La promesa de conseguir vacaciones gratis o a un precio demasiado bueno se ha convertido en el cebo de una nueva ciberestafa. Se trata de correos electrónicos en los que se suplanta a agencias de viaje reales y donde se regalan vuelos o se ofrecen estancias baratas en hoteles. Para conseguir estos obsequios,el correo insta al internauta a llamar a un número de teléfono 806 (de pago) o a entrar en el enlace que les adjunta. Este vínculo dirige al usuario a una página web falsa – una copia de la de la auténtica agencia- y así los delincuentes digitales consiguen el número de tarjeta de crédito de los internautas.
El Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (INTC) y el Observatorio de Internet advierten que este tipo de correo no deseado o spam – muy similar al que suplanta páginas web de la Administración o de bancos- ha comenzado a inundar correos electrónicos desde hace un par de meses aprovechando la llegada del verano. «Se trata de un fraude basado en un servicio que cada vez tiene más aceptación», explica Marcos Gómez, subdirector de E-confianza, del INTC. Cerca del 10% del negocio de las agencias de viajes españolas proviene de las ventas en internet y el año pasado el51% de los turistas españoles reservó sus vacaciones a través de la red, según datos del Instituto de Estudios Turísticos. El auge de la contratación de viajes por internet ha venido acompañado de una mayor regulación del sector, pero todavía quedan huecos por tapar. En el Observatorio de Internet afirman que los problemas de fraude que predominaron hace seis años – venta de paquetes turísticos inexistentes, hoteles fantasma, etcétera- se han erradicado casi por completo y que por eso ha nacido la estafa a través del spam.Para no caer en el engaño, basta seguir unas pocas recomendaciones (véase el recuadro).
A pesar de esta ciberestafa, «no hay motivo para desconfiar de la red para organizar las vacaciones», dicen desde la organización de consumidores Ceaccu. «La mayoría de las compañías actúa bien y si se sabe comprar en internet es posible conseguir un ahorro de hasta el 70% respecto a las tarifas normales, además de una mayor autonomía al elegir destino», cuentan. La parte negativa está en que, si hay problemas, «es mucho más difícil reclamar a una empresa virtual que a una con oficinas, y más si está gestionada desde países lejanos», apunta Joan Ramon Hidalgo, asesor de la Agència Catalana del Consum. A pesar de que la ley de Comercio Electrónico establece que el juicio por presuntos fraudes se debe celebrar en la ciudad donde vive el afectado, la notificación a veces no llega nunca a determinados países, sobre todo de fuera de la UE – en la Unión existe convenio de colaboración judicial-.
En cuanto a la persecución del spam,el INTC pondrá en marcha en breve una red de sensores para conocer el tipo de correo electrónico no deseado que llega hasta los servidores y de dónde viene. Encontrar a los que envían los mensajes es, en ocasiones, casi imposible.
Fuente: La Vanguardia