Imagine un ordenador equipado con memoria a prueba de choque que es 100 000 veces más rápido y consume menos energía que los discos duros actuales. El profesor Mathias Kläui está trabajando en un nuevo tipo de memoria, ultra-rápida y no volátil, de lectura y escritura magnética que puede hacer que este dispositivo pronto sea posible.
Molesto por el tiempo que tardó su equipo en el arranque, Kläui comenzó a pensar en una alternativa. Los discos duros son baratos y pueden almacenar cantidades enormes de datos, pero son lentos; cada vez que un ordenador arranca, 2-3 minutos se pierden mientras se transfiere la información desde el disco duro a la memoria RAM (memoria de acceso aleatorio). El coste global en términos de pérdida de productividad y consumo de energía asciende a varios centenares de millones de dólares al día.
Al igual que la cinta de vídeo VHS probada y auténtica, la solución propuesta consiste en los datos grabados en cinta magnética. Pero la similitud termina ahí, en este sistema la cinta sería un nanocable de níquel-hierro, un millón de veces más pequeño que la cinta clásica. Y a diferencia de una cinta de vídeo magnética, este sistema no se mueve mecánicamente. Los bits de información almacenada en el cable son simplemente empujados dentro de la cinta mediante una corriente de espín polarizado, alcanzando la velocidad vertiginosa de varios cientos de metros por segundo en el proceso. Es como leer toda una cinta de VHS en menos de un segundo.
Para que la idea sea factible, cada bit de información debe estar claramente separado del siguiente, de manera que los datos se pueden leer con fiabilidad. Esto se logra mediante el uso de paredes de dominio con vórtices magnéticos para delinear dos bits adyacentes. Para estimar la velocidad máxima a la que los bits se pueden mover, Kläui y sus colegas llevaron a cabo mediciones en los vórtices y encontraron que el mecanismo físico podría permitir posibles velocidades de acceso más altas de lo esperado.
Sus resultados fueron publicados en línea el 25 de octubre 2010, en la revista Physical Review Letters. Scientists at the Zurich Los científicos en el Centro de Investigación Zurich de IBM (que está desarrollo de un circuito de memoria racetrak) han confirmado la importancia de los resultados en un artículo. Millones o incluso miles de millones de nanocables estaría incorporados en un chip, proporcionando una capacidad enorme en una plataforma a prueba de choques. Un dispositivo listo para el mercado podría estar disponible en tan sólo 5-7 años.
La memoria Racetrack promete ser un verdadero avance en el almacenamiento y recuperación de datos. Ordenadores equipads con Racetrack van a arrancar de inmediato, y su información se puede acceder 100 000 veces más rápidamente que con un disco duro tradicional. También se ahorra energía. RAM debe ser alimentado cada millonésima de segundo, por lo que un equipo inactivo consume hasta 300 mW sólo por mantener los datos en la RAM. Como la memoria Racetrack no tiene esta limitación, el consumo de energía puede ser reducido en casi un factor de 300, a unos pocos mW mientras que la memoria está inactivo. Es una consideración importante: la informática y la electrónica de consumo actualmente gastan el 6% de la electricidad en todo el mundo, y se prevé que aumentará a 15% en 2025.
Fuente: ScienceDaily