En Mayo del año 2010 se suspendÃa un ensayo clÃnico con SRT501 (una formulación de resveratrol) que estaba llevando a cabo la farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK) como tratamiento frente al mieloma múltiple (ver “Suspendido un ensayo clÃnico con resveratrolâ€. En aquel momento GSK informó de que se habÃan registrado problemas renales en los pacientes que habÃan recibido el SRT501 que obligaban a parar el ensayo, reanalizar los datos disponibles y a valorar los mismos.
Ahora, meses después del anuncio de suspensión cautelar del ensayo clÃnico, GSK ha anunciado que suspende definitivamente dicho ensayo; pero además, y de manera un tanto sorprendente, anuncia también que abandona cualquier desarrollo posterior de dicha molécula SRT501 y de sus análogos.
El SRT501 y otros compuestos similares fueron desarrollados por la compañÃaSirtris, una compañÃa farmacéutica en cuya creación y dirección estuvo muy involucrado el que sin duda es uno de los cientÃficos clave en la subida a los altares farmacéuticos del resveratrol, el australiano David Sinclair, co-director de los “Paul F. Glenn Laboratories for the Biological Mechanisms of Aging†en Harvard Medical School. El objetivo deSinclair y Sirtris fue el de desarrollar moléculas análogas al resveratrol con actividad aún más potente que éste para activar a las sirtuinas, las moléculas que se pensaba eran la llave que conducÃa a prolongar de manera espectacular la longevidad y a proteger al organismo de toda una serie de enfermedades como el cáncer.
A estas noticias negativas del ensayo clÃnico hay que añadir además que a principios del año pasado investigadores de una farmacéutica rival, Pfizer, publicaron un estudio en la revista JBC en el que demostraban que los compuestos desarrollados inicialmente porSinclair en Sirtris (que aseguraba eran hasta 1000 veces más potentes que el propioresveratrol) y ahora bajo el control de GSK, en realidad no activan la molécula diana de su supuesta acción, las sirtuinas, y que todo se debe a un artefacto de experimentación in vitro.
En recientes años son cada vez más los estudios que ponen en duda que las sirtuinas sean las moléculas sobre las que actúa el resveratrol e incluso hay quien duda de que el resveratrol tenga ningún efecto sobre la longevidad o el cáncer.
Pero sin duda el denominado sector nutracéutico es el más interesado en publicitar elresveratrol como “la molécula de la longevidad†y zarandajas similares, puesto que sorteando hábilmente las normas de publicidad engañosa (o entrando en conflicto directo con ellas, qué más da, sale barato) y vendiéndolo como “producto natural†uno puede hacer el negocio del siglo sin necesidad de enfangarse en complejos y costosÃsimos ensayos clÃnicos para demostrar la total seguridad y la eficacia del producto vendido. Para hacerse una idea de la magnitud del asunto, hagan la prueba y tecleen “resveratrol†en Google y verán de lo que estoy hablando.
Producir comprimidos que contengan resveratrol (la dosis es lo de menos, total no existe ningún estudio sobre el que fundamentar una dosis adecuada), envasarlos con un envoltorio de apariencia “médicaâ€, venderlos en farmacias y repetir algunas palabras clave de las empleadas en estudios cientÃficos es garantÃa de éxito absoluto con riesgo cero. Y los costes de experimentación son nulos.
ArtÃculo completo en: Â Fuente de la Eterna Juventud