La crisis financiera, agravada en los últimos días por la quiebra de Lehman Brothers y la salvación in extremis de Merrill Lynch y AIG, va a repercutir en casi todos los sectores económicos. Y la industria tecnológica no es una excepción. Diversos analistas coinciden ya en que el deterioro de las cuentas de las entidades financieras va a provocar un recorte de sus inversiones en tecnologías de la información y la comunicación (TIC). ‘En el contexto actual, es muy previsible que las reducciones de costes que pongan en marcha las entidades afecten a sus gastos en tecnología’, explica Fernando Acevedo, socio de Accenture, quien recuerda que el sector financiero es de los que más invierte en TIC.
Algunas de las grandes consultoras ya han empezado a poner cifras a los posibles recortes. Forrester publicó este martes un informe, basado en una encuesta realizada a responsables de tecnología de casi 1.000 corporaciones de Europa y EE UU, en el que apuntaba que el 43% de las empresas habían reducido los presupuestos para las TIC, porcentaje que subía al 49% en el caso de las entidades de servicios financieros. ‘Ha sido el sector en el que el recorte ha sido más duro’. La consultora pronostica una disminución del 2% de las inversiones en tecnología de la industria bancaria en 2008.
El impacto puede alcanzar gran relevancia habida cuenta del peso que bancos y cajas han tenido en el sector tecnológico durante los últimos años. Según Forrester, la industria bancaria global destinó 241.000 millones de dólares (unos 167.300 millones de euros) a nuevas tecnologías (hardware, software, servicios y telecomunicaciones) durante el pasado año, cerca de un 5% más que en 2006. La consultora IDC precisa que sólo las entidades financieras de EE UU, país en el que la crisis se ha mostrado hasta ahora con mayor dureza, dedicaron a estas partidas en torno a 60.000 millones de dólares. En España, según Accenture, la inversión TIC de la industria financiera (considerada por muchos expertos como una de las más avanzadas del mundo) rondó los 3.300 millones de euros en 2007, en torno a un 10% más que el año anterior.
Con estas magnitudes, no cabe la menor duda de que la industria financiera tiene también un gran peso en las cuentas de las corporaciones tecnológicas. Por ejemplo, IBM vio como los servicios financieros aportaban 7.600 millones de dólares a sus ingresos en el segundo trimestre, en torno a un 28% del total. Y con un crecimiento del 15%, por encima del 13% registrado por el conjunto de la corporación. Para otras empresas del sector como la francesa Capgemini, la banca supone un 17,6% de su volumen de negocio por un 34% de la india Infosys.
Claro que, no todas las áreas TIC se verán penalizadas por igual. Acevedo indica que las mayores bajadas podrían tener lugar en los costes discrecionales, especialmente en la ‘paralización de proyectos de renovación de aplicaciones con una duración de entre seis y doce meses’.
Marc Martínez, socio de Ernst & Young en Tecnología y Servicios de Seguridad, cree que ‘más que un recorte lo que está sucediendo este año es que hay cierta estabilización en las inversiones, mientras que la tendencia hasta no hace mucho tiempo era de crecimiento’. Según este experto, en general, todas las áreas de la tecnología se van a ver afectadas por esta contención, ‘aunque evidentemente los proyectos no imprescindibles, como puede ser la renovación de aplicaciones, pueden verse congelados’.
Otros analistas señalan que las entidades podrían posponer la renovación de software o la compra de nuevos equipos de hardware. En esta línea, Dell señaló esta misma semana que la ralentización de la demanda se ha extendido desde EE UU a Europa y Asia, y aunque no citó explícitamente a la banca, diversos medios estadounidenses han recordado que en mayo pasado, el entonces director financiero del gigante informático, Don Cathy, dijo a los analistas que ‘veía un conservadurismo en la inversión por parte de los bancos’.
Pese a todo, la banca no va a reducir todas sus inversiones. Martínez apunta que las áreas en las que las entidades financieras van a seguir invirtiendo son aquellas en las que claramente la tecnología suponga una ventaja competitiva para sus clientes. Entre ellas figuran la implantación de un nuevo canal de venta o las mejoras ‘evidentes’ en los canales actuales. Este experto cree también que el cumplimiento con la regulación actual (muy diversa en el sector financiero), por ejemplo Basilea, Mifid, LOPD, Prevención de Blanqueo o Abuso de Mercado, entre otras, ‘va a ser un catalizador de inversiones cuando para asegurar el cumplimiento sea necesario instalar o desarrollar aplicaciones’. En este sentido, Martínez apunta como uno de los puntos clave a la llamada Convergencia Normativa, que busca ‘consolidar en un único sistema informático los distintos controles o modelos de control creados para cumplir con las distintas regulaciones’.
A su vez, Acevedo señala que las partidas que las entidades financieras destinan a los llamados costes no discrecionales (incluyen infraestructuras, seguridad o aplicaciones clave) no pueden ser tocadas porque influyen en la propia operativa de la entidad. Y la actividad no puede parar.
COMPRAS SUSPENDIDAS
La crisis financiera ha paralizado operaciones en el sector TIC que afectaban a los propios bancos de inversión. Daewoo Electronics suspendió su venta a Morgan Stanley Private Equity, operación valorada en cerca de 1.000 millones de dólares (unos 694 millones de euros). La firma surcoreana aseguró que los principales motivos eran ‘la falta de liquidez de la compañía norteamericana y la crisis que afecta al mercado crediticio de EE UU’.
Las empresas indias, las más castigadas
Entre las empresas tecnológicas que ya se han visto afectadas por la ralentización inversora de las instituciones financieras figuran los gigantes indios que, según la consultora Gartner, obtendrán unos ingresos de 64.700 millones de dólares en 2008. Para estas compañías, los contratos de outsourcing con la banca de EE UU suponen en torno a un tercio de sus ingresos anuales. En definitiva, son claves para su crecimiento. Por ejemplo, Merrill Lynch, que va a ser absorbida por Bank of America, supone un 2% de los ingresos de Satyam. No es que el negocio vaya a desaparecer pero, cualquier nuevo plan puede sufrir retrasos.
En este escenario, firmas como Infosys, Tata, Satyam o Wipro ya han sufrido fuertes penalizaciones en las bolsas, ante la posibilidad de un empeoramiento de sus cuentas. Desde la pasada primavera, los precios de las acciones de estas empresas han sufrido caídas de entre el 30% y el 40%.
Además, estas corporaciones se habían visto favorecidas por la coyuntura de las divisas pero la revalorización de la rupia frente al dólar experimentada en las últimas semanas también ha contribuido a aumentar el pesimismo. Y por si fuera poco, empiezan a sufrir ahora en mayor medida la presión de otras compañías como HP, IBM, Sun o Accenture, que están ampliando sus operaciones a la India.
Las compañías hindúes han empezado a realizar ajustes. Por ejemplo, Satyam ya ha anunciado que va a despedir a 4.500 empleados. Otras han optado por acelerar la inversión en el extranjero para crecer. Sin ir más lejos, Infosys anunció la compra de la británica Axon a finales de agosto para consolidar su presencia en Europa.
Fuente: Cincodias