van y Alexandre Guardia y Ramón de la Iglesia, tres jóvenes ingenieros informáticos imputados por la presunta trama para vaciar las arcas de la empresa pública Bitel del Govern, volvieron ayer a responsabilizar a su antiguo profesor y superior en algunos casos, Damià Vidal, el gerente de dicha sociedad en la pasada legislatura de las irregularidades en numerosas contrataciones. Los encausados, no obstante, sostuvieron que sí realizaron los trabajos e informes por los que Bitel les pagó, entre 2003 y 2007, decenas de miles de euros, pero que se los entregaron en mano a Damià Vidal.
La jueza de instrucción 10 de Palma, Carmen Abrines, y el fiscal anticorrupción Pedro Horrach participaron ayer, junto a varios abogados, entre ellos Luis Ponte (del bufete Pomar), acusador en nombre del actual Govern, en el interrogatorio de los tres imputados.
Los jóvenes ya reconocieron en sus declaraciones ante la Policía y el fiscal Horrach a finales de abril pasado, cuando fueron detenidos por el caso Bitel II, que habían pagado comisiones de entre el 16,5% y el 21,5 % a Vidal sobre las sumas que habían cobrado por un rosario de trabajos e informes.
Las acusaciones postulan que estos estudios y dictámenes no se hicieron, o fueron simples plagios de documentos ya publicados. Los acusados, defendidos por los letrados Santos Vela y Salvador Perera, mantuvieron, sin embargo, que sí hicieron los encargos del gerente de Bitel, pero que entregaron a este en mano los trabajos.
Los informes no aparecen
Las acusaciones, no obstante, destacaron que, si las tareas se hubieran hecho, la obligación era que constasen los informes en los archivos de la empresa pública y estos supuestos trabajos nunca han aparecido.
Los inculpados también han admitido los sistemas que empleaban para simular una concurrencia de ofertas para los “concursos” que Bitel convocaba con ocasión de cada trabajo. La Policía dispone también de pruebas informáticas sobre estas componendas.
Los jóvenes ingenieros se ratificaron en las presuntas coacciones y chantajes que Vidal les habría hecho para participar en este entramado, dado que les amenazaba con no darles trabajo en la empresa pública de telemática del Govern.
Siete mil euros al mes
Uno de los inculpados, Iván Guardia, declaró ayer en el despacho de la magistrada, donde también estaban los defensores Manuel Montis, Eduardo Valdivia y Julián Carnicero, que llegó a cobrar de Bitel un suelo mensual de cinco mil euros, aunque tuvo que dar parte de su nómina a Vidal.
El ingeniero informático añadió que en aquella época también ganaba otros dos mil euros al mes por los trabajos realizados para Helix Infocom, una de las empresas presuntamente implicadas en el vaciado de fondos de Bitel y propiedad en parte de Vidal.
Fuente: diariodemallorca.es