Según indica Google, Google Maps Gallery funciona de manera similar a un atlas digital interactivo, donde cualquier usuario puede buscar y encontrar mapas interesantes. Los mapas incluidos en la galería se pueden ver desde Google Earth y se pueden encontrar a través de los principales buscadores, permitiendo entre otros aspectos, el acceso a los mismos por parte de los interesados en conocer asuntos tales como las ubicaciones de proyectos constructivos municipales, planes históricos de ciudades, estadísticas de la población, cambios en la cobertura forestal,e incluso las rutas actuales de evacuación en caso de emergencia.
Las empresas, organizaciones e instituciones tiene la facultad de publicar sus mapas y administrarlos en sus propios términos, pudiendo además incluir imagen de marca, estilo y licencia. Mediante la sincronización de los mapas con los sistemas heredados y con los portales de datos abiertos a la galería, dichas organizaciones pueden sacar provecho de ello como vía para complementar los datos que ofrecen a través de sus mapas.
La amenaza “Chameleon”, que fue diseñada por un equipo de estudiantes de la universidad de Liverpool, demostró altos niveles de inteligencia y complejidad para evitar la detección e infiltrarse en redes WiFi personales y corporativas utilizando puntos débiles de la configuración y propagándose a un ritmo alarmante.
Alan Marshall, profesor de Seguridad de Redes en la universidad de Liverpool, comentó que la amenaza no intenta dañar o desactivar las redes. Por el contrario, se infiltra sin ser detectada para recolectar datos y credenciales de sesión de todos los usuarios que estén conectados a la red y se encuentren navegando en sitios sin protocolos de cifrado. Asimismo, busca otras conexiones Wi-Fi para propagarse.
En este sentido, en un blog de ciencia Marshall manifestó:
“Las redes WiFi se convierten cada vez más en el objetivo principal de los ciberdelincuentes debido a las vulnerabilidades de configuración y administración que tienen, lo que hace que sea más difícil detectar y defenserse frente a una amenaza”.
“No obstante, se asumía que no era posible desarrollar una amenaza que pudiera atacar redes WiFi, pero hemos demostrado que no solo sí es posible, sino que la propagación es muy veloz“.
El secreto de “Chameleon” es el método que utiliza para evitar la detección: no ingresa en los equipos ni en Internet, se quedaría únicamente en la red WiFi y podría eludir las barreras de seguridad, ya que muchas redes Wi-Fi no están debidamente configuradas con contraseñas y protocolos de autenticación seguros.
En uno de los laboratorios de la universidad, los estudiantes generaron una simulación de un ataque ingresando en puntos de acceso de WiFi públicas y privadas. La amenaza se propagó muy rápidamente entre los puntos que estaban en un radio de hasta 50 metros.
Fuente: welivesecurity
«¿Usa usted el teléfono sosteniéndolo cerca de su oído? Esto es muy malo. Está usted constantemente expuesto a una radiación dañina y peligrosa para su vida». Así se anuncia Safetel, un producto fabricado por la empresa rusa Incotex Electronics que garantiza «proteger a las personas de una radiación GSM dañina».
Safetel, que tiene un stand en la presente edición del Mobile World Congress de Barcelona, echa mano de artículos científicos que relacionan el uso de teléfonos móviles con enfermedades como el déficit de atención e hiperactividad o los tumores cerebrales. Incluso remite, en un comunicado reciente, a la Organización Mundial de la Salud que según esta empresa «clasificó los teléfonos móviles en el Grupo 2B que también incluye algunas sustancias peligrosas prohibidas en muchos países».
El problema es que las consecuencias dañinas de esta radiación jamás han sido corroboradas por los científicos.
¿En qué consiste en realidad el sistema patentado de Safetel? «Es un medio seguro de comunicación GSM móvil entre teléfonos y operadores mediante un módulo de tamaño pequeño». Este módulo «se comunica con el teléfono mediante Bluetooth con una radiación miles de veces menos intensa. Cuando el módulo está activado, el GSM en el teléfono está desactivado», dice la empresa en un comunicado difundido a varios medios de comunicación.
La OMS dice, al respecto, que la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC), dependiente de la OMS, «ha clasificado los campos de radiofrecuencia electromagnética como posiblemente carcinógenos para los humanos (grupo 2B), una categoría empleada cuando una asociación causal es considerada creíble, pero donde la casualidad, el prejuicio o la confusión no pueden ser descartados con una confianza razonable».
El IARC explica además que, «mientras no se ha establecido un incremento en el riesgo de tumores cerebrales, el incremento y la falta de datos en el uso de teléfonos móviles durante periodos mayores a 15 años requieren más investigación sobre su uso y el riesgo de tumores cerebrales». Sin embargo, desde la OMS añaden que «hasta la fecha, no se ha establecido ningún efecto adverso atribuido al uso de teléfonos móviles» y además «los resultados de estudios en animales muestran consistentemente que no existe un incremento del riesgo de cáncer en la exposición a largo plazo a campos electromagnéticos».
Sin embargo, esta empresa cita en su web que «se encontró una asociación entre el uso de teléfonos móviles e inalámbricos durante 25 años o más y un riesgo triplicado de cáncer de cerebro». El debate sobre los riesgos a la salud de los teléfonos móviles y la radiación electromagnética no es nuevo. Hace un par de años, un artículo de unos investigadores daneses en el British Medical Journal que relacionaba cáncer con móviles (probablemente la misma referencia que utiliza Safetel) tuvo que ser, primero enmendado, después retirado por sus múltiples errores.
Fuente: elcorreo.com