En la década de los 1990 se descubrió una propiedad muy interesante de la propagación de ondas de luz, el momento angular orbital (OAM), que implica que la fase del frente de la onda de luz gira en el plano transversal a la dirección de propagación. Este giro o torsión permite codificar datos en un haz óptico que se puede enviar por el aire libre (comunicación óptica no guiada). El último récord ha sido la transmisión de datos a 2,56 terabits por segundo (Tbit/s) utilizando 32 canales. Un aspecto fascinante de OAM es que no hay límite teórico al número de canales ortogonales que se pueden multiplexar (limitado solo por consideraciones prácticas en los detectores y por los efectos de la turbulencia atmosférica), por lo que pronto se espera superar los 100 canales multiplexados. El gran problema a resolver en la tecnología OAM es su aplicación en comunicación óptica guiada, es decir, en fibra óptica; la fibra convencional no permite aprovechar esta tecnología. Nos lo cuentan Alan E. Willner, Jian Wang, Hao Huang, “A Different Angle on Light Communications,” Science 337: 655-656, 10 August 2012.
Fuente: Francis (th)E mule Science’s News