A modo de degustación de lo que vendrá, los cientÃficos especializados en alimentos dicen que han elaborado la forma de usar la nanotecnologÃa para producir comidas bajas en contenido graso o sin grasas, tan apetitosas y satisfactorias como sus versiones comunes.
Las implicancias podrÃan ser significativas en el combate a la propagación de problemas de salud como la obesidad, la diabetes y las afecciones cardÃacas.
Sin embargo, los expertos dicen que el futuro de la nanotecnologÃa en materia de alimentos podrÃa verse eclipsada por la renuencia de los productores de alimentos a decir abiertamente lo que están haciendo, ya que temen una reacción de los consumidores similar a la que recibieron los alimentos genéticamente modificados (GM) en Europa.
Los especialistas sostienen que este rechazo a divulgar podrÃa promover la misma desconfianza (sin fundamento) que llevó a que se tildara a los GM como «comida Frankenstein» en muchas partes de Europa y podrÃa hacer que se desaproveche durante años parte del potencial de la nanotecnologÃa en materia de alimentos.
«Lo que la industria de los alimentos está haciendo en los laboratorios de investigación es estudiar nuevas posibilidades de crear nuevos productos, y para ello está usando la caja de herramientas de la nanotecnologÃa», dijo Frans Kampers, quien coordina las investigaciones de nanotecnologÃa en alimentos en la Universidad y Centro de Investigaciones Wageningen en Holanda.
La nanotecnologÃa es la ciencia de la manipulación de la materia a una escala infinitesimal -mil millonésimas de un metro- que, entre otras cosas, podrÃa ser usada para alterar el cuándo, el cómo y el dónde en nuestros cuerpos es digerida la comida.
Según un informe del Parlamento británico, el mercado global para la nanotecnologÃa en materia de alimentos ascendió a 140 millones de dólares en el 2006 y se espera que trepe a 5600 millones para el 2012.
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