Según un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard (EE.UU.) publicado en The Journal of the American Medical Association, el excesivo consumo de bebidas gaseosas azucaradas es el causante de el aumento brusco de la diabetes y la obesidad en Estados Unidos.
La investigación se efectuó con 91000 enfermos, para identificar la relación entre el consumo de bebidas gaseosas azucaradas y la diabetes. Como explica el autor del estudio, Meir Stampfer, «la incidencia de diabetes ha subido escesivamente. Al mismo tiempo, en las últimas dos décadas ha aumentado el consumo de refrescos azucarados».
Diabetes
Las personas adultas sufren diabetes al crecer la resistencia del cuerpo a la insulina o porque éste no la produce en cantidades suficientes. Ese tipo de diabetes afecta a unos 24 millones de personas en EEUU y, según los últimos estudios, uno de los factores que la generan es el exceso de peso. El índice de obesidad en Estados Unidos se ha mantenido estable durante unos cinco años, entre el período 2000 y 2008. Las campañas de concienciación y fomento de hábitos de vida saludables son sin duda responsables de ello. Sin embargo, de acuerdo a las estadísticas más recientes, dos tercios de los adultos y casi un tercio de los niños padecen exceso de peso, sin mejoras significativas.
Obesidad
Los resultados de esta investigación se publicaron cuando comenzaba una campaña en Estados Unidos para combatir la obesidad que amenaza con superar al tabaco como causa principal de muerte en este país.
Pero el cambio es muy difícil de conseguir, según Stampfer. «A primera vista, parecería que solucionar la epidemia de la obesidad es obvia… que la gente coma menos y haga más ejercicio», pero «en realidad este cambio es difícil de lograr y la investigación es crucial para resolver el problema».
Sobrepeso infantil
Desde el año 1970, los niveles de sobrepeso infantil se triplicaron, según los datos del NIH, y estos niveles «tienen importantes implicaciones en el desarrollo de enfermedades graves, tanto en la juventud como en la edad adulta».
El NIH advierte de que si no se frena el aumento de la obesidad en la población del país, el sistema de salud sufrirá un duro golpe.