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Carl Sagan

Diferencias entre ciencia y pseudociencia

Actualidad Informática. Diferencias entre ciencia y pseudociencia. Rafael Barzanallana

Es una pena que cada cierto tiempo haya que recordar cosas como esta, pero últimamente parece que no sólo es necesario sino imperativo. Basta darse una vuelta por internet para darse cuenta de ello. Estos dos párrafos pertenecen a Carl Sagan, de su obra “El mundo y sus demonios”, y sigue siendo necesario tenerlos presentes para que no nos den gato por liebre.

Ciencia

La ciencia […] plantea hipótesis de modo que puedan refutarse. Se confronta una sucesión de hipótesis alternativas mediante experimento y observación. Desde luego, cuando se descarta una hipótesis científica se ven afectados los sentimientos de propiedad, pero se reconoce que este tipo de refutación es el elemento central de la empresa científica.

Pseudociencia

La pseudociencia es justo lo contrario. Las hipótesis suelen formularse precisamente de modo que sean invulnerables a cualquier posibilidad de refutación, por lo que en principio no pueden ser invalidadas. Los practicantes se muestran cautos y a la defensiva. Se oponen al escrutinio escéptico. Cuando la hipótesis de los pseudocientíficos no consigue cuajar entre los científicos se alegan conspiraciones para suprimirla.

Cosmos vuelve esta noche

Tras su estreno en los Estados Unidos Cosmos: a spacetime odyssey llega esta noche a España con la emisión simultánea del primer capítulo a las 11 en los canales National Geographic Channel, FOX, FOX Crime, Nat Geo Wild y Viajar.

El resto de los capítulos podrán verse los lunes a las 23:30 en National Geographic Channel.

El lanzamiento se produce a la vez en 180 países y 48 idiomas, así que date una vuelta por la web de National Geographic de tu país para ver los días y horas que se corresponden.

Fuente: microsiervos

Nos guste o no, estamos atados a la ciencia

Actualidad Informática. Nos guste o no, estamos atados a la ciencia. Rafael Barzanallana

«Descubrir que el universo tiene de ocho mil a quince mil millones de años y no de seis mil a doce mil mejora nuestra apreciación de su alcance y grandeza; mantener la idea de que somos una disposición particularmente compleja de átomos y no una especie de hálito de divinidad, aumenta cuando menos nuestro respeto por los átomos; descubrir, como ahora parece posible, que nuestro planeta es uno de los miles de millones de otros mundos en la galaxia de la Vía Láctea y que nuestra galaxia es una entre miles de millones  más, agranda majestuosamente el campo de lo posible; encontrar que nuestros antepasados también eran los ancestros de los monos nos vincula al resto de seres vivos y da pie a importantes reflexiones —aunque a veces lamentables— sobre la naturaleza humana.

Sencillamente, no hay vuelta atrás. Nos guste o no, estamos atados a la ciencia. Lo mejor sería sacarle el máximo provecho. Cuando finalmente lo aceptemos y reconozcamos plenamente su belleza y poder, nos encontraremos con que, tanto en asuntos espirituales como prácticos; salimos ganando.»

-Carl Sagan, El mundo y sus demonios

 

 

La nueva serie Cosmos llegará a España el 10 de marzo

Actualidad Informática. Cosmos. Rafael Barzanallana

En España el primer capítulo de Cosmos: a spacetime odyssey podrá ser visto a la vez en National Geographic Channel, FOX, FOX Crime, Nat Geo Wild y Viajar a las 13:00 del 10 de marzo.

Los siguientes capítulos se emitirán los lunes, a partir del 17 de marzo, a las 23:30 en National Geographic Channel.

En Magonia hay una entrevista con Neil deGrasse Tyson, el presentador de esta nueva versión de Cosmos, sobre esta nueva versión de Cosmos, para ir haciendo boca: “Sagan era mucho más activo como escéptico público de lo que yo soy o plane

Los archivos de Carl Sagan de la Biblioteca del Congreso ya están disponibles en línea

Actualidad Informática. Los archivos de Carl Sagan de la Biblioteca del Congreso ya están disponibles en línea. Rafael Barzanallana
Bajo el sugerente título Finding Our Place in the Cosmos: From Galileo to Sagan and Beyond (Encontrando nuestro lugar en el cosmos: de Galileo a Sagan y más allá) y dividida en tres secciones, podemos navegar durante días y días por más de 300 documentos que incluyen borradores de libros, manuscritos, atlas celestes, anotaciones y hasta un entrañable vídeo casero de la infancia de Carl.

La colección de documentos está dividida en tres partes: Una primera sobre los modelos del cosmos en la historia. Otra que explora la historia de la idea de vida en otros mundos.Y la última centrada en la vida de Carl Sagan y sus contribuciones a la ciencia y sociedad moderna. Absolutamente recomendable. Vamos, de escándalo, diría yo.

Desde ESTE enlace, que debe formar parte de vuestros favoritos desde ya, se puede acceder on line al contenido completo.

Herramientas del escepticismo

Actualidad Informática. Herramientas del escepticismo. Rafael Barzanallana. UMU

Las herramientas del escepticismo no suelen estar al alcance de la persona común. Nuestra política, economía, publicidad y religiones están inundadas de credulidad; los que tienen algo que vender, los que mandan y los que desean influir en la opinión pública tienen un interés personal en no fomentar el escepticismo

Carl Sagan, el mundo y sus demonios

¿Por qué la pseudociencia es tan popular?

Actualidad Informática. ¿Por qué la pseudociencia es tan popular?. Rafael Barzanallana. UMU

Casos como el de la increíble expectativa mundial que atrajo el famoso fin del mundo previsto por los Mayas, o el sin fin de sitios web dedicados a la venta del secreto para hacernos ricos sin mucho esfuerzo, dietas mágicas o la cura de la diabetes, no son más que el síntoma de un problema más profundo en nuestra sociedad que no es nuevo ya que el famoso astrónomo norteamericano Carl Sagan ya lo había identificado y nos dejó una frase que resume nuestro tiempo y a la vez nos advierte de las terribles consecuencias de seguir por el camino que vamos, he aquí la frase que encontré en un post del blog de tecnología ArsTechnica:

No, esto no es una exageración y hay elementos preocupantes en nuestros días que nos pueden llevar a pensar que esta descomposición social está mucho más cerca de lo que pensamos. Reflexionemos unos minutos sobre el hecho de que la mayor parte de los servicios y bienes de los que depende nuestra existencia se fundamentan en la premisa de la «eficiencia» para maximizar las ganancias, es por ello que lo que antes eran consideradas innovaciones como el Just-in-time son ahora políticas comunes en la mayoría de las empresas pero que dependen de un alto grado de automatización llevada a cabo por computadoras. Cubriendo estos todo el abanico de posibilidades desde los alimentos en los estantes del supermercado hasta el monitoreo y soporte vital de pacientes en cuidados intensivos. El gran problema es que la gran mayoría sabe como «usar» la tecnología, pero no tiene ni la más remota idea de como funciona y lo peor de todo es que si por alguna razón esta tecnología dejara de funcionar, estos «profesionales modernos» no podrían llevar a cabo su trabajo sin las máquinas que ahora son parte de su ejercicio profesional, lo peor de todo es que tenemos todo una nueva generación de seres humanos que no saben como vivir en un mundo sin ordenadores.

No en vano, gobiernos de varios países desarrollados se han dado cuenta del problema y están intentando capacitar a las nuevas generaciones en el arcano arte de la programación, por si acaso si haces diseño web con HTML5/CSS3 y JavaScript, lamento informarte que eso no es el tipo de programación de la ques estamos hablando. El tipo de programación de la que estamos hablando es la que se necesita para producir las herramientas con las que funciona el mundo moderno, por ejemplo el desarrollo de drivers de dispositivos, programación de microcontroladores que comanden robots industriales (el más común del futuro serán las impresoras 3D), programación de despachos y monitoreo de stocks mínimos de almacenes, etc.. Es decir, no la parte artística de la programación sino la que es una extensión de las matemáticas, lamentablemente el tipo de programación que se enseña cada vez menos.

Sin ese tipo de conocimiento tan asociado a las ciencias , nuestra sociedad (la sociedad postglobal en la que vivimos) está condenada a desaparecer como las grandes civilizaciones del pasado. Con las terribles consecuencias que esto implique en un planeta camino a los 10000 millones de habitantes en el 2050.

Fuente: Tecnología y negocios

20 diciembre, aniversario de la muerte del divulgador de la ciencia Carl Sagan

Actualidad Informática. Aniversario muerte Carl Sagan, día del Escepticismo. Rafael BarzanallanaSiete frases de Carl Sagan, astrofísico, escéptico y divulgador de la ciencia y del pensamiento crítico.

«Somos polvo de estrellas que piensa acerca de las estrellas» afirmaba Carl Sagan, astrofísico, escéptico y divulgador de la ciencia y del pensamiento crítico. En el 15 aniversario de su muerte, se muestran algunas de sus mejores frases.

«En lo que atañe al cerebro, parto de la premisa de que su actividad, lo que a veces solemos denominar ‘pensamiento’, es mera y exclusiva consecuencia de su anatomía y fisiología.»

«A veces creo que hay vida en otros planetas, y a veces creo que no. En cualquiera de los dos casos la conclusión es asombrosa.»

«Somos el medio para que el cosmos se conozca a sí mismo

«Hoy más que nunca, cuando tantos y tan complejos problemas asaltan a la especie humana, es necesaria la presencia de individuos con un alto coeficiente intelectual y un amplísimo campo de intereses.»

«Después de todo, cuando estás enamorado, quieres contarlo a todo el mundo. Por eso, la idea de que los científicos no hablen en público de la ciencia me parece aberrante.»

«La ausencia de prueba, no es prueba de ausencia.»

«Vivimos en una sociedad profundamente dependiente de la ciencia y la tecnología en la que nadie sabe nada de estos temas. esto constituye una fórmula segura para el desastre.»

La materia prima del futuro

La España del euro y del siglo XXI sigue rigiéndose mejor por la superstición que por la ciencia, la cultura o los periódicos. Resulta paradójico que viviendo en una sociedad absolutamente dependiente de la ciencia y de la tecnología, estamos organizados de tal manera que muy pocos entienden de ciencia. Del cohete espacial en el que iba un astronauta español sólo sabemos que llevaban un chorizo y poco más. Y de las fotos de Marte, hay muchos que piensan que siguen siendo un truco de Televisión Española. No es extraño que se estime que más del 90 por ciento de los ciudadanos de nuestro país sea científicamente analfabeto. Carl Sagan decía que sin progreso científico no hay esperanza para crear riqueza para los ciudadanos, para mejorar nuestras vidas, ni para mantener nuestras libertades contra la tiranía. Los líderes de la mayoría de los países reconocen que la economía depende de la inversión en la educación y de la investigación científica basada en la curiosidad. Los gobiernos democráticos protegen tal curiosidad creativa defendiendo la libertad para investigar, para hablar, para votar, para publicar, para viajar. Y es que la curiosidad es el motor de la ciencia, la savia de la civilización actual.

En España, el programa de reformas europeo (conocido como Declaración de Lisboa) para desarrollar una sociedad basada en el conocimiento como única salida para activar la Europa del bienestar no se ha tomado en serio. Lo que se pedía en aquella declaración era que la conciencia colectiva apoyara un programa de comida, educación, vivienda, salud y trabajo para todos. Pero España tiene hoy más pobres, suspende en educación, la vivienda es más inaccesible que lo fue para nuestros padres, el sistema sanitario está en crisis y no hay ni habrá trabajo para todos. Como consecuencia, España tendrá que correr por lo menos dos veces más rápido en los próximos diez años para no convertirnos en una sociedad marginal como la de los mayas. Hacen falta algo más que declaraciones y buenas intenciones para que España ocupe el puesto que merece un país de 45 millones de habitantes y una de las quince economías más importantes del mundo. A la hora de fijar el camino hacia delante, lo primero es reconocer sin desgarros dónde estamos. La triste realidad es que no tenemos masa crítica en casi ninguna de las ramas de la ciencia, por lo que no es extraño que España sea uno de los países que menos ciencia crea de la Organización y Cooperación para el Desarrollo Económico.

En el caso concreto de Canarias, somos una de las regiones europeas de la cola en cuanto a producción científica de calidad. Son escasos los investigadores de Canarias que tienen una proyección internacional de reconocido prestigio. Si bien la docencia y la investigación son las funciones asignadas al profesorado universitario, llama poderosamente la atención que menos del 15 por ciento del profesorado de las dos Universidades canarias se dedica a actividades de investigación. Para la mayoría de ellos, la tesis doctoral fue o es el único capítulo de su historia científica. Tanto en las universidades como en los hospitales canarios, la actividad «científica» se concentra en escasas publicaciones en revistas internacionales, en la realización o supervisión de tesis doctorales o en comunicaciones a congresos científicos. Los folios de papel escrito se amontonan en los archivos, que, según Milán Kundera, «son más tristes que un cementerio, porque en ellos no entra nadie ni siquiera el Día de los Difuntos».

La experiencia demuestra que para hacer buena ciencia se necesita una planificación seria, suficiente dinero e instalaciones adecuadas y dotadas con los necesarios recursos humanos y materiales. Cuando desde muchos foros se pide que Canarias dedique el 0,7 % de su presupuesto para ayudar a los países más pobres, nadie pone el grito en el cielo porque el gobierno autónomo haya dedicado menos del 0,5 % de su presupuesto a financiar la investigación científica, técnica y aplicada en todos los campos de la ciencia, una cantidad equivalente a lo que costaría hacer menos de 5 kilómetros de autovía. Como mínimo, habría que multiplicar esa cifra por cinco. Y aunque pese decirlo, los descubrimientos importantes desde la II Guerra Mundial no han ocurrido en las Universidades.

El intelectual y el científico son figuras ridiculizadas en nuestra tierra. Todos los educadores, científicos, ingenieros y médicos tenemos la responsabilidad de reclamar las tres «C» (conocimiento, curiosidad por la ciencia, colaboración) para hacer de nuestra tierra y de nuestro país una sociedad más democrática y avanzada científica y tecnológicamente. Si nos mantenemos fuera de la corriente de la toma de decisiones y permitimos que los políticos y dirigentes sean los únicos que marquen el curso de la ciencia, no sólo la sociedad seguirá siendo científicamente analfabeta, sino que no nos encontraremos entre los seguidores del cambio ni entre los líderes. Nuestro futuro a largo plazo depende del entendimiento y apreciación que de la ciencia tengan nuestros ciudadanos. En la próxima generación necesitaremos no solo investigadores expertos en sus respectivas especialidades, sino también expertos en el papel que la ciencia tiene en la economía, en asuntos internacionales y en la política de nuestro país. Nuestra mayor amenaza no será entonces, el analfabetismo científico de la comunidad sino el analfabetismo político de nuestros investigadores. Buen día y hasta luego.

Jesús Villar en: El Diario de las Palmas

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