Un nuevo tipo de transistor basado en el funcionamiento del sistema nervioso, puede facilitar el reconocimiento de imagen y realización de otras tareas complejas con las nuevas generaciones de ordenadores, según estudios publicados el viernes.
El transistor, en base a un circuito electrónico se puede limitar o no para transmitir una señal, interpretadas como una respuesta «sí» o «no». Como decir si un píxel de una imagen es negro o blanco.
Este tipo de respuesta «congelada» es poco adecuado para tareas complejas, como el tratamiento o el reconocimiento de imagen, según Dominique Vuillaume, investigador en el Instituto de Electrónica, Microelectrónica y Nanotecnología en Lille (IEMN-CNRS).
El nuevo tipo de transistor de que ha desarrollado con sus colaboradores del CNRS y el CEA introduce una mayor flexibilidad, plasticidad, imitando el funcionamiento de los sistemas biológicos, tales como las redes neuronales.. Estas células nerviosas puedan comunicarse con sus vecinas a través de miles de puntos de conexión llamados sinapsis.
El nuevo tipo de transistor debe conducir a una «respuesta colectiva» como la que puede proporcionar una red neuronal integrando de múltiples informaciones, según Vuillaume.
Esto da lugar a un «sistema con una flexibilidad tal que puede ser programado por el aprendizaje».
El transistor llamado NOMFET (nanopartículas orgánicas Memoria Transistor) combina una molécula que contiene carbono, el pentaceno, actuando como semiconductor, y nanopartículas de oro que los electrones pueden atrapar. Estas nanopartículas son capaces de modular la señal electrónica y así imitar la plasticidad de las sinapsis en el cerebro.
NOMFET por sí solo podría reemplazar siete transistores basados en CMOS de silicio actualmente necesarios para imitar la plasticidad de una sinapsis biológica, lo que resulta en ahorro de espacio, según un estudio publicado el viernes en la revista Advanced Functional Materials.
«El objetivo de estos sistemas como las redes neuronales no es necesariamente competir con los chips de silicio en los ordenadores, las aplicaciones no son todas iguales», señala el Sr. Vuillaume. Esto «sirve para hacer frente a una gran cantidad de información en paralelo», como reconocimiento de imagen, pero «no vamos a hacer computación científica con él», concluye.
Fuente: France24
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El experto en cibernética de la Universidad de Reading (Reino Unido), Kevin Warwich está convencido de la perfecta unión a la que se puede llegar entre el hombre y la máquina. Él mismo es la demostración. Utilizándose como conejillo de indias, se ha implantado un chip que, a través de radiofrecuencia, se conectaba con un ordenador. «Conseguí identificarme con él, de manera que la máquina pudiera abrir puertas y dar las luces en mi lugar», dijo ayer en Cáceres.
Del mismo modo, se autoimplantó un dispositivo en su sistema nervioso. Con este implante descubrió, con los ojos cubiertos, que «sin ver, era capaz de decir si se me acercaba un objeto».
Asimismo, a través de este implante y con la implicación de su esposa, a la que colocó un collar conectado al implante, Warwick dijo haber conseguido «uno de los resultados que más me emocionó, porque conseguía transmitir a mi esposa señales de miedo, de alegría, de excitación. Conseguimos unir nuestros dos sistemas nerviosos», añadió durante el I Congreso Internacional de Ingeniería Médica (Memeet), organizado por el Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón.
Sus experimentos no son un juego. Ante una sala llena de médicos, informáticos, diseñadores e ingenieros, Warwick quiso mostrar cómo las nuevas tecnologías robóticas son la solución a enfermedades como el párkinson, la ceguera o la amputación de algún miembro, «a pesar de que algunos científicos tienen una visión muy limitada».
Fuente: ElPais.com