta fácil para los seres humanos, pero no tanto a las máquinas: reconocer letras.
Se le ocurrió entonces presentar letras garabateadas y difíciles de leer durante el proceso de registro,y dejar solo unos segundos para descifrarlas y reproducirlas. Cuando Yahoo implementó este sistema, redujo los spambots de forma considerable en solo 24 horas.
A raíz del desarrollo de los Captcha, Von Ahn obtuvo un puesto como profesor de informática en la universidad Carnegie Mellon, así como contribuyó a que recibiera uno de los prestigiosos premios “genio” de la fundación MacArthur, dotado con medio millón de dólares. Sin embargo, algo fallaba aún.
El mayor error de los Captcha pasaba por exigir a los usuarios un montón de esfuerzo y tiempo colectivo para nada, o simplemente para evitar el spam. Un tiempo y un esfuerzo computacional humano que Von Ahn trató de darle utilizar inventando un sucesor de Captcha: ReCaptcha.
Con este nuevo sistema, la gente ya no teclea letras aleatorias, sino que teclea dos palabras procedentes de proyectos de escaneo de textos que el programa de reconocimiento óptico de caracteres de un ordenador no podría entender. La primera palabra sirve para confirmar lo que han introducido otros usuarios, y es que, por consiguiente, una señal de que el usuario es humano. La otra palabra es una palabra nueva que precisa de desambiguación.
Para garantizar que el sistema es efectivo, el sistema presenta la misma palabra borrosa a una media de 5 personas diferentes que la deben insertar correctamente antes de aceptarse como válida. Lo que ahorra mucho tiempo y dinero, tal y como explican Viktor Mayer-Schonberger y Kenneth Cukieen Big Data:
Con aproximadamente diez segundos por uso, 200 millones de ReCaptchas diarios ascienden a medio millón de horas diarias. El salario mínimo en Estados Unidos era de 7,25 dólares brutos por hora en 2012. Si uno tuviera que dirigirse al mercado para desambiguar las palabras que un ordenador no había conseguid descifrar, costaría alrededor de cuatro millones de dólares diarios, o más de mil millones de dólares al año.
Esta clase de trabajo colaborativo basado en el ingente número de datos que dejamos por nuestro paso por la Red es indudablemente la forma en la que muchos proyectos del presente y del futuro próximo están prosperando para mejorar nuestra calidad de vida o para afrontar problemas que de otro modo serían irresolubles. Como la web donde te predicen si tu vuelo se retrasará o se cancelará.
Fuente: Xataka CIENCIA
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Actualmente se reemplazan con más frecuencia las impresoras, los diseñadores de Samsung han creado prototipos con vocación ecológica. De los tres modelos presentados en los International Design Excellence Awards en 2013, destacando la Origami. Como su nombre lo indica, esta impresora láser tiene una estructura de cartón ondulado que debe doblarse para que se adapte a diferentes partes mecánicas de la máquina. Esto es idea de Seungwook Jeong, uno de los empleados de la empresa, que tuvo la idea original, dibujando una caja rígida de fritos tipo donut.
Conocer el cable exacto que toma cada conexión no es posible y aquí se han escogido algunos ejemplos de recorridos típicos basados en la información de muchas conexiones. El punto de partida, en este caso es Alemania, pero se podría hacer uno muy parecido desde España. La aplicación también te informa de los accesos desde los que PRISM puede estar obteniendo tus datos. La velocidad está ralentizada, ya que todo esto que veis se produce en milésimas de segundo. Para usar el mapa, dale a los botones de la parte superior y observad el recorrido. En la web de OpenDataCity se ve mejor. Vía @pablo_gutierrez
Esta infografía interactiva muestra varios ejemplos de las rutas que recorren los paquetes de información cuando utilizamos un servicio como Google, Facebook o Amazon. La aplicación está diseñada combinando los datos de cableado de cablemap.info y el programa Traceroute.
Conocer el cable exacto que toma cada conexión no es posible y aquí se han escogido algunos ejemplos de recorridos típicos basados en la información de muchas conexiones. El punto de partida, en este caso es Alemania, pero se podría hacer uno muy parecido desde España. La aplicación también te informa de los accesos desde los que PRISM puede estar obteniendo tus datos. La velocidad está ralentizada, ya que todo esto que veis se produce en milésimas de segundo. Para usar el mapa, dale a los botones de la parte superior y observad el recorrido. En laweb de OpenDataCity se ve mejor.
Fuente: Fogonazos
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Fuente: En New Scientis: Beyond 3D printing: The all-in-one factory
1 – Heartland Payment Systems. 2008. Hackeo. Pagó 60 millones de dólares a Visa para hacer frente a las pérdidas de los titulares de tarjetas de crédito y débito afectadas por el robo de datos que Heartland sufrió en 2008. La violación fue revelada por Heartland en enero de 2009 y se cree que afectó a más de 100 millones de números de tarjetas de crédito y débito.
2 – TJ Maxx y Marshalls. 2007. Hackeo. Un hacker o hackers robaron datos de al menos 45,7 millones de tarjetas de crédito y débito de los compradores en las tiendas a precios de descuento como TJ Maxx y Marshalls en un caso cree que es el más grande tal violación de información al consumidor.
3 – American Online. 2005. Robo. Un ex ingeniero de software de American Online robo de 92 millones de nombres de usuario y direcciones de correo electrónico para venderlos a los spammers. Y a esto hay que unir que en 2006, de nuevo, AOL, no se sabe por qué, dejo en abierto dtos de búsquedas, 20 millones de “queries”.
4 – Sony PlayStation Network. 2011. Hackeo. Un hackeo que afectó a 77 millones los clientes. Un coste de 170 millones de dólares.
5 – 70 Millones, el ejercito de EEUU. 2009. Imprudencia. Por un disco duro defectuoso que envió al proveedor para su reparación sin destruir primero los datos.
David McCandless de Information is Beautiful ha creado una impresionante gráfica, que ilustra el tamaño relativo de las pérdidas de datos famosos:
http://www.informationisbeautiful.net/visualizations/worlds-biggest-data-breaches-hacks/.
Fuente: javiergarzas.com
Las unidades mínimas de información de los ordenadores actuales son los Bits, que pueden tomar el valor 0 o el valor 1. Sin embargo, los ordenadores cuánticos, cuya unidad mínima de información es el Qubit, pueden almacenar 2 valores por cada vector por lo que las posibilidades de multiplican. Con esta imagen lo entenderéis mejor.
Y ahora aparece el debate, ¿son estos ordenadores capaces de teletransportar información? Y aunque os parezca mentira, la respuesta es SÍ.
Es más, investigadores del Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zurich han conseguido teletransportar información de un lugar a otro una distancia de 6 milímetros. 6 milímetros no parece gran cosa, pero sin duda abre las puertas a preguntas sobre como intercambiaremos información en el futuro.
Para este experimento el equipo creó tres circuitos micrométricos en un chip de computadora de 7 x7 milímetros. Dos de estos circuitos funcionan como emisores de datos y el tercero como receptor. Y para empezar, los investigadores enfriaron el chip hasta temperaturas cerca del 0 absoluto. Los electrones (que son en realidad los Qubits de información de un ordenador) se vincularon unos a otros ycompartieron estados cuánticos idénticos (tal y como predice la mecánica cuántica).
¿Que significa esto? Que los electrones del emisor se habían vinculado con los del receptor,intercambiando fotones. En este punto, los investigadores codificaron información en los circuitos del emisor, y esta, era reflejada instantáneamente en los circuitos del emisor que se encontraba a 6 milímetros de distancia. Es decir, la información se había teletransportado.
Algo que no ocurre con los ordenadores normales, ¿verdad? La información viaja a través de cables o a través de ondas de radio, sin embargo, es este caso, la información apareció en un lugar, desapareciendo de otro lugar (próximo, sí, pero no conectado de ninguna manera habitual). Además, el equipo de investigación, consiguió teletransportar 10.000 qubits por segundo de información del emisor al receptor de forma consistente, y consiguieron aumentar la distancia de la teletransportación.
Sin embargo, y aunque esto es un logro impresionante, el equipo nos cuenta que esto no ocurre cada vez que realizan el experimento, si no un porcentaje bastante bajo de las veces que bajan la temperatura del chip. Un dato, que no es en absoluto deprimente, ya que las investigaciones continúan y es posible que un día, podamos sencillamente apretar un botón y pasar información de un lado a otro por medio de la teletransportación, sin ningún dispositivo o cable conectado a nuestro ordenador.
Fuente: Medciencia