La basura electrónica (e-basura) de los países ricos se recicla en los países más pobres, donde causa gran contaminación y pone en peligro la salud de sus habitantes, según un estudio publicado este domingo.
Los envíos al extranjero de basura electrónica están prohibidos por acuerdo internacional, sin embargo empresarios «sin escrúpulos» envían muchos de estos residuos a África y Asia en contenedores de carga, junto con equipos nuevos, cuya importación y exportación sí está permitida.
Las pruebas realizadas en una escuela cercana a un depósito de residuos electrónicos en el suburbio de Agbogbloshie a las afueras de Accra, capital de Ghana, revelaron unacontaminación por plomo, cadmio y otros contaminantes perjudiciales para la salud de más de 50 veces por encima de los niveles libres de riesgo.
Por otra parte el valor de los elementos de los residuos electrónicos y el gran número de personas que trabajan en el reciclaje informal «dificulta cada vez más acabar con ese lugar», ya que «el sustento de muchas personas depende ahora de los ingresos generados por estas actividades».
La ONU, organismos de EE UU y empresas informáticas se han unido a la iniciativa para acabar con la e-basuraSe calcula que, por ejemplo, 100 000 teléfonos móviles pueden contener unos 2.4 kilos de oro, equivalentes a 130 000 dólares, más de 900 kilos de cobre, valorados en 100 000 dólares, y 25 kilos de plata igual a 27 300 dólares.
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