El embarazoso caso se ha saldado con la destitución del jefe de la investigación, Chen Jin, como decano de la Escuela de Microelectrónica de la Universidad Jiao Tong, una de las principales de Shanghai (este de China).
Según el informe oficial, Chen robó la tecnología de otras compañías para fabricar sus chips, usados para procesamiento digital de señales en productos como reproductores de MP3 y teléfonos móviles.
Fuentes citadas por el diario «South China Morning Post» aseguran que una de las empresas «pirateadas» es Motorola.
«Si se demuestra que nuestra compañía está implicada, emprenderemos acciones», dijo al rotativo de Hong Kong una portavoz de la firma.
El Ministerio de Ciencia y Tecnología y la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo dejarán de financiar los proyectos de Chen, mientras que el de Educación le retirará sus títulos y remuneraciones, según la agencia estatal Xinhua.
El Hanxin («chip chino») fue anunciado oficialmente en 2003 como clave para el desarrollo de una tecnología nacional en este campo, al ser el primero desarrollado por científicos del país.
No es el primer caso en el que científicos y académicos chinos son descubiertos copiando sus investigaciones y tecnologías, a causa, según los expertos, de la falta de un sistema que castigue estos actos.
El Gobierno ha anunciado que prepara reglamentos y políticas sobre evaluaciones científicas y tecnológicas para evitar escándalos como el de las células madre del surcoreano Hwang Woo-suk, que sacudió a la comunidad académica internacional.
Fuente: 20minutos.es
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