El sexo es uno de los flancos más débiles y vulnerables de los internautas. En los envíos masivos de correo o spam, los mensajes que logran más atención son los pornográficos, según un estudio de CipherTrust que recoge La Tejedora. Si en el mensaje que recibimos hay sexo, hacemos clic un 5,6% de las veces, frente al 0,02 por ciento que logran los mensajes de por ejemplo, un medicamento. Si el correo que recibimos parece provenir de nuestro banco, la cosa cambia. En ese caso muchos hace clic y acaban cayendo en un engaño, pues la página a la que dirige el enlace puede ser una falsificación creada para robarnos. La comisión de seguridad de la Asociación de Internautas ha elevado el nivel de alerta tras detectar en las últimas 48 horas cinco ataques de phishing contra clientes de entidades bancarias españolas, y destaca el sufrido ayer por Banesto, una acción en el que la estafa incluía una modificación del aspecto del navegador del internauta. El ataque consigue «un efecto muy real ya que en la caja de dirección aparece la dirección URL verdadera del banco , cuándo en realidad el cliente está visitando en un servidor trampa». Robar mediante estas técnicas acaba siendo tan común que a algunos les crea adicción, como a Shiva Brent Sharma, un joven estadounidense que ganó más de 150.000 dólares al obtener los datos de la tarjeta de crédito de varios internautas. Ya le han cogido y está en una cárcel de Nueva York, pero desde allí afirma tener medio a reincidir porque esto de la estafa online «es una adicción, no hay duda de ello». o».
Fuente: ElPais.es