Los métodos de cribado de fármacos por ordenador (CFO) simulan el proceso de acoplamiento entre una pequeña molécula (ligando) con una proteína implicada en una enfermedad (diana). Su objetivo es, tras procesar librerías que contienen millones de compuestos químicos, descubrir un ligando que interaccione con gran intensidad con la diana de tal manera que se pueda regular convenientemente su actividad y hacer desaparecer la enfermedad.
Los mayores inconvenientes de los métodos CFO son principalmente la representación incompleta o poco realista del proceso de interacción ligando-diana y que es necesaria la disponibilidad de recursos computacionales de muy alto rendimiento (normalmente acceso a superordenadores) para poder realizar los cálculos requeridos en un tiempo aceptable.
Investigadores del grupo de Arquitectura y Computación Paralela de la Universidad de Murcia han presentado un nuevo método CFO (BINDSURF) que corrige deficiencias presentes en métodos CFO anteriores. Los resultados han sido publicado en la revista Network Tools and Applications in Biology.
Muchos de estos tipos de métodos suponen que todos los candidatos a fármaco interaccionan siempre con la misma parte de la diana, lo cual es incorrecto, pues depende en gran medida de sus estructuras químicas. Para ello, BINDSURF realiza un barrido completo de la superficie de la proteína para cada ligando y muestra en que zonas se producen las interacciones más intensas (bola de color azul en la figura adjunta, la cual coincide completamente con el resultado experimental y se diferencia de las bolas naranja, zonas de escasa interacción) y cual es su distribución de afinidades de unión para comprobar si estos hotspots difieren considerablemente de zonas de poca o escasa interacción
Ampliar información en: Universidad de Murcia
El informático estadounidense Alan C.Kay, padre de la programación orientada a los objetos y del lenguaje Smalltalk, afirmó ayer en Murcia que «lo importante» de la aparición del iPad, el nuevo producto estrella de Apple, es la capacidad que tenga como software de aprendizaje para aportar conocimientos a los niños. Kay, que fue ayer investido doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia (UMU) por sus contribuciones al desarrollo del ordenador personal y a la programación orientada a objetos, señaló que las computadoras están «desaprovechadas» en los procesos de aprendizaje de los niños, sobre todo en los referidos a las ciencias.
Según el premio Turing de Informática, hoy en día los ordenadores se utilizan en los colegios, básicamente, para acceder a Internet y como forma cómoda de sustituir al papel, pero no como herramienta de aprendizaje de materias más complicadas como la ciencia avanzada, para lo que, a su juicio, sería un instrumento muy efectivo. En este sentido, aseguró que la valía del iPad, un híbrido entre el teléfono móvil iPhone y los portátiles de Mac, dependerá del potencial educativo que tenga, porque se trata de «una idea antigua» que ha sido descubierta ahora por los fabricantes y de la que aún dijo no saber lo suficiente para determinar si podrá definirse como un nuevo sistema de comunicación. El futuro, a su juicio, pasa por crear un ordenador pequeño capaz de enseñar directamente a los niños sin necesidad de un profesor, y, en base a este principio ideó el ‘Dynabook’, un pequeño portátil fácil de usar y capaz de almacenar una enciclopedia. Además, en 2001 creó el Viewpoints Research Institute, centrado en investigar nuevas interfaces de usuario que ayuden tanto en el aprendizaje como en nuevas formas de computación personal. En esa idea de convertir el ordenador personal en un herramienta esencial para la educación, se involucró en la iniciativa One Laptop per Child, cuyo objetivo es crear un ordenador portátil que cueste menos de cien dólares para que todos los niños del planeta tengan acceso a las tecnologías de la información. «Los costes de fabricar un portátil, a excepción de la pantalla, ascienden a unos 40 ó 50 dólares, y si se consigue que la pantalla cueste otros 50 dólares podremos tener máquinas por unos cien dólares», explicó Kay.
Fuente: laopiniondemurcia.es