La FAO, en su afán de resolver los problemas de alimentación de los paÃses pobres, parece haberse fijado en los insectos. Y es que en la actualidad se comen más de 500 tipos distintos de insectos.
La FAO destaca las posibilidades que tiene criar este tipo de animales en las regiones más pobres del planeta con el fin de alimentarse de ellos, la entomofagia. Siendo una buena fuente de proteÃnas, grasas y vitaminas, los insectos tienen la ventaja de ser baratos de producir y de fácil transporte a sus posibles puntos de venta en los mercados de los paÃses en vÃas de desarrollo.
Teniendo en cuenta que de 100 gramos de orugas se obtienen 53 gramos de proteÃnas asà como minerales y vitaminas esenciales, parece una apuesta sencilla para acabar con la desnutrición. Pero no sólo de orugas vive el hombre. En México, al que podrÃamos considerar el lÃder mundial de entomofagia, se comen saltamontes (chapulines), gusanos (larvas de lepidópteros), hormigas y sus larvas, larvas de abejas y avispas y otros muchos insectos hasta ser más de 250 las especies consumidas.
Fuente: ¡Cuánta Ciencia!