Aunque el futuro nos dirige hacia la tinta electrónica, a día de hoy todavía tenemos que conformarnos con el blanco y negro. A pesar de que ya existen múltiples alternativas en forma de lectores de libros electrónicos, todavía no hemos podido hablar de un lector que funcione en colores. Bueno, existe el Fujitsu FLEpia, un lector que funciona a todo color pero que puede costar un riñón y parte del otro. Para más inri, el modelo de Fujitsu sólo se vende en Japón.
Pero nos llegan buenas noticias desde Ohio sobre unas investigaciones avanzadas para conseguir darle algo de color y de vida a estos libros electrónicos en auge. Sin duda, sería el remate para popularizar del todo esta nueva forma de lectura cómoda, portátil y hasta ecológica.
En efecto, los lectores de libros electrónicos más baratos funcionan con tinta negra. Jason Heikenfeld y su equipo científico de la Universidad de Cincinatti (Ohio) han querido dar un vuelco a esta tendencia. Junto a la empresa Sun Chemical y mediante el desarrollo de técnicas fotolitográficas estándares, han obtenido un papel electrónico en color, de brillo y calidad superior. Por lo visto, el funcionamiento tiene lugar gracias a unas burbujas repletas de tinta que se mueve cuando es impulsada por el voltaje y que vuelve a su sitio cuando deja de estar conectada a estos estímulos.
Por lo visto, el sistema es muy parecido al que utilizan algunos animales cromatóforos como son el camaleón o ciertos anfibios y peces que cuentan con estas células llenas de pigmentos, capaces de reflejar la luz. En esta sencilla técnica de camuflaje podría residir la clave de las nuevas pantallas de tinta electrónica en color, tan económicas y resolutivas como la propia naturaleza. En cualquier caso, la investigación sigue su curso.
Vía: Engadget