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Apple deberá pagar 840 millones de dólares por pactar precios de ebooks con las editoriales

Actualidad Informática. Apple deberá pagar 840 millones de dólares por pactar precios de ebooks con las editoriales. Rafael Barzanallana

Apple fue acusada de haber conspirado para fijar el precio de los libros electrónicos que comercializa a través de su tienda digital. Finalmente, la compañía californiana fue declarada culpable por haber pactado los precios de sus ebooks con cinco distintas editoriales, con el objetivo de aumentar las ganancias obtenidas a través de la venta. Estos pactos se habrían producido a finales del año 2009, poco antes de que se lanzase al mercado el primer iPad.

Tras haber sido declarada culpable, la compañía de la manzana mordida ha estado recurriendo constantemente la sentencia, al parecer por no estar de acuerdo. Por ello, según diversas informaciones, ambas partes acabarían de llegar a un acuerdo por el cual Apple se comprometería a pagar la elevada cifra de 840 millones de dólares, cantidad que permitiría cerrar el caso de una vez por todas. Aunque por el momento no disponemos de detalles oficiales, el abogado de la parte demandante, Steve Berman, es quien ha asegurado que Apple habría sido obligada a desembolsar esta enorme cifra, que por lo visto, habría sido fijada teniendo en cuenta los beneficios que la empresa habría ganado tras haber subido el precio de sus libros electrónicos, ya que esta cifra los triplicaría.

Fuente: wwwhat’s new

Licencia CC

Herramientas para crear libros digitales

Actualidad Informática. Herramientas para crear libros digitales. Rafael Barzanallana. UMU

  1. Myebook: Aplicación con la que puedes diseñar tu propio libro. Tienes disponibles propuestas de diseño o puedes personalizarlo como quieras. Solo tienes que registrarte.
  2. Booktype: Tutorial para generar contenido digital de manera sencilla. A través del mismo podrás importar el libro a diferentes soportes como tabletas o Smartphones. Además, se puede diseñar el libro en red y con la aportación de diferentes opiniones.
  3. Vook: Aplicación con la que se pueden cambiar imágenes fijas por vídeos, insertando una película en el texto. Su nombre es una mezcla de Video y Book.
  4. Playfic: Herramienta que te permite crear un juego a partir de un texto. No es complicada, pero es necesario saber aplicar la creatividad a la tecnología.
  5. Zoorbust: Aplicación mediante la cual los personajes de tus historias pueden aparecer en tres dimensiones. Muy sencillo y sorprendente, por las posibilidades que te ofrece de usar la webcam.
  6. Moglue: Herramienta para crear libros interactivos para el entorno Apple. Los niños pueden interactuar con los personajes de las historias: tocar, responder, preguntar, etc. Muy sencilla de utilizar si la comparamos con los resultados que se obtienen.
  7. Soopbook: Aplicación que te permite escribir libros sociales con cualquier persona del mundo y gracias a la participación de todos. El proceso es compartido y el resultado es muy satisfactorio y siempre sorprendente.
  8. Sigil: Herramienta que facilita la creación de libros. Es decir, una vez tengas el libro editado con el programa que quieras, Sigil te permite transformarlo en formato epub para poder leerlo en el e-reader. Ideal para editores profesionales.
  9. Bookr: Aplicación para crear libros con imágenes importadas des de Flickr. Puedes empezar ahora mismo, des de la misma portada de la web. ¡Más sencillo imposible!
  10. Mixbook:  Herramienta con la que puedes añadir páginas y agregar la información que quieras encima de cada una de ellas: texto, imágenes, etc. Pueden participar diversos usuarios para crear un libro compartido.

Fuente: Formación Online

Las editoriales empiezan a llorar

Ayer se publicó en El País un artículo titulado Los dispositivos de lectura digital se disparan… la piratería también, que no es más que un amargo llanto de las editoriales, que empiezan a ver que, si se hacen las cosas igual de mal (o peor) que la industria discográfica, las consecuencias serán bastante parecidas.

Podría comentar muchas cosas, pero voy a centrarme en el siguiente párrafo:

Uno de sus autores, Manuel Francisco Reina, envió alarmado a la editorial [Roca] una lista con 20 webs donde se podía descargar gratis su última novela, La emperatriz amarga. Obviamente sin su autorización.

Así que he hecho un pequeño experimento: ¿qué diferencias hay entre bajarme ese libro sin autorización de la editorial o utilizar el sistema Libranda? Muchas.

Sin Libranda

  1. Voy a Google y tecleo una búsqueda no muy complicada: «la emperatriz amarga descarga».
  2. Entre los primeros enlaces aparece una referencia a un archivo albergado en Hotfile de 137 MB de tamaño, porque incluye el audiolibro. Lo descargo (tiempo aproximado de descarga, sin cuenta premium en esa página: una media hora).
  3. El archivo descargado el libro en varios formatos para que pueda cargar en mi hipotético libro electrónico el que quiera. Lo descomprimo y elijo el que me dé la gana.
  4. Hemos terminado.

Con Libranda

  1. Voy a Libranda y tecleo la búsqueda correspondiente: «la emperatriz amarga».
  2. Accedo a la página de resultados, que en la que me aparece una breve ficha del libro. Abajo aparece un enlace: «Ya a la venta». Pincho en el enlace y llego una página con enlaces a las tiendas en las que puedo conseguirlo. Ojo: no el enlace a la ficha del libro dentro de cada una de las tiendas, sino un enlace a la página principal de cada tienda. Es decir: que la primera búsqueda no me ha valido para nada. Elijo comprarlo enCasa del Libro.
  3. Vuelvo a buscar el libro dentro de la tienda y llego a una página con cuatro resultados, incluyendo el libro en papel. Pincho en la versión electrónica y llego a la página con la ficha del libro. Ahí puedo añadirlo a la cesta y comprarlo por 12 €. Antes de hacerlo, veo un enlace debajo de la ficha: ver dispositivos compatibles. Acabáramos: que esto no me vale para cualquier libro electrónico. Miro la lista: «No compatible con iPad, iPhone y Kindle». Además, añaden que hace falta el programa Adobe Digital Editions (con el que tiene que ser compatible el lector que esté utilizando).
  4. Busco el Adobe Digital Editions y llego a una página que me dice, muy amablemente, que mi sistema no cumple los requisitos mínimos para instalarlo. Será porque uso Linux. Bueno, me meto en la piel de alguien que utilice otros sistema operativo o Windows, y supongo que me he descargado el programa, lo he instalado y he completado los pasos de registro.
  5. Compro el libro en la Casa del Libro. Me lo puedo descargar de su zona de usuarios, y (en teoría) aparecerá en mi instalación de Adobe Digital Editions. Desde ahí, puedo transferirlo al libro electrónico, siempre y cuando sea compatible.

Revisando las instrucciones veo que las que he escrito para comprar el libro utilizando Libranda han quedado más resumidas que las otras. Sí, lo he hecho adrede, que no se diga; también es cierto que algunos de los pasos tienen que realizarse únicamente la primera vez que se compra un libro. Una explicación alternativa puede verse en el siguiente vídeo, que cuenta todo esto de forma más genérica.

Mientras esto siga así, las editoriales seguirán llorando. Cuando empiecen a ofrecer el libro electrónico sin tanta parafernalia, la cosa les mejorará bastante. Yo estaría dispuesto a pagar el precio del libro electrónico si éste es sensiblemente más barato que la edición en papel, si el proceso de compra no es un dolor y si luego puedo poner el archivo descargado donde me dé la gana: puede que en un futuro cambie de dispositivo de lectura. Alguien ha pensado que utilizar un sistema de protección anticopia es una idea buenísima para acabar con la piratería, y el efecto neto es completamente el contrario: es mucho más sencillo conseguir un libro electrónico tirando directamente de páginas de descargas (y además no hay que andar pendiente de que sea compatible o no), que por medio de los canales oficiales.

Realmente: ¿el ponerle DRM a un determinado libro, a un determinado disco o a un determinado vídeo ha evitado en alguna ocasión que se haya terminado compartiendo en las redes de intercambio? Intuyo que la respuesta es un rotundo no. Utilizar este tipo de sistemas defectuosos lo único que ocasionan es un dolor para el posible comprador, que automáticamente se pasa a la descarga «no autorizada» en cuanto aprende cómo puede hacerse. Dice el artículo de El País que la inclusión o no del DRM es algo que se deja a elección de autores y editores. Alguien debería hablar con ellos y enseñarles este instructivo gráfico que muestra las diferencias entre comprar un DVD o bajarse la película directamente.

Libranda es, efectivamente, una porquería, y no solamente por el pobre sistema de venta, sino por los evidentes problemas de catálogo que tiene. Es, a todas luces, una excusa para que las editoriales, cuando empiecen sus problemas de verdad, puedan decir que han hecho algo.

Fuente: Las penas del Agente Smith

Bajo licencia Creative Commons

La industria editorial apuesta por ebooks caros y difíciles de comprar

?La industria editorial española se ha decidido a apostar por los libros electrónicos, al menos en parte. Hoy es el primer día de vida de Libranda, el primer portal web español dedicado a la venta de libros electrónicos. Pero la criatura parece haber nacido con serios problemas de viabilidad. Como ya mencionan en blogs especializados, el uso del DRM (reflejo del miedo de las editoriales a las descargas), el elevado precio de los libros y la dificultad del proceso de compra ha despertado la unánime crítica de la Red.

El portal, formado por diez grandes grupos editoriales (Planeta, Random House Mondadori, Santillana, Wolters Kluwer, SM, Grup62, Roca Editorial, Anagrama, Ediciones Maeva y Ediciones Siruela) y otras ocho tiendas online, permite al lector acceder a una selección (a día de hoy) de unos 1130 libros digitalizados, que se espera lleguen a 8.000 para finales de año.

Se trata del primer gran portal de búsqueda y venta de ebooks en España. Los títulos a los que se puede acceder, en español y en catalán, tendrán un precio entre un 20% y un 30% inferior a los de sus homólogo físicos. La página ofrece tanto best-sellers como grandes clásicos; Saramago, Carlos Ruíz – Zafón, Orwell o Paul Auster entre muchos otros son accesibles tras unos cuantos clicks de distancia que, sin embargo, resultan más dificultosos de lo que cabría esperar.

Comprar un libro en Libranda no resulta para nada sencillo. Tras un primer paso de búsqueda del título determinado, aparecen una serie de complicaciones capaces de acabar con la paciencia de cualquier oportuno comprador: Libranda no permite realizar directamente la compra, sino que mostrará la portada de las hasta ahora ocho tiendas disponibles, donde tendremos que realizar de nuevo la búsqueda de la obra que queramos comprar. Cada una de estas páginas posee su diseño propio y no se coordinan entre sí, por lo que no podremos comparar unas con otras directamente, sino que tendremos que repetir el proceso cada vez. En su mayor parte ofrecen poca o ninguna información sobre el libro digital; resulta fácil no saber el tipo de formato que estamos comprando, el peso del archivo o el sistema de protección o DRM que llevan incorporados.

Porque las editoriales que están detrás de Libranda dicen  preocuparse por los derechos de autor, el comprador tiene limitado el uso sobre la copia del libro adquirida, que, en la mayoría de los casos, supone la prohibición de copiar o imprimir la obra. Eso si tenemos suerte, ya que algunos de los lectores de libros electrónicos más populares como el Kindle de Amazon o el iPad de Apple ni siquiera consiguen abrirlos. ¿La causa? El DRM no es compatible con la mayoría de los lectores electrónicos.

Según la directora general de la plataforma, Arantza Larrauri, evitar la piratería es «el gran reto». Afirma que la estrategia para combatirla debe moverse en varios frentes: «endurecimiento de la legislación, sensibilización de los usuarios y seguridad informática». Agrega que «los editores ya han dado un primer paso al facilitar los contenidos a precios más asequibles que el libro en papel».

Precios no tan reducidos

Los precios de los ebooks en Libranda oscilan entre el 70% y 80% de los del mercado tradicional. Esta rebaja resulta menos apreciable si además tenemos en cuenta que el IVA aplicado a los libros en soporte digital es del 18%, frente al 4% que grava a los impresos. A rasgos generales, el lector de libro digital pagará por las obras una media de entre 4 y 8 euros menos. La diferencia se reduce cuando hablamos de títulos antiguos, ya en edición de bolsillo, donde es casi inexistente.

Por ejemplo, si comparamos en una de las tiendas online pertenecientes a Libranda el precio entre la versión digital de El príncipe de la niebla, de Carlos Ruiz – Zafón y su respectiva edición de bolsillo, apenas habremos ahorrado 1,5 euros. Es sólo uno de los casos que nos permiten comparar la escasa diferencia entre la obra digital y la obra física.

Fuente: Público.es

Bajo licencia Creative Commons

Millones de eBooks gratuitos

255 millones de libros electrónicos están a golpe de clic. ¿Dónde? En Search PDF eBooks, un buscador de libros digitales que permite encontrar desde tutoriales de Flash hasta información sobre SEO, entre otras muchas temáticas.

Search PDF eBooks

Es tan fácil de utilizar como Google. Simplemente escribes el término que quieres buscar y el buscador ofrece todos los libros que hay sobre esa temática y relacionados con ella. Así de fácil y sencillo es cargar tu lector de eBooks de contenido o simplemente tener una biblioteca digital.

Fuente:  muyInternet

Bajo licencia Creative Commons

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