El nombre de Oracle sonó como posible comprador de Sun Microsystems hace un año, aunque después se esfumó. Sin embargo, y pese a que hace un mes la prensa estadounidense daba casi por hecha la compra del creador de Java por parte de IBM, ha sido finalmente la compañía de Larry Ellison quien se ha impuesto en esta operación que le permite entrar en un terreno nuevo para ella, el hardware.
Oracle, el segundo mayor fabricante de software del mundo, ha acordado pagar por Sun un montante estimado de 5.600 millones de dólares (4.320 millones de euros) en efectivo, que alcanza los 7.400 millones de dólares al sumarle la deuda de Sun. En concreto, Oracle abonará 9,5 dólares por cada acción de Sun, lo que supone una prima del 42% respecto al cierre de su cotización el 17 de abril.
Según ambas compañías, la compra probablemente aporte 1.500 millones al beneficio operativo de Oracle en el primer año. Safra Catz, su presidenta, precisó que ‘la adquisición de Sun será más rentable en su contribución al beneficio por acción en el primer año que lo que había previsto para las adquisiciones combinadas de BEA Systems, Peoplesoft y Siebel’. Y Ellison aseguró que Oracle será la ‘única compañía que podrá diseñar un sistema integrado donde todas las piezas casan y funcionan juntas, de forma que los clientes no tendrán que unirlas ellos mismos’.
Iván González, director de Análisis de Penteo, señaló a CincoDías que ‘estamos ante una de las operaciones más importantes de los últimos años, porque supone un cambio de reglas de funcionamiento del sector de las TI’. En su opinión, Oracle se constituye en el primer proveedor con un portfolio de TI que va de extremo a extremo. ‘Va del hierro (del hardware) a las aplicaciones empresariales (ERP, CRM). Sólo le falta los servicios’, añade González, quien recuerda que ni IBM ni HP tienen en su oferta ese tipo de aplicaciones.
Operación acertada
Estratégicamente, la operación es muy acertada para Oracle, según los analistas consultados. ‘Sin duda en el área de hardware no hay solapes, algo que sí ocurría con IBM’, apunta Jaime García Cantero, de IDC. Además, añade González, Oracle se quita un duro competidor en el negocio de las bases de datos, donde Sun tiene su producto MySQL, y en el software de infraestructuras o middleware (gestión de identidades, herramientas de colaboración), donde la firma adquirida también es fuerte.
Otro punto a favor es que Oracle, una de las firmas más activas del sector en adquisiciones, ha acumulado en los últimos años una gran experiencia en integrar empresas, lo que hace que pueda afrontar con más garantías de éxito el reto de integrar un icono del Silicon Valley como es Sun.
Pese a todo, los analistas ven algunas incógnitas. La primera, el modelo de negocio que imperará en la firma fusionada, porque mientras Oracle comercializa su software bajo el modelo de licencias (aunque actualmente parte de su oferta está disponible en pago por uso), Sun lo hace bajo el modelo Opensource (es decir, no cobra licencias, sólo los servicios). ‘Queda la duda de si Oracle mantendrá el modelo de los productos de Sun’, apunta García Cantero. También el analista de Penteo plantea otra duda: ‘¿Sabrá Oracle vender máquinas, algo que no ha hecho nunca o decidirá desprenderse del negocio de hardware de Sun más adelante?’. Las dudas ahí quedan, pero el mercado no penalizó ayer la operación. Aunque las acciones de Oracle, que el pasado marzo aprobó el primer dividendo de su historia, cayeron un 0,89%, el Nasdaq se dejó un 3,88% en la jornada.
El grupo tecnológico Sun Microsystems está trabajando en una tecnología que sustituirá las conexiones entre chips por haces de luz láser, lo que permitiría fabricar ordenadores miles de veces más rápidos.
Sun Microsystems anunció que recibió un contrato del Pentágono estadounidense por valor de US$ 44 millones de dólares para desarrollar esta tecnología.
En concreto, Sun está intentando sustituir los diminutos cables que conectan los chips en las computadoras por conexiones láser que podrían transportar decenas de miles de bits por segundo.
De tener éxito, el resultado será ordenadores miles de veces más rápidos de lo que conocemos hoy y que, además, serán más eficientes porque generarán menos corriente eléctrica y calor.
Sun compara los procesos de los actuales microprocesadores con una autopista en la que los vehículos se mueven con más lentitud cuando toman una salida.
Igualmente, las señales eléctricas se mueven más despacio cuando viajan entre los chips. Su sustitución por haces de luz láser solucionaría el problema.
Greg Papadopoulos, responsable de tecnología e investigación y desarrollo de Sun, dijo que las comunicaciones ópticas «podrían modificar las reglas del juego en tecnología».
Según algunos expertos, este programa podría acabar con la ley Moore formulada por el fundador de Intel, Gordon Moore, que afirma que el número de transistores de los chips informáticos se dobla cada dos años y que se ha cumplido en las últimas tres décadas.
Sun Microsystems trabaja en este experimento con las universidades de California en San Diego y Standford y con las compañías Luxtera y Kotura.