Imaginad que os llega a la consulta un chico de unos 12-15 años que muestra en ambos muslos, cerca de la rodilla, manchas decoloradas alternando con manchas oscuras. ¿En qué es lo primero que pensáis?
En el Hospital Universitario Basel de Suiza pensaron en el uso prolongado del ordenador portátil, apoyándolo sobre los muslos. Según se cuenta en este artículo, el calor que desprende la base del ordenador junto con el déficit de ventilación por apoyarlo en una superficie blanda contribuyeron en el caso de un chico de 12 años a formar un “erithema ab igne” o “síndrome de la piel tostada“. Hay que tener en cuenta que un portátil puede desprender bastante calor, alcanzándose los 44ºC o incluso más si no tiene una adecuada ventilación por haberse tapado el conducto del ventilador. No sólo se han dado casos de síndrome de piel tostada, sino de leves quemaduras o picores.
No reviste mayor importancia, aunque haya quien afirme que hay una pequeña probabilidad de terminar induciendo cáncer de piel . Existe un modo fácil y bastante lógico de evitarlo: poner el portátil en una superficie dura o algo que proteja las piernas, como es apoyarlo en un cojín, la propia bolsa del portátil…cualquier cosa menos ponerlo directamente sobre las piernas para jugar a matar marcianitos
Fuente: Mondo Médico
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