En este proyecto, IBM ha participado como socio tecnológico, proporcionando a la Junta de Extremadura servicios de consultoría e integración de sistemas, así como la plataforma tecnológica necesaria para acometer la implantación. La plataforma tecnológica se compone principalmente de software de aplicaciones WebSphere y Sistemas Power, servidores de gama alta caracterizados por su robustez y potencia de proceso y con capacidades de virtualización únicas en el mercado.
Gracias a la apuesta de la Junta de Extremadura, de los Colegios de Farmacéuticos de la Región e IBM por el uso de los estándares sanitarios, el sistema extremeño de receta electrónica ha podido diseñarse para que pueda conectarse con los sistemas de otras Comunidades Autónomas.
El funcionamiento de la receta electrónica es sencillo y ofrece ventajas tanto al médico como al paciente y oficinas de farmacia.
Ventajas
La receta electrónica tiene ventajas para toda la sociedad. En primer lugar, proporciona una mayor seguridad al ciudadano sobre su salud, ya que facilita el seguimiento y control de los tratamientos. También mejora la calidad asistencial, ya que los médicos tienen más tiempo (hasta un 30%) para atender a los pacientes.
Además, los pacientes ahorran tiempo en desplazamientos y, por otro lado, la atención sigue siendo constante, porque pueden consultar cualquier duda al farmacéutico que está en contacto directo con los profesionales de la salud a través del sistema informático. También es beneficioso para los farmacéuticos, que eliminan burocracia y su función como agente sanitario adquiere más protagonismo.
La receta electrónica funciona de la siguiente manera:
El médico accede a JARA, el sistema de información de gestión sanitaria del Servicio Extremeño de Salud donde se aloja el historial clínico electrónico del paciente y cuya implantación también ha sido realizada por IBM.
JARA proporciona herramientas de ayuda a la prescripción y permite que el médico prescriba un tratamiento de hasta un año de duración. Este tratamiento queda registrado en el sistema, actualizándose el historial clínico electrónico del paciente.
Como ayuda al paciente, el médico le entrega un documento con los medicamentos prescritos y la pauta que el paciente debe seguir. Este impreso cuenta con un código de barras o «marca de identidad» de ese tratamiento concreto para ese paciente.
En la oficina de farmacia, el farmacéutico visualiza en su ordenador, gracias a un lector de código de barras, el tratamiento prescrito en el impreso. El farmacéutico sólo puede acceder a ese tratamiento en concreto, garantizándose la confidencialidad de la información sobre el paciente.
Cada vez que el paciente necesite su medicamento, no tiene que volver al centro de salud a por nuevas recetas, ya que con su tarjeta sanitaria y ese documento con la marca de identidad, el farmacéutico podrá acceder al sistema de receta electrónica y dispensarle lo que indicó el médico, lo que ahorrará tiempo y desplazamientos innecesarios.
El farmacéutico anota en el sistema la entrega del medicamento. Esta información queda reflejada en el historial electrónico del paciente, de tal manera que el médico puede comprobar que el medicamento le ha sido dispensado.
El paciente puede consultar sus dudas al farmacéutico, las cuales quedan registradas en el sistema, que las enviará al médico que lleva a ese paciente en concreto.
Este proyecto ha sido posible gracias a la apuesta de la Consejería de Sanidad y Dependencia por crear un sistema tecnológico común para todos los centros de salud, que permite acceder y actualizar desde cualquier punto el historial electrónico del paciente. Actualmente, se han dispensado ya en Extremadura más de un millón de recetas de forma electrónica.
Fuente: LaFlecha