Para abordar el potencial de 5G, la industria inalámbrica está estudiando una amplia gama de frecuencias de espectro radioeléctrico desde sub-1-GHz hasta 100 GHz, incluyendo espectro licenciado, sin licencia y compartido. Sin embargo, según los nuevos hallazgos de ABI Research, mientras que el uso de la tecnología mmWave (ondas milimétricas, banda de espectro entre 30 gigahertz (Ghz) y 300 Ghz) es una de las características más distintivas de 5G, a corto plazo la banda C está emergiendo con el consenso más global para el lanzamiento oportuno de la red comercial 5G en 2019.
A pesar de que muchos de los ensayos 5G de laboratorio y de campo realizados por participantes de la industria se han enfocado en frecuencias más altas, los recientes anuncios regulatorios de unos 20 países han apuntado a la banda C como el rango de espectro más común identificado para 5G.
«A largo plazo, toda la amplitud de la gama de espectro de sub-1-GHz a 100 GHz será crítica para abordar los diversos casos de uso y cumplir con velocidades mejoradas, latencia, fiabilidad y otras métricas 5G en diferentes escenarios de uso. A corto plazo, sin embargo, la utilización de ondas milimétricas para los servicios 5G en 2019-2020 se ve limitada debido a los desafíos tecnológicos y a la disponibilidad de espectro global», explica Prayerna Raina, Analista Senior de ABI Research.
Dado que la comunicación celular actual tiene lugar por debajo de 6 GHz, el uso de gamas de frecuencias más altas para la banda ancha móvil no es un territorio familiar para los operadores móviles. De manera similar, tecnologías clave de antenas 5G y estaciones base como MIMO se encuentran actualmente desplegadas en el rango por debajo de 6 GHz en un nivel bajo de cuatro a 16 elementos de antena en la mayoría de los casos. En frecuencias de ondas mmWave más altas, es probable que las antenas MIMO masivas tengan cientos de elementos de antena, lo que trae consigo su propio conjunto de desafíos.
El uso de frecuencias más altas, como 26 GHz y 28 GHz para el servicio fijo de banda ancha móvil en redes 5G es seguro, pero es la banda C con su armonización global la que está creando oportunidades para el despliegue a gran escala.
«En última instancia, 5G debe tener un buen sentido comercial para los operadores que siguen luchando contra el estancamiento de los ARPU, el aumento del tráfico de red y la necesidad de optimizar la gestión y las operaciones de red de forma rentable», afirma Raina. «La banda C, con el apoyo de las nuevas tecnologías, incluido el desacoplamiento de enlaces ascendentes, será probablemente la banda espectral dominante de 5G, ya que permite a los operadores desplegar 5G en una red existente, en lugar de gastar significativamente en nuevas instalaciones celulares», concluye Raina.
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Imagina una red WiFi capaz de alcanzar velocidades de varios terabits por segundo, capaz de transferir una película en alta definición en menos de un segundo. Quizás parece utopía, pero Ian Akyildiz, del Instituto Técnico de Georgia (Georgia Tech), han desarrollado una nanoantena de grafeno capaz de lograrlo. Lo más interesante es que a distancias cortas (de pocos centímetros) se alcanzan velocidades de 100 Tbits/s lo que puede tener interés en la comunicación interna entre componentes de dispositivos electrónicos o entre redes de sensores en sistemas confinados (útiles en química, biología o medicina). Por supuesto, el mayor problema a día de hoy es el coste prohibitivo del grafeno (unos 3000 euros por metro cuadrado); en la nanoantena hay que fabricar dos trozos de grafeno de entre 2 y 100 nanómetros de ancho y un micrómetro de largo, que han de ser colocados en el lugar adecuado de la nanoantena. Quizás el grafeno trabajando a frecuencias de terahercios sea el futuro de la tecnología 5G que se podría implantar alrededor del año 2020. Nos lo ha contado Alex Wright, “Tuning In to Graphene,” News, Communications of the ACM 56: 15-17, Oct 2013 [pdf gratis].
Fuente: La Ciencia de la Mula Francis