Cerca de 12 000 mujeres son arrestadas cada año en EE.UU. por amamantar a sus bebés en público, aunque dar el pecho sea un acto perfectamente legal por las leyes nacionales.
Ahora las mojigatas normas sobre indecencia vigentes en varios estados norteamericanos, que meten la lactancia natural en el mismo saco de, por ejemplo, el topless festivo, (y que llegan a censurar hasta los helados de leche materna) tendrán un némesis de cuatro ruedas que, como los camiones de la leche antiguos, hará sonar su campanilla por las calles en busca de madres que necesiten dar el pecho allí donde se encuentren.
La primera ciudad que ha visto circular este “camión de la leche 2.0” es Pittsburgh, Pennsylvania, gracias al buen hacer de Jill Miller, una profesora en la Escuela de Arte de la Universidad Carnegie Mellon que, gracias a las donaciones recibidas en Kickstarter, ha creado el vehículo con inteligencia, ironía y con la esperanza de iniciar un debate acerca de los derechos de las madres de dar el pecho donde les plazca.
Fuente: The Milk Truck