La ciencia es sospechosa para la mayoría de los postulantes republicanos a la Casa Blanca, que descreen del cambio climático y muestran una fe religiosa inquebrantable, fieles a un discurso con el que se identifica únicamente el electorado más conservador.
Sólo uno de los precandidatos republicanos, el moderado Jon Huntsman, asegura que cree que las actividades humanas son responsables del cambio climático y condena la hostilidad de su partido hacia la ciencia.
«Creo en la teoría de la evolución y confío en los científicos a propósito del calentamiento global», ha escrito en Twitter.
También atacó a sus rivales cuando declaró que desde el momento «en que el Partido Republicano se convirtió en anticiencia, estamos ante un gran problema». Pero Huntsman no logra superar el 2% de las intenciones de voto en los sondeos.
Michael Bloomberg, alcalde de Nueva York, un republicano que se ha hecho independiente, lamentó a principios de noviembre esa falta de confianza en la ciencia de los potenciales adversarios de Barack Obama en noviembre de 2012.
«Tenemos candidatos presidenciales que no creen en la ciencia», dijo durante un foro económico. «¿Pueden imaginarse una empresa, cualquiera sea su tamaño, cuyo presidente diga que no cree en la ciencia? No concluiría la jornada en su puesto», agregó Bloomberg.
La influencia de los ultraconservadores, una buena parte de los cuales piensa que Dios creó el mundo en siete días, no deja demasiado margen a los precandidatos republicanos.
«El Partido Republicano tiene una sólida base religiosa y el movimiento evangélico es uno de sus componentes más importantes», apunta Andrew Kohut, director del Pew Research Center, un instituto de investigación independiente.
En el estado de Iowa (centro), donde el «caucus» del martes constituye el puntapié inicial de las primarias que tendrán lugar en todos los estados de la Unión en los próximos meses, únicamente el 12% de los electores republicanos cree en el cambio climático y apenas el 35% en la teoría de la evolución, según un sondeo del public Policy Polling.
Mitt Romney, favorito en Iowa, no dudó en dar marcha atrás en sus convicciones científicas. Durante un debate en 2007, este mormón había defendido la teoría de la evolución de Darwin y sostenido que el calentamiento global era causado por actividades humanas. Pero desde entonces evita hablar de ciencia y ha modificado su posición. Ahora afirma que «no se sabe qué es lo que provoca el cambio climático».
El expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, católico convertido, cabeza a cabeza en los sondeos nacionales con Romney, se mantiene mudo sobre el tema, que por lo demás no suele ser tratado en los debates entre los precandidatos republicanos o en los mítines electorales.
Sin embargo, en 2008 participó en una campaña de denuncia de los peligros del cambio climático con Nancy Pelosi, entonces presidenta demócrata de la cámara baja y bestia negra de los conservadores.
Otro precandidato, el gobernador de Texas, Rick Perry, acusa abiertamente a «numerosos meteorólogos» de «manipular los datos para seguir percibiendo subvenciones para investigar» y defiende la enseñaza del neo-creacionismo en las escuelas públicas junto a la teoría de la evolución.
Para la ultraconservadora Michele Bachmann, quien en Iowa se juega su sobrevivencia en la carrera republicana, «todas las cuestiones climáticas deberían zanjarse sobre auténticas bases científicas, no con invenciones».
Ron Paul había dicho en 2009 que el calentamiento global era «la mayor broma en muchos años», una opinión que comparte el devoto ex senador Rick Santorum, también en carrera en las primarias republicanas.
El exgobernador de Massachusetts Mitt Romney, uno de los favoritos en los sondeos para ganar la candidatura presidencial en las primarias del Partido Republicano, habla en un acto de campaña en Des Moines, Iowa, el 30 de diciembre de 2011.
Fuente: YAHOO! Noticias