Cantidades ingentes de viejos ordenadores, teléfonos móviles y todo tipo de productos electrónicos rotos o que se han quedado desactualizados se amontonan en China, la India y países del continente africano. Estos desechos aumentarán aún más en la próxima década, cuando se incremente notablemente la venta de productos electrónicos.
Por eso la ONU ha instado en un informe a tomar medidas urgentes para hacer frente a estas montañas de e-basura que hacen peligrar los ecosistemas de los países en desarrollo.
Naciones Unidas advierte de que la India podría incrementar sus desechos tecnológicos hasta en un 500% debido a los ordenadores tirados a la basura hasta el año 2020.
En China, se estima que los restos procedentes de teléfonos móviles se multiplicarán por siete en la próxima década.
El gigante asiático ya produce alrededor de 2,3 millones de toneladas de e-basura y sólo es superado por los Estados Unidos (con 3 millones de toneladas de residuos electrónicos). Y es que a pesar de haber prohibido la importación de basura tecnológica, China sigue siendo el e-basurero de los países desarrollados.
El estudio recoge información información sobre los niveles actuales de basura electrónica en 11 países (China, la India, Sudáfrica, Uganda, Senegal, Kenya, Marruecos, Brasil, Colombia, México y Perú) y evalúa cómo podrían incrementarse en los próximos años los desechos de PCs y portátiles, impresoras, móviles, buscas, cámaras digitales, dispositivos de música o televisores.
En todo el mundo, la ciberbasura crece a un ritmo de 40 millones de toneladas al año, a medida que los consumidores de las naciones desarrolladas y en desarrollo compran nuevos gadgets y tiran los antiguos.
Sin embargo, algunos países tratan de sacar provecho de esta basura tecnológica y se dedican a extraer materiales que forman parte de los aparatos electrónicos, como plata, oro, paladio o cobalto, aunque no todos lo hacen de la manera más conveniente y utilizan medios perjudiciales para el medio ambiente, por ejemplo la extracción mediante la incineración.
La ONU urge a países como Brasil, Colombia, México, Marruecos o Sudáfrica a establecer sistemas de tratamiento y reciclaje de e-residuos que frenen las consecuencias medioambientales y sanitarias.
Estos productos, condenados a una vida efímera al quedar obsoletos en muy poco tiempo, pueden convertirse en una amenaza si no se reciclan correctamente.
Fuente: rtv.es