¿No te puedes decidir entre Linux, Windows o Mac para que nuevo ordenador portátil? Un nuevo experimento basado en la nube, el sistema operativo llamado TransOS, podía lograr que cambiar entre ellos sea simplemente un capricho.
Más y más software está migrando a la nube, pero para hacer que un ordenador funcione aún se necesita un sistema operativo básico en el disco duro. Ahora: Zhang Yaoxue y Yuezhi Zhou de la Universidad Tsinghua en Beijing, China, han desarrollado lo que ellos dicen es el primer sistema operativo (OS) en la nube. Se ejecuta en servidores remotos y trata a los sistemas operativos tradicionales como Windows como un recurso que se puede transmitir a una computadora portátil – o incluso teléfono, TV inteligente, nevera u otro aparato – según la demanda.
En lugar de una versión completa de Windows, el ordenador portátil debe ejecutar sólo software suficiente para ponerlo en marcha y conectado a internet – lo que efectivamente es una «terminal tonta». TransOS luego se sentaría como una fina capa de software intercalado entre lo básico y esencial del ordenador portátil y una versión virtual de un sistema operativo convencional – junto con todos los programas y aplicaciones habituales – en streaming desde la nube.
Dado que sólo partes del sistema operativo se requieren en un momento dado se integran al equipo, los investigadores creen que TransOS podría trabajar con dispositivos informáticos de prestaciones reducidas, así como de escritorio.
La idea de terminales tontas no es nueva – es esencialmente el mismo modelo en los años previos a los PC, cuando los equipos grandes tipo mainframes hacían todo el trabajo duro. TransOS funcionaría de una manera muy similar, pero a través de internet y se ejecuta en servidores distribuidos. Trae consigo los beneficios de otro software basado en la nube – el usuario no tendría que preocuparse de las actualizaciones molestos o la gestión del sistema.
Sin embargo, la computación en nube también trae nuevos riesgos de seguridad. Tal vez la elección del sistema operativo será siempre una pregunta difícil.