En un inicio establece como desde el diseño de la pantalla principal hasta los iconos ya existían previamente en otros equipos, sin embargo también muestra como Apple, basado en aspectos de nuestra vida cotidiana, creó una experiencia de usuario con la cual familiarizarnos rápidamente.
Sin embargo, tras el lanzamiento del iPhone y lo que significó para la telefonía móvil, otras empresas comenzaron a lanzar sus propios equipos que, sí, copiaron a Apple, pero introdujeron sus propios pequeños cambios como lo hecho con Windows Phone o Android… que Apple copio de vuelta para su nueva versión del iPhone.
Fuente: conéctica
Licencia CC
Fuente: BUNSEN de Jorge Pinto
Los profesores Jorge Matías Pereda y Gustavo Lannelongue, de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Salamanca, han probado el software denominado ‘Turnitin’, del que la Facultad ha adquirido una licencia de uso para 300 alumnos, tras haberlo utilizado primero de forma experimental.
En concreto, el ‘Turnitin’ permite a los profesores contrastar los trabajos entregados por los universitarios con el contenido de 90.000 fuentes en Internet, más el de libros y revistas científicas, así como revisar el grado de similitud con trabajos entregados por el mismo alumno o por otros en años anteriores, según informaron a Europa Press fuentes de la USAL.
Ahora, después de varios cursos probando esta herramienta, ambos docentes presentarán sus conclusiones en el congreso Experiencias e Innovaciones en la Docencia sobre Estrategia y Empresa, que se celebrará el próximo 10 de febrero en el Parque de las Ciencias de Granada.
Jorge Matías y Gustavo Lannelongue han aplicado el software a tres asignaturas: Dirección de la producción, Dirección de la información e Información, organización y control, recogiendo informes de veracidad en un primer momento de 179 alumnos, cada uno de los cuales entregaba dos trabajos.
Aunque el nivel de plagio era bajo -de los 358 informes sólo uno indicaba la presencia masiva de otros textos en el trabajo (45 por ciento de similitud con otras fuentes)- sí comprobaron, ha explicado Matías, «cierto efecto aprendizaje por parte de los alumnos, ya que la puntuación acumulada se redujo un 32 por ciento entre las primeras entregas y las segundas».
Así, según ha indicado Matías Pereda, «los resultados de esta experiencia han sido muy positivos, ya que se ha comprobado cómo los alumnos toman conciencia de la existencia de esta herramientaen el proceso de evaluación, provocando por su parte una mayor atención y dedicación a la expresión escrita y al desarrollo de ideas y conceptos propios».
Fuente: CadenaSER?
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Enlaces de interés:
– Actualidad informática: Software libre
El plagio de internet por parte de los universitarios para hacer sus trabajos era hasta ahora “una realidad silenciada”, explican Jaume Sureda y Ruben Comas, los dos profesores de la Universitat de les Illes Balears que han dirigido la primera investigación del país sobre el tema. “Ahora ya tenemos datos para intentar eliminarla”, añaden estos docentes del Departamento de Pedagogía Aplicada y Psicología de la Educación.
Este informe, para el que se entrevistaron a más de once mil estudiantes de la UIB y que se incluye dentro de un proyecto mayor del ministerio de Educación y Ciencia, saca a la luz por primera vez datos concretos sobre hasta qué punto son frecuentes las prácticas académicas deshonestas en la universidad, haciendo especial hincapié en el uso fraudulento de la red.
El 76,6% de los encuestados admite haber copiado, al menos una vez, fragmentos de páginas de internet sin citar al autor y un 18,4% dice haberlo hecho en más de cinco ocasiones. Interrogados sobre el comportamiento de los demás, las cifras suben: cerca de nueve de cada diez de los alumnos cree que sus compañeros lo hacen esporádicamente.
Según se refleja en el estudio, los universitarios no creen que esta práctica sea ni académica ni moralmente hablando muy grave, lo que quizás explique porque está tan extendida entre los alumnos. La comodidad del “copiar y pegar” a golpe de teclado aleja a los alumnos del plagio tradicional de fuentes impresas, aunque aún un 65,7% siga haciéndolo.
Algunos de los estudiantes van más allá y no tienen apuro en no incluir en el trabajo ni una sola frase de autoría propia. Así el 42% reconoce haber entregado por lo menos un trabajo hecho al estilo ´collage´ uniendo varios trozos de distintas páginas de la red.
Otros, el 10,4%, optaron en algún momento de la carrera por descargarse de la red un trabajo completo y entregarlo sin hacer ningún cambio, mientras que un 4,7% llegó a pagar a alguien o a algún portal por un trabajo.
Engrosar la bibliografía con libros que no se han consultado es también de las técnicas más extendidas, con un 47,9% de seguidores.
Parece que para las labores académicas se prefieren las nuevas tecnologías, pero a la hora de los exámenes triunfan las técnicas “de siempre”. Un 53% reconoce haber copiado en al menos un examen durante la licenciatura, frente a un 70,5% que dice haberse dejado copiar por un compañero. Las chuletas demuestran su vigencia, ya que un 52,4% reconoce haberlas usado en al menos una ocasión. Los recursos tecnológicos o la suplantación por un compañero son prácticas muy minoritarias.
Apropiación de lo ajeno
El reciclaje de trabajos de otros años goza de popularidad entre más de la mitad de los estudiantes, ya que el 57,4% no ha tenido reparo en incluir partes de tareas ya entregadas, propias o ajenas, en otros cursos en ensayos nuevos. De nuevo llaman la atención algunos contrastes: el 53% ha facilitado algún trabajo suyo a un compañero para que lo use, mientras sólo un 35% ha entregado documentos elaborados por otros alumnos.
Una vez conocidos los datos de los estudiantes, la segunda fase del proyecto se centrará en cómo perciben los profesores estas prácticas.
Fuente: Diario de Mallorca