Así informó la televisión pública austríaca ORF, destacando que el «teletransporte» se efectuó «simplemente a través del aire».
Según los científicos, el experimento supone un importante paso adelante para la criptografía cuántica a través de satélite.
El fenómeno de la física cuántica se basa en que dos partículas entrelazadas, es decir, que comparten el mismo estado cuántico, mantienen su vínculo mutuo a cualquier distancia.
Los experimentos de Zeilinger se basan en el fenómeno de los «fotones cruzados», descrito por el premio Nobel Albert Einstein por su «efecto fantasmagórico a distancia».
Zeilinger y su equipo de la Universidad de Viena llevan años trabajando en este campo con resultados innovadores que, entre otros, pueden aplicarse a la codificación de mensajes totalmente resistentes a cualquier intento de descifrado.
Con ello, se permitiría la transmisión de datos segura, ya que cualquier interferencia para leer el código tendría un impacto inmediato en todo el sistema.
En 1997 Zeilinger fue el primero en demostrar el teletransporte cuántico en Viena, entre las dos orillas del río Danubio y, a partir de entonces, fue aumentando el número de fotones entrelazados y la distancia cubierta.
Ya en 2007, Zeilinger había demostrado que es posible enviar fotones entrelazados entre La Palma y Tenerife, pero entonces sólo se envío un fotón, mientras la partícula compañera quedó en La Palma.
Ahora, el equipo de científicos del Instituto de Óptica Cuántica e Información Cuántica (IQOQI) de la Academia Austríaca de las Ciencias (u00D6AW) y de la Facultad de Física de la Universidad de Viena logró enviar a ambos fotones entre las islas.
Ahora, el sexagenario y renombrado profesor sueña con usar satélites para desarrollar la criptografía cuántica.
En ese sentido, el siguiente objetivo es emplear la Estación Espacial Internacional (ISS) como laboratorio desde el que teletransportar fotones.
Aunque los 144 kilómetros entre las dos islas es una distancia menor a la altura en la que se encuentra la ISS, los científicos creen estar muy cerca de poder lograr su objetivo porque la densidad de las moléculas de la atmósfera se reduce considerablemente con la altura.
Fuente: informacion.es