A estar por sus recientes declaraciones, lo que ha terminado por erosionar la aparentemente infinita paciencia del político laborista ha sido la explosión de los medios informativos digitales.
La proliferación de estos medios no debe haber sentado nada bien a Blair, puesto que los ha calificado como «fieras salvajes», capaces de una «hostilidad feroz».
Blair aparece así como la primera víctima reconocida de la sustitución de un modelo informativo más bien dócil a los manejos del poder por otro que muestra una resistencia «feroz» a las injerencias de los más influyentes.
Lo curioso, y al mismo tiempo preocupante, es que este fenómeno no se produce en países como Cuba, Venezuela o Corea del Sur, sino en el que se considera un auténtico templo de las libertades y en el que rige la «democracia más antigua del mundo».
El ya casi ex Primer Ministro añora la «objetividad» de un sistema basado en los informativos de las BBC y la ITV, del que hoy lamenta su caída de audiencia hasta en un 50%. A juicio de Blair, la proliferación de los blogs y de los «canales de información 24 horas» ha hecho perder la objetividad y, según su particular visión, los medios de prensa «están dirigidos de acuerdo al impacto que generan»; esto, a su vez, «provoca una caída en los estándares».
En un ataque de sinceridad brutal, Blair ha reconocido también que su gobierno dedicó mucho tiempo a tratar de influir en la cobertura que le daba la prensa. «En los primeros años del ‘nuevo laborismo’, prestamos una atención desmedida a cortejar, saciar y convencer a los medios», afirma.
Las Nuevas Tecnologías y, especialmente, Internet, han puesto fin a esta política de «coqueteo» con los medios.
La solución para Blair pasa por introducir cambios en la regulación a que están sujetos los medios y, concretamente, de introducir restricciones al derecho de informar a través de Internet. Insistimos en la idea de que esta postura es preocupante porque no viene de Hugo Chávez ni de Fidel Castro sino de quien por muchos años ha sido líder de un país que se toma en serio las cuestiones relacionadas con la libertad de las personas.
En caso de que la novedosa idea de Blair llegase a prosperar, pero no consiguera matar al «monstruo feroz», bastará para ello con aplicar las recomendaciones del Consejo español de Colegios de Ingenieros en Informática. Esta institución alzó la voz en la polémica generada en torno al nuevo -y desafortunado- sitio web del Congreso de los Diputados de España.
Los ingenieros informáticos españoles atribuyen los fallos y agujeros de seguridad de esta nueva web a «la falta de regulación de la Ingeniería Informática». Sostienen que sin dicha regulación «no se podrá garantizar eficazmente los derechos tecnológicos de la sociedad».
El consejo recuerda que, sin regulación de la actividad, no hay responsabilidad civil, penal o profesional de la dirección técnica de los proyectos informáticos. Además, critican las políticas de contratación pública de servicios y sistemas informáticos, ya que no existe un Cuerpo Nacional de Ingenieros en Informática ni manera de verificar la cualificación necesaria de quienes realicen el proyecto.
En suma, que Blair y los ingenieros informáticos de la Madre Patria, propugnan una vuelta a los años ochenta, el regreso a una Internet «hecha por expertos» (firmadas por ingenieros como «gasistas matriculados»), con «planos» registrados en la oficina burocrática de turno y con contenidos regulados por una Ley. Esto y anunciar el fin de la Internet que conocemos es prácticamente lo mismo.
Fuente: Noticias Iruya.com