Alec Momont, un ingeniero holandés, está trabajando en el desarrollo de un dron ambulancia que podría ayudar a salvar las vidas de un gran número de personas cada año, que fallecen tras sufrir un paro cardíaco.
Este vehículo aéreo no tripulado estaría estacionado en varios lugares estratégicos de la ciudad con el objetivo de poder desplazarse de forma rápida hasta el lugar donde haya ocurrido una emergencia. El dron llevaría incorporado un desfribilador y, una vez reciba una llamada de emergencia, podría desplazarse al lugar donde se encuentre el afectado en pocos segundos. Para que las personas que se encuetren alrededor puedan utilizar el desfribilador, el dron llevará una web cam y un sistema de altavoces para poder transmitir las instrucciones del equipo médico en tiempo real. Su creador ha explicado la importancia de un proyecto como este, indicando que únicamente en los Estados Unidos, alrededor de 800000 personas sufren un paro cardiaco cada año y solo un 8% sobrevive. El motivo está principalmente debido a que las ambulancias suelen tardar unos 10 minutos en llegar al lugar y el fatal desenlace suele ocurrir entre los primeros 4 y 6 minutos. El dron-ambulancia podría recorrer 12 kilómetros en aproximadamente un minuto, un periodo de tiempo que aumentaría las probabilidades de supervivencia por un paro cardiaco del 8 al 80%.
Fuente: wwwhat’s new
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Investigadores han encontrado poca evidencia para apoyar la hipótesis de la corona iónica, que ha sido citada como una posible explicación para el exceso de casos de leucemia en áreas próximas a las líneas eléctricas aéreas de alta tensión en el Reino Unido antes de la década de 1980, según ha publicado The Journal of Radiological Protection.
Esta hipótesis se basa en el hecho de que las líneas eléctricas aéreas de alta tensión crean partículas cargadas en el aire circundante por un proceso conocido como ionización.
En ocasiones, estas partículas iónicas, conocidas como corona iónica, pueden ser arrastradas por el viento y se unen a los contaminantes del aire, como los del tráfico o los del tabaco. La hipótesis de la corona iónica sugiere que las tesis de la contaminación cargada eléctricamente tienen más probabilidades de ser retenidas en las vías respiratorias o en los pulmones y que esto podría llevar a efectos graves de salud, incluyendo la leucemia infantil.
Para investigar esta teoría, los investigadores estudiaron a cerca de 7000 niños en Inglaterra y Escocia que se les había diagnosticado leucemia al nacer entre 1968 y 2008, y que, además, vivían a menos de 600 metros de una línea eléctrica aérea de alta tensión.
El resultado no sugiere que la exposición la iónica explicara el patrón de aumento de las tasas de leucemia cerca de las líneas eléctricas aéreas de alta tensión de décadas anteriores.