El sector del móvil se enfrenta a su primera crisis histórica. Los ingresos caen por el descenso del consumo y la bajada de tarifas y, para mantener a los clientes, los costes se disparan por la competencia. Así que las operadoras deben buscar nuevas fórmulas para asegurarse fuentes de ingresos alternativas y, entre ellas, la publicidad. Telefónica, a través de su marca Movistar ha decidido regalar llamadas, mensajes y puntos (canjeables por terminales) a cambio de remitirles publicidad.
La operadora, que ha formalizado una sociedad con Sony Ericsson para el desarrollo de esta «publicidad móvil integrada», va a lanzar esta iniciativa inédita en España. No se trata de anuncios masivos e indiscriminados, como los que se reciben ahora, sino de publicidad a la medida. Los clientes que deseen convertirse en beneficiarios del programa deberán remitir vía SMS un perfil con sus gustos publicitarios e incluirán también si quieren tener un «perfil publicitario» alto o bajo.
Fuente: ElPais.com
Google ha bloqueado la campaña de Adsense en Europa de la compañía de lencería norteamericana Pampered Passions, ya que el buscador ha considerado que su contenido era sólo para adultos. La campaña animaba a los hombres a comprar lencería para sus parejas estas Navidades, pero el tono y la piel que se mostraba en los anuncios ha alarmado a Google.
Un representante de Google declaró que: «el anuncio ha sido rechazado por su contenido para adultos. Sólo se aceptarian imágenes para toda la familia. Las imágenes que se han clasificado como no aptas para menores o de contenido para adultos se han rechazado y no se publicarían. Su imagen contiene desnudos y temas para adultos».
Por su parte, Pampered Passions publicó su respuesta al comunicado de Google: «La negativa de Google para publicar anuncios que son totalmente aceptables para el público del Reino Unido en su red se está convirtiendo en algo cada vez más frecuente. Google es una compañía norteamericana y aunque puedan parecer «cool» y «liberales» en los Estados Unidos, sus polÃticas parecen más bien conservadoras para el público europeo. La prohibición de una campañía de anuncios no más rudos que una broma de Navidad y con menos carne que un catálogo de bañadores parece bastante «uncool» para nosotros.
Fuente: OjoBuscador