Google lanzó hace tiempo ya la herramienta Google Cloud Print mediante la cual podemos imprimir desde cualquier dispositivo con acceso a internet tenga o no una impresora conectada. Solo es necesario que la impresora disponga e una cuenta de correo electrónica y sea compatible con esta tecnología, habiendo ya muchas marcas importantes como HP o Kodak que han lanzado dispositivos de este tipo compatible con Google Cloud Print. A partir de esto existen alternativas como disponer de un equipo conectado a una impresora y que este equipo sirva a modo de servidor donde se recogen y mandan los email entrantes con documentos de impresión. Todo encaminado a la movilidad y a poder enviar a imprimir algo desde un dispositivo móvil sin depender de accesorios extras.
Google anuncia unas mejoras de este servicio de impresión en la nube las cuales permitirán compartir el control al acceso de las impresoras que tengamos conectadas a este servicio. Junto a esta funcionalidad llega otra que puede ser de bastante utilidad y que nos permite imprimir una web y guardar el documento impreso en formato PDF en nuestra cuenta de Google Docs. Antes de imprimir la web en formato PDF obtendremos un avista previa del mismo para comprobar su idoneidad.
Para estas nuevas funcionalidades es requisito el disponer de la última versión de Chrome 16 instalado siendo compatible tanto con las versiones para Windows, Mac y Linux.
Fuente| googleblog.blogspot.com | Google Cloud Print
La Universidad de Salamanca ha puesto a disposición de los miembros de la comunidad universitaria la fuente de letra EcoFont. Esta fuente, diseñada por la empresa Holandesa SPRANQ, pretende economizar tinta (de ahí lo de Eco … del nombre). Para ello, las letras contienen agujeros o huecos; cuando se imprime a 10 ó 12 puntos esos huecos no son visibles; la ideas es que, al ocupar dichos huecos una parte importante de la superficie de la letra, el ahorro de tinta puede ser considerable.
La fuente está basada en Verdana Sans y ha suscitado cierta polémica a raíz del uso de la licencia GPL con que se distribuye, conjuntamente con la prohibición de imitar dicha fuent. Parte de dicha polémica puede seguirse aquí .
También su capacidad de ahorro de tinta está en entredicho. El mayor problema parece estar en que la fuente no está en las impresoras, sino en el software de los ordenadore; esto implica que, cuando se imprime con ella, lo que el ordenador envía a la impresora es un mapa de bits (una imagen), en la cual, cuando el tamaño de la letra es el adecuado, no aparecen los mencionados huecos. Los detractores de esta fuente alegan, además, que se consiguen mayores tasas de ahorro utilizando los modos económicos de las impresoras e imprimiendo a resoluciones razonables. Si se imprime sólo texto, no tiene sentido hacerlo con resoluciones superiores a 300 dpi; la diferencia visual no es apreciable.
En cualquier caso, la fuente está disponible en el servidor FTP de la USAL, y hay versiones para Win (ftp://ftp.usal.es/software/windows/programas/ofimatica/tipografia/), Mac (ftp://ftp.usal.es/software/mac/programas/ofimatica/tipografia/ ) o Linux (ftp://ftp.usal.es/software/unix/ofimatica/tipografia/ )
Las instrucciones para su instalación (que sigue el mismo proceso que cualquier otra fuente) pueden encontrarse aquí .
Un grupo de investigadores de IBM ha desarrollado una técnica que permite imprimir a escala nanométrica (un nanómetro es la millonésima parte de un milímetro). Esta tecnología podría aplicarse al desarrollo de biosensores, la fabricación de lentes para chips ópticos y la fabricación de nanocables que serían la base de los chips del futuro.
Los investigadores han conseguido partículas impresas de un tamaño de 60 nanómetros (aproximadamente 100 veces más pequeñas que una célula de sangre humana), con una resolución que permite imprimir tanto líneas simples como dibujos más complejos. Traduciendo esta resolución al estándar dpi (puntos por pulgada), que se refiere al número de “manchas de tinta” que se pueden imprimir en un área determinada, la tecnología de nanoimpresión permite una resolución de 100.000 dpi, mientras que la impresión con tecnología offset habitual hoy en día trabaja a 1.500 dpi.
Este logro, que ha sido publicado en la edición de septiembre de la revista Nature Nanotechnology, abre el camino para nuevos avances en áreas diversas como la biomedicina, la electrónica y la informática. Hasta ahora, las técnicas de fabricación de componentes de menos de 100 nanómetros se basan en extraer esos componentes de piezas más grandes. La técnica de impresión, sin embargo, permite añadir nanopartículas a una superficie de un modo eficaz, lo que facilita la combinación de diferentes materiales como metales, polímeros, semiconductores y óxidos.
Para demostrar la eficiencia y versatilidad del método, los investigadores decidieron imprimir una imagen del sol pintada por Robert Fludd en el siglo XVII, el símbolo de los alquimistas para representar el oro. La impresión ha sido, de hecho, realizada con 20.000 partículas de oro, cada una de ellas de 60 nanómetros de diámetro. El método de impresión ha consistido en colocar una partícula por punto de dibujo, creando la obra de arte más pequeña jamás conseguida con partículas individuales de pigmento.
Fuente: Cibersur.com